LA PATRIA | MANIZALES
Por primera vez en 44 años del Caldense del Año, premio que otorga el periódico LA PATRIA, la ceremonia de reconocimiento tuvo que ser con pocas personas, guardando distanciamiento y con medidas de bioseguridad debido a la pandemia del covid-19.
Sin embargo, pareciera que este acto sencillo y tranquilo se hubiese ajustado a la personalidad de la ganadora, la hermana Ana María Echeverri Jaramillo, directora de la Fundación Obras Sociales Betania.
Fue escogida entre 30 postulados. A ella la propuso el ingeniero civil Bernardo Mejía Prieto, director ejecutivo de la Fundación, y el jurado la seleccionó por su capacidad de servicio, responsabilidad y solidaridad aplicadas a una vida misional en favor de las personas más necesitadas de la sociedad.
"Un cordial saludo a todas las personas que generosamente nos acompañan en este acto de reconocimiento, momento y oportunidad para expresar sinceramente mi agradecimiento a Dios, que me ha llamado y enviado a servir a mi Congregación Hermanas Dominicas de La Presentación, a mi Provincia de Manizales; de manera especial al doctor Bernardo Mejía Prieto, quien me postuló; al jurado que me ha elegido; a las hermanas de mi Comunidad; a mi familia y a la sociedad de Manizales.
"Ciertamente hay momentos en los que las palabras no alcanzan, cuando lo que hay que decir desborda el alma. Con verdadero sentido de Congregación y pertenencia expreso mi gratitud por haber sido postulada para Caldense del Año 2019; al jurado: doctor Andrés Echeverri, doctora Martha Cecilia Franco, doctor Carlos Eduardo Jaramillo, y al doctor Nicolás Restrepo, director del diario LA PATRIA.
"Ustedes generosamente me han elegido como Caldense del Año, mérito que recibo con sencillez, ya que lo hago por herencia familiar, por convicción y vocación como religiosa llamada y enviada por Dios y por Marie Poussepin, nuestra fundadora, de quien he recibido un carisma: el de la caridad creativa para hacerla evidente en los más necesitados, en los marginados de la sociedad, donde su grito clama, y como dice el papa Francisco: “No permitamos la soledad” y “No tengamos miedo a la ternura”.
Siguiendo a la fundadora
"Es por esto, por lo que de estas acciones no se espera recompensa, se actúa y se desea, lo que fue para nuestra fundadora: “Para mí, el trabajo; para el prójimo, la utilidad y para Dios, la Gloria”. Marie Poussepin supo escuchar los gritos y llamadas de sus contemporáneos y buscó dar repuesta. Es así como en 1696 inspirada por Dios deja Dourdan, población próspera donde había nacido, para ir a habitar en la humilde aldea de Sainville, entonces devastada periódicamente por la guerra, el hambre y las epidemias, y donde la ignorancia era grande. Supo vivir las obras de misericordia: “Dar de comer al hambriento, de beber al sediento, vestir al desnudo, acoger al forastero, visitar a los pobres y asistir a los enfermos”; Mateo 25, 37-40.
"Como Congregación hemos llegado a miles de personas con hambre y sed de Dios, a millones de rostros en 36 países y 4 continentes que hoy sonríen porque han recibido la Buena Nueva de Jesucristo. Allí enfrentamos hoy como una sola familia grandes retos en la misión que realizamos en nombre del Señor y de nuestra fundadora.
"Ella supo que la violencia y la pobreza no se erradican siendo paternalistas, sino enseñando a cada hombre y mujer que dentro de sí llevan un valor intrínseco que los hace capaces de generar vida y estabilidad. Y es que Dios en sus proyectos para las personas tiene horas propicias para los grandes designios, horas en las que la gracia divina toca más fuertemente el corazón bien dispuesto. De ahí que seguimos siendo llamadas a hacer el bien en un servicio de caridad".
Gratitud
"Para finalizar, en la Fundación Obras Sociales Betania hemos procurado infundir el servicio como pilar fundamental basado en nuestros valores corporativos (amor, piedad, servicio, solidaridad y responsabilidad). Actualmente vivimos una situación compleja que ha incrementado las necesidades básicas en toda la ciudad de Manizales, incluyendo además las personas de un nivel social alto que andan atravesando también dificultades. Es entonces como gestionamos permanentemente ayudas a través de los muy queridos benefactores, quienes con su gran generosidad le dan permanencia a la Obra. Les debemos gratitud, personas que están encomendadas en nuestras oraciones diarias.
"Los adultos mayores tienen una importancia especial para Betania, por ser susceptibles al olvido, quedando así desprotegidos. Es por ello que brindamos espacios de alimentación y bienestar: “La fe sin obras es muerta”, Santiago 2,14.
"Las familias son el eje central de la vida, de allí nuestro lema: “Un hogar, una luz”, obedeciendo de esta manera al interés continuo en ofrecer vivienda digna que proporcione oportunidades y bienestar. También velamos por la salud con atención de los médicos y el suministro de medicamentos que asiste diariamente la farmacia, entrega de víveres y la promoción en la formación de mano de obra para la confección.
"Que Dios nos bendiga a todos, en cada una de nuestras responsabilidades de servicio, acompañamiento y ayuda a quienes nos necesiten. Betania es Manizales. Muchas gracias", hermana Ana María Echeverri Jaramillo, directora de la Fundación Obras Sociales Betania.
"Un saludo para todos. En el año 1976 las directivas de LA PATRIA decidieron crear un premio para destacar a las personalidades más importantes de Caldas, lo hicieron con el propósito de usar la capacidad del diario para dar a conocer vidas ejemplares, personas dignas de imitar, líderes que con su actuar solidario ayudan a los que más lo necesitan o promueven el desarrollo integral de las gentes de
esta región.
"En ese año, para inaugurar el galardón, escogieron a la madre Francisca del Sagrado Corazón como
la merecedora del premio. La madre Francisca llevaba entonces un poco más de 15 años al frente de la Fundación Obras Sociales Betania, con la misión de ayudar a los más desfavorecidos a tener un techo propio con, en palabras de ella, “un modelo no paternalista, pero sí solidario, en el que los beneficiarios también deben contribuir con su bienestar; solidaridad entendida como una determinación firme y perseverante de empeñarse en el bien común, abarcando la totalidad de la persona”.
"Con esa acertada elección se le dio un talante especial a este premio, para decirlo en términos coloquiales, se puso una vara bien alta para quienes fueran a sucederla. Desde entonces, ininterrumpidamente, LA PATRIA con la ayuda de muy distinguidos miembros de la sociedad, ha
continuado con la tarea que acá nos convoca. Este año la elección estuvo a cargo de Martha Cecilia
Franco, Carlos Eduardo Jaramillo y Andrés Echeverri, a ellos nuestro agradecimiento".
Ejemplo y guía
"Hoy le corresponde a la hermana Ana María Echeverri tomar la posta, y quién con más méritos para hacerlo. Pertenece, como la madre Francisca, a la Comunidad de las Dominicas de La Presentación, una congregación fundada hace 325 años por la beata francesa Marie de Poussepin, Apóstol social de la Caridad, con el propósito de “sembrar en los corazones la semilla de la piedad”, con énfasis en la educación de los jóvenes, el cuidado de los enfermos, el espíritu de pobreza y el amor al trabajo. Todos, postulados todavía vigentes y que las integrantes de la congregación han practicado con devoción y compromiso. Tan nobles ideales deben vivir eternamente.
"La hermana Ana María nació en una familia numerosa en el municipio de Neira, y su temperamento alegre y servicial ha sido ejemplo en su orden, luz y faro, como bien la describe Tatiana Vásquez, una funcionaria de la Fundación. Los testimonios de quienes han estado cerca de ella durante su vida son elocuentes. Los valores que la animan están perfectamente alineados con los de la Fundación Betania, y por ello ha sido su exitosa guía en la última década.
"En 60 años, Betania ha entregado vivienda a más de 7.000 familias, labor en la que se destaca por
la calidad de sus construcciones y la forma con que les ayuda a resolver la necesidad de un techo
digno, presta atención en salud a personas de escasos recursos, hoy les da alimento a 220 adultos mayores en el barrio San Sebastián y tiene programas especiales de fortalecimiento social en danza, deportes e idiomas".
Espíritu de servicio
"Hermana Ana María, por las difíciles circunstancias que está atravesando el mundo, su obra y su
ejemplo son mucho más iluminadores. Hoy tenemos un problema que nos afecta a todos sin distinciones, y que a muchos nos ha dado una profunda lección sobre el sentido de la vida. El servicio, la atención al semejante, la ayuda sin interés a quienes más lo necesitan debe ser propósitos comunes, que si los practicamos con sinceridad y compromiso nos hará mejores personas y construiremos un mundo mejor.
Gracias a usted, a las hermanas que la acompañan, a los colaboradores y funcionarios de la Fundación, a sus padrinos. La vara ha quedado un poco más arriba. Con espíritus como el suyo no habrá adversidad que no podamos superar. Muchas gracias", Nicolás Restrepo Escobar, director del periódico LA PATRIA.
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