
MARGARET SÁNCHEZ
LA PATRIA | MANIZALES
Música variada, gritos de fiesta y la voz de un animador se escuchan hasta el barrio La Carola. El ruido proviene de cinco bares ubicados sobre la Avenida Santander entre calles 59 y 60, sector de Multicentro Estrella.
"La topografía de la montaña, similar a la de un cono, incide para que la onda sonora se expanda y genere un efecto de eco", explica Tulia Elena Hernández, delegada de la Personería Municipal en temas de medio ambiente.
Si hasta La Carola llega el ruido, habitantes de los edificios Don Daniel, Multicentro Estrella y Bosques del Norte viven al lado de donde proviene. "De miércoles a domingo tenemos que soportar la música a todo volumen y los coros de la gente en el Dollar, La Tasca Añeja, Bendito Seas, Retro y San Carlos", comenta Santiago Felipe Giraldo residente en Don Daniel.
Esta queja no es nueva, en marzo del año pasado LA PATRIA publicó un informe sobre esta situación. Esa vez los propietarios afectados denunciaron una guerra de volúmenes entre Rockeler, Retro Video, Paris Nigth, San Carlos y Barroco Cóctel; y los administradores de los bares también tenían inconvenientes entre ellos, porque el ruido se filtraba por las discotecas.
15 meses después el malestar continúa. Giraldo junto a cuatro vecinos, cansados de la situación, interpusieron una Acción Popular el pasado 6 de junio, para que un juez ordene a la Alcaldía imponer controles y sanciones, y a los dueños de los bares a insonorizar sus establecimientos.
"La Acción fue admitida, la ley nos puede apoyar o no. Sin embargo, desde los valores y la moral ¿este ruido que nos está perjudicando es correcto? ¿es la ciudad que queremos construir?", se pregunta Santiago Giraldo.
Posibles avances
"Con la visita de la Policía, hace una semana, el bullicio ha disminuido", reconoce María Estela Arbeláez, propietaria de un apartamento en el primer piso de Don Daniel.
José Orlando Ramírez, propietario de Retro Bar, dice que está dispuesto a acatar los controles de la Policía y conversar con sus vecinos para llegar a un acuerdo; igual que Ronald González, administrador de San Carlos.
Martín Emilio Osorio, socio de Bendito Seas restaurante bar, agrega que ha hecho unas mediciones privadas y han marcado los decibeles que exige la norma, y que son otros negocios los que emiten un sonido excesivo.
"Invitamos a las personas que creen estar afectadas por nuestro bar para que vean que estamos trabajando para insonorizar el local". Osorio indica que han invertido unos $ 50 millones y que por ahora no tiene conocimiento de la Acción Popular.
Vigilancia
La responsabilidad de medir y controlar los niveles de ruido ha pasado de dependencia en dependencia de la Alcaldía. En un principio estaba en manos de Corpocaldas. En el 2011 Juan Manuel Llano trasladó esa labor a la Secretaría de Salud.
Este año está a cargo de la Secretaría de Gobierno. "Realizar la vigilancia y las sanciones son funciones policiales", argumenta Juan Carlos Barrera, secretario Municipal de Medio Ambiente.
En la Inspección 11 en el barrio la Alta Suiza reciben las quejas ciudadanas sobre el ruido en toda la ciudad y la Unidad de Precios, Pesos y Medidas hace los controles con el sonómetro.
"Medimos el ruido cada 15 días y hacemos visitas sorpresa. Esta situación está afectando la convivencia en Manizales", afirma Paula Andrea Sánchez, secretaria de Gobierno.
Según la Personería, las denuncias no solo están en el Multicentro Estrella, también los sectores de la carrera 23, Milán, La Enea, Chipre y El Cable.
Sobre las sanciones, Sánchez enfatiza que no pueden cerrar los locales porque no lo contempla la norma. "Del llamado de atención se pasa a un compromiso para que modere el volumen, si el propietario reincide pasamos a un trámite administrativo y finalmente se cobraría una multa".
El año pasado el valor de la infracción era de cinco salarios mínimo diarios legales vigentes, $ 94.450.
Un noche de control

Seis residentes del sector citaron el pasado viernes 21 de junio en el edificio Don Daniel a representantes de la Personería, Defensoría del Pueblo, Policía y Concejo de Manizales para que escucharan sus solicitudes y el ruido de sus vecinos.
María Estela Arbeláez tiene 74 años y vive hace seis años en el primer piso del edificio, recordó que al inicio había un ambiente calmado, pero con el paso del tiempo el volumen de la música empezó a incrementar.
"No puedo dormir con esa bulla, así que le hago compañía al portero hasta que los bares cierran a las 2:00 de la mañana", comentó.
Entre las bromas de que no necesitan poner música para realizar fiestas, los residentes expresaron su impotencia con los pocos controles de las autoridades. "Mientras está la patrulla de la Policía le bajan volumen, pero después siguen como si nada", señaló María Clemencia Duque del edificio Bosques del Norte.
La delegada de la Personería, Tulia Elena Hernández, llevó un sonómetro para comprobar si los establecimientos sobrepasaban el límite permitido de ruido para ese sector. (Ver Resultados de la medición).
Luego del ejercicio, el teniente Germán Echeverri, subcomandante de la estación Manizales, junto a dos patrulleros de la Policía realizaron llamados de atención a los administradores de los bares.
"Se deben presentar a la Inspección 11, en la Alta Suiza, encargada de los establecimientos, para que les informen de qué norma incumplen y firmen un compromiso. La Secretaría de Gobierno se encarga de las sanciones", explicó Echeverri.
El defensor del pueblo en Caldas, Gustavo Restrepo, observó todo el proceso en silencio, al final de la reunión habló durante una hora sobre la violación de los derechos colectivos en Manizales, y les recomendó a los asistentes seguir la lucha.
Resultados de la medición

La Resolución 627 del 2006 del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial indica que el máximo permitido de niveles de ruido en la noche es: 50 decibeles (zona residencial y universidades) y 55 decibeles (zonas con usos permitidos comerciales como bares, tabernas y discotecas).
* Dollar. desde la terraza en el quinto piso de Don Daniel, marcó 74,5 decibeles.
* Bendito Seas, desde la terraza en el quinto piso de Don Daniel, marcó 86,4 decibeles.
* Retro Video Bar, desde la calle, marcó 87,4 decibeles.
* San Carlos, desde la calle, marcó 87,5 decibeles.
Efectos en la salud
Según el estudio de la subdirección de Estudios Ambientales del IDEAM, del 2006, la contaminación acústica repercute negativamente en la salud y bienestar de las personas de manera variable. "Un mismo sonido puede considerarse un elemento
molesto para unas personas mientras que para otras no. Esto depende de las características del
receptor y del momento que se produce el ruido".
* Hipoacusia, disminución del nivel de audición de una persona por debajo de lo normal, es decir 25 decibeles.
* Perjudica el rendimiento de los procesos cognoscitivos, principalmente en trabajadores y niños.
* Trastornos en el sueño, que puede llegar al insomnio.
* Sensación de malestar, intranquilidad, inquietud, desasosiego, depresión, desamparo, ansiedad o rabia.
* Alteración en su comportamiento e intolerancia al estrés.
El dato
Tulia Elena Hernández informó que, según el uso de suelos del Plan de Ordenamiento Territoral de Manizales, Multicentro Estrella está catalogado como corredor vial o zona mixta. Hay residencias, locales comerciales y oficinas, y los sitios de servicio de esparcimiento público tienen un tratamiento excepcional, por eso pueden estar ubicados allí.
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