LAURA SÁNCHEZ
LA PATRIA | MANIZALES
“Guantes y tapabocas, cédulas cafeteras, manillas, facturas de servicios o permisos. Si no lo tienen a la mano no ingresan”. Avisa un policía en una entrada autorizada de la Galería, este fin de semana solo pueden compraron los de zona rural de Manizales, Chinchiná y Villamaría.
Los guantes y tapabocas están listos. Antes de los controles policiales hay un mercado que nada tiene que ver con alimentos: guantes de plástico, de látex y con puntitos antideslizantes, de $500, $1.000 y $1.500 que garantizan que todos puedan entrar a la zona de compras.
El sábado, autorizado para los habitantes de zonas rurales, empieza con poco movimiento. Clemencia Castañeda, la última de la fila de ingreso al supermercado Uno A, tiene la respuesta: El transporte desde la vereda La Cabaña solo pasó hasta las 6:30 a.m. Muy tarde, dice ella, para sus planes de compras.
En cinco minutos ya hay 10 personas más detrás de ella en la fila, sin distanciamiento social. “Uno se estresa con esta situación y se tiene que acomodar como sea. En mi casa somos ocho personas. Vengo a comprar primero granos, luego paso a las verduras y después, si alcanzo, a la droguería. Mercado para un mes”.
Su meta es salir a la 1:00 p.m., son las 7:30 a.m. y está haciendo fila, a la vuelta de la esquina, a metros de su ingreso al Uno A que solo deja entrar 10 personas a la vez. Clemencia tiene asegurado que el conductor que la trajo, la esperará a ella y a la hermana. Al otro extremo, el primero de la fila es Róbinson Tabares, también de La Cabaña, llegó a las 7:00 a.m., le aplican desinfectante, saluda y entra afanado con su bolso en el pecho.
Diego Fernando Gutiérrez, guía de Control de Pérdidas del Uno A, calcula que ha devuelto en una hora a unas cinco personas, pues el segundo filtro es él. Y de nuevo los requisitos para los campesinos: Guantes y tapabocas, cédulas cafeteras, manillas, facturas de servicios o permisos. Si no lo tienen a la mano no ingresan. “Me piden el favor que los deje entrar, se paran a insistir un par de veces y se van. No los puedo dejar entrar”.
En las compras
El Uno A como la Galería entera, las ventas formales e informales, hacen rendir el dinero de las compras de alimentos como asegura Gustavo Mesa, que viene desde la vereda El Avión, de Villamaría. “Desde las 5:00 a.m. salí, miraré hasta dónde me alcanza el dinero. Estoy buscando el almacén Universal para comprar un plástico y arreglar un gallinero, un viento me dañó el plástico. Esto parece apocalíptico, pero vamos a salir con la ayuda de Dios”.
Las ventas son dispersas según Jesús Albeiro Castaño, representante de los vendedores informales. La mayoría de los campesinos compran granos, pocas verduras y frutas. “Podrían haber bajado las ventas en un 50% en la Plaza de Mercado, la gente se la rebuscó montando negocios en las puertas de las casas”.
Balance
Carlomán Londoño, jefe de la Unidad de Gestión Rural de la Alcaldía de Manizales, dio un balance: “Tuvimos mucho apoyo de la Policía y orden en la Terminal. Hubo mucha salida porque fue el primer sábado. Pensamos que tendríamos colaspo pero todo resultó muy bien. Los presidentes de las JAC y ediles están cómodos porque antes tenían mucho contacto con gente del sector urbano. Ahora se sienten protegidos entre ellos y no hay tanta gente”.
La Policía controló los ingresos a la Galería, verificó los permisos y las medidas de seguridad sanitaria.
En Chinchiná
La Policía instaló cinco puntos de control este fin de semana en las entradas a Chinchiná. Verificaron el estado de salud y repartían manillas a los campesinos. Con la identificación podían acceder a los supermercados y a los bancos hasta las 2:00 p.m.
Los camperos rurales transportaron en tres horarios durante mañana y tarde. La movilidad solo fue para una persona por familia.
Los sitios de verificación los distribuyeron por los sectores de Alpina, La Balastrera, Guayabal, la Fábrica de Café Liofilizado y en la Y de la vereda Alto Chuscal.
En la entrada de la vereda Los Cuervos por el sector de la Balastera hubo aglomeración para acceder a las manillas.
Foto | Cortesía para LA PATRIA
El sábado hubo filas para obtener la manilla que acredita la movilidad por la zona urbana de Chinchiná. La aglomeración corresponde al sector de la Balastrera.
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