Transformaron el patio en pesebre

MARGARET SÁNCHEZ
LA PATRIA | MANIZALES

La familia Grisales Loaiza espera durante 334 días lo que consideran el mejor mes del año, diciembre. Les encanta la Navidad, y su amor por esta época se refleja en el pesebre que armaron en el patio de su casa, en el barrio La Enea.

"Este año está pequeño, antes lo ubicábamos en la sala y el comedor. Aprovechamos la gruta que hay en el patio para instalarlo", comenta Guillermo Grisales.
Él es el artista de la casa. Plasma las ideas que surgen en los almuerzos con su mamá, Martha Edilma; su papá, José Aldemar, y su hermanos Óscar y Orlando. Para cada Navidad cambian el concepto del pesebre.

Guillermo creó tres figuras especiales: un molino de viento, que mueve sus aspas con electricidad; una réplica de la finca en la que vivían en el corregimiento de San Félix, y una versión de la capilla de San Pío X.

De la gruta surge una cascada que recorre las montañas del pesebre, hechas con musgo y plantas naturales. Además tiene unos parlantes en los que suenan villancicos cuando está encendido y en movimiento.

Guillermo dice que su parte favorita es un tronco que encontró hace 10 años en una calle de La Enea y que adecuó como el techo de la pesebrera en la que nace el Niño Dios.

Tradición
El telón con un paisaje también lo pintó Guillermo siguiendo las indicaciones de su mamá, que le transmitió el amor por la Navidad.

Doña Martha Edilma y don Óscar Orlando cuentan que cuando se casaron, hace 57 años, lo primero en lo que pensaron fue en armar su propio pesebre.
Ahora la casa familiar es un arca de la Navidad. Cada rincón está vestido para la ocasión. En la sala tienen otro pesebre, más sencillo, pero con mayor valor sentimental y antigüedad. Son cinco cerámicas de María, José, el buey, la mula y una oveja, a la espera del Niño Dios.

"Era de una bisabuela, tiene unos 150 años, ha pasado de generación en generación. Antes lo tenían un familiar y estaba ansioso de que llegara a nuestras manos", señala Guillermo.

Cada detalle en la casa de los Grisales Loaiza está planeado para mostrar su gusto por la Navidad, esta afición es conocida en La Enea y los vecinos y curiosos tocan a su puerta en diciembre para conocer el pesebre y ver lo demás que armaron.

Para visitar
La casa de los Grisales Loaiza está ubicada en la carrera 34 Nº102B-10, en el barrio La Enea. Guillermo precisa que tiene abiertas las puertas a las personas que quieran conocer su pesebre.