Sin por donde caminar, por invasión del espacio público

Foto | Martha Monroy | LA PATRIA

Miércoles, Diciembre 12, 2012

Las personas se ven obligadas a caminar por la calle, por la cantidad de vendedores informales. Ciudadanos están divididos con el tema.

MÓNICA FRANCO
LA PATRIA | MANIZALES

"¡Lleve la toallita de cocina a solo $1.000, son tres por $1.000!", gritaba Gustavo en la esquina de la calle 19 con carrera 21, en el Centro de la ciudad. A un metro de distancia había otro hombre, que al paso de los peatones ofrecía instalaciones para Navidad.

Así se contaban 10 puestos de venta informal por esta calle. Dos de ellos, hechos de madera y con sombrilla a bordo para amortiguar el calor que hacía el pasado sábado en la tarde, los demás eran metálicos otorgados por la Alcaldía de Manizales en el 2004.

Algunos peatones intentaban esquivar a paso acelerado y con mala cara el ruido de los vendedores y los estorbosos puestos donde se exhibe la mercancía.

Eran las 4:00 de la tarde y el panorama se repetía una y otra vez, pero ya por la carrera 23. Algunos ofrecían babuchas, otros chontaduro o mango, y otros ofertaban el juguete de moda. "A solo $35 mil", convidaba Liliana, que con muñecos lograba atraer a los pequeños. Ella es vendedora desde hace 25 años y no tiene reparo en decir que no tiene permiso para trabajar, lo hace para llevar el sustento a su casa.

José Fernando Olarte, secretario de Planeación de Manizales, aseguró que en la ciudad hay 600 vendedores autorizados, de los cuales 432 se encuentran en el Centro.

Agregó que el espacio público se rige con el Acuerdo 443 de 1999. "Planeación da el permiso para trabajar de acuerdo a unas condiciones socieconómicas, en las que la persona demuestra que la capacidad de ingreso familiar depende solamente de esas ventas".

Sin espacio para caminar

Olarte argumentó que los permisos se otorgan intentando que la movilidad de la ciudad no se afecte.

Tal parece que esto no es lo que perciben los ciudadanos, o al menos eso piensa Hernán Valencia, que transitaba por la 23 el sábado y tuvo que bajar del andén porque la venta de gorros navideños y de trozos de coco no le permitieron continuar por esta zona de peatones.

En la esquina de la 23 con calle 22, un tumulto de personas escuchaba la oferta del día. "Todos los anillos y aretes de plata a solo $5 mil", pregonaba el vendedor, que no quiso referirse a si tenía permiso para trabajar.

Ya en el semáforo de El Cable los vendedores informales parecen haber encontrado buenos clientes. Ese es el caso de Álvaro Campo, que vende un kit de burbujas de jabón. "A la gente le agrada lo que vendo y no he tenido problemas ni con la Policía". Allí también se ven comerciantes de protectores para controles y de dulces.

Volviendo a Liliana, en el Centro, que sacó una bolsa con discos compactos que tenía oculta dentro de un contador de agua, tomó dos y los devolvió a este lugar, dijo que los controles de la Policía han disminuido.

Paula Andrea Sánchez, secretaria de Gobierno de Manizales, informó que los controles se realizan durante el día. "Hay 41 controladores divididos en dos turnos que verifican que las personas tengan el permiso", dijo.

Agregó que elaboran el Plan Maestro de Espacio Público en el que han encontrado que deben ajustar normas, y que es prioritario la revisión del Plan de Ordenamiento Territorial, que será el próximo año. "Esta es una situación que lleva años y no podemos pretender resolverla de un día para otro", concluyó la secretaria.

Ciudadanos, divididos
Antonio José Carvajal, La Asunción