Óscar Veiman Mejía
LA PATRIA | Manizales
El corazón de los estudiantes de las universidades de Manizales estuvo puesto en la marcha de anoche. “Esto lo siento en mi corazón, a mi primo Jesús Santos lo mató el Eln en Salazar de las Palmas, en Norte de Santander. Sin embargo, yo perdono de corazón”, dijo Alejandra Monroy, con una vela en la mano.
En sede central de la U. de Caldas partió la movilización a las 6:15. Poco antes hubo un minuto de silencio por las víctimas. Los organizadores llevaron 2 mil 500 antorchas y velas. Todas las repartieron para acompañar las banderas blancas y pancartas con mensajes como ¡Qué tiempos estos! donde tenemos que defender lo obvio.
Un momento emocionante ocurrió a las 6:46. Dayanara Quintero,quien hace un preuniversitario en música, puso su hermosa voz: “...Que la guerra no me sea indiferente, es un monstruo grande y pisa fuerte toda la pobre inocencia de la gente...”.
El himno
La canción de León Gieco, convertida en himno por Mercedes Sosa, ambos argentinos, poco a poco ganó fuerza en los universitarios ubicados en El Cable, justo al frente de la Facultad de Arquitectura de la U. Nacional. También fue el himno de la marcha de ayer.
La movilización ocurrió tres días después del plebiscito, en el que el No ganó con una votación de 6 millones 431 mil 376 por encima del Sí que alcanzó 6 millones 377 mil 482. El resultado congeló el Acuerdo pactado en La Habana (Cuba) entre el Gobierno Nacional y las Farc.
El propósito del llamado es mantener la vía de la negociación en medio de las diferencias y la coyuntura actual del país. Por eso, los estudiantes colman por estos días la capitales.
Para Alejandra el mensaje va dirigido a los del Sí, a los del No, a los abstencionistas, a quienes no han sufrido por la guerra, y a quienes como ella y su familia les tardó un tiempo regresar a su tierra, en Norte de Santander, por el rigor del conflicto.
La jornada de ayer concluyó en el Parque de la Mujer. Se apagaron las velas y antorchas, pero los jóvenes seguirán en reuniones nacionales, locales y regionales para seguir con su clamor encendido: “... Que la guerra no me sea indiferente, es un monstruo grande y pisa fuerte toda la pobre inocencia de la gente...”
Su clamor
Mateo Carvajal, de Antropología
Debería llegar la paz para terminar una de las guerras con uno de los grupos armados. Ver un país así de polarizado es triste.
Armando Londoño, de Antropología
No era una paz total, era para dar un paso para un grupo menos de la subversión que hay en Colombia. Es un mensaje para tener una Colombia unificada.
Katherine Cardona, de Trabajo Social
Estamos convencidos, independiente de los resultados, de que no haya más guerra. Que los acuerdos se den de manera rápida, queremos convivir juntos, independiente de las posturas.
Luisa Fernanda Jaramillo, Sociología
Es importante manifestar el deseo real por la convivencia pacífica con un grupo que lleva décadas en un conflicto. Es importante, independiente de la votación, decir que estamos a favor de un desarme.
El silencio movilizado en la historia
Los gaitanistas
La marcha del Silencio del 7 de febrero de 1948 la convocó el caudillo liberal Jorge Eliércer Gaitán. La movilización fue para denunciar la que los gaitanistas consideraron persecución del gobierno del presidente Mariano Ospina Pérez contra la oposición liberal, sobre todo la gaitanista.
Se calcula que participaron cerca de 100 mil personas en Bogotá, a quienes les pidieron guardar silencio, como expresión de duelo por los masacrados.
Las reseñas, de varios medios de comunicación, comentan que el Gobierno tomó la marcha como una provocación. La situación agravó el ambiente hostil de la época. A Gaitán lo asesinaron dos meses después. Por eso, la marcha del Silencio es catalogada como su última manifestación pública de gran importancia.
Un escrito de este diario indica: “En Pereira como en Manizales y en otros sitios del país, los propios manifestantes son los actores y víctimas de la violencia... A las cinco de la tarde se llevó a cabo la anunciada manifestación liberal en la Plaza de Bolívar. Desde temprano los agitadores liberales recorrieron la ciudad invitando a sus copartidarios a hacerse presentes...”.
“... Los oradores de turno fueron el camarada Montoya, el doctor Álvaro Ocampo, don Camilo Mejía, y el doctor Pedro Nel Jiménez, los cuales hicieron gala de agresividad extraordinaria contra el Gobierno y el partido Conservador e incitaron al pueblo en todos los tonos”.
Se habla de un saldo de tres muertos y varios heridos en Pereira, ciudad que aún pertenecía a Caldas. En Manizales reportaron ataques contra el edificio de la Gobernación, que fueron detenidos por el Ejército.
Luis Naranjo, de 81 años, recuerda: “Días después estuvo Gaitán aquí en Manizales. Marchamos del sector que se conocía como La Frontera (hoy parte del Parque de las Aguas-Olaya Herrera) hasta el cementerio. Fui con mi abuelo y ahí fue cuando conocí a Gaitán, vino al sepelio de 20 liberales asesinados”. En la ocasión que recuerda este manizaleño el líder liberal pronunció la llamada Oración por los humildes, su último discurso.

Foto | Tomada de revistacorrientes.com | LA PATRIA
Se calcula que 100 mil personas estuvieron con Gaitán en Bogotá el día de la marcha del Silencio.
Por la séptima papeleta (25 de agosto de 1989)
El movimiento de la séptima papeleta fue un movimiento con origen estudiantil que originó la Constitución de 1991.
En fundacionseptimapapeleta.wordpress.com se reseñó la explicación de la marcha, remitiendo a un reportaje del escritor y periodista Germán Castro Caicedo, emitido por la entonces programadora RTI:
Germán Castro Caicedo
“Para comenzar esta bonita historia nos vamos al 25 de agosto. Ese día se realizó en Bogotá una manifestación estudiantil que no tiene precedente, ni por el número de estudiantes que se volcó sobre las calles, cerca de veinticinco mil calculó la prensa, como tampoco porque fue silenciosa y pacífica.
Estos veinticinco mil estudiantes protestaban contra el río de sangre que está inundando a Colombia. Dos de los líderes estudiantiles de este movimiento sin precedentes explican en primer lugar por qué hicieron esta marcha, y luego por qué fue diferente a todo lo conocido en la capital del país”.
Javier Cabrera (U. Externado)
“Se hizo debido a la necesidad de demostrar que los universitarios no somos completamente apáticos a todo lo que sucede en el país. Se presentó la necesidad de hacer la marcha no solamente, y eso sí lo quiero dejar muy claro, por la muerte del doctor Luis Carlos Galán8candiato presidencial asesinado en , que tanto nos dolió a los jóvenes y a todos los colombianos, sino también por mucha otra gente, campesinos, soldados y cualquier otro ciudadano colombiano que se ha visto afectado por la violencia. Se planteó la necesidad de esta marcha cuando muere el magistrado Valencia y el coronel de la Policía Metropolitana de Medellín”.
Jorge Orjuela (U. Rosario)
“Fueron 25 mil jóvenes caminando por la ciudad completamente en silencio, y demostraron que para hacerse escuchar no se necesita gritar, insultar, vociferar o agredir; sino que lo necesario es que haya una comisión y una conciencia de personas que libremente escogen una alternativa constructiva, pacífica y sana”.

Foto | Tomada de http://maslibrosmenosarmas.blogspot.com.co | LA PATRIA
La Séptima papeleta redundó en la Constitución de 1991.