Laura Cardona Patiño
LA PATRIA | MANIZALES
Los gobierno usan los convenios interadministrativos (CI) para trabajar en equipo con entidades descentralizadas de la propia Administración y facilitar el desarrollo de proyectos que de otra forma sería más complicado concretar. No obstante, también pueden ser una oportunidad para evadir los rigores de la contratación pública.
Lupa a la contratación analizó los CI que firmó la administración de Octavio Cardona (2016-2019) con Aguas de Manizales, empresa de servicios públicos que, por su carácter, no está obligada a licitar públicamente (Artículo 31 de la Ley 142 de 1994).
Cardona aumentó
Esa Administración realizó 311 CI con 74 entidades por $218 mil 839 millones. De estos, 22 se pactaron con Aguas de Manizales y tuvieron un valor de $24 mil 554 millones, es decir, el 11,22% fue para una de 74 empresas: Aguas de Manizales.
En la Alcaldía de Jorge Eduardo Rojas (2012-2015) se pactaron 178 convenios con 50 empresas, por $83 mil 802 millones. No solo Rojas firmó 133 CI menos, sino que con Aguas solo pactó 12 por $4 mil 931 millones, 5,8% del total.
Equipo desbalanceado
Los CI entre Aguas y la Alcaldía en el cuatrienio pasado fueron de dos tipos: Subsidios de agua a estratos bajos (incluida la promesa del mínimo vital de Cardona) y de obras públicas. El presupuesto para los subsidios lo costeó en su totalidad el Municipio. En las obras públicas, la Alcaldía entregó el 78,53% del presupuesto total, $18 mil 818 millones frente a $4 mil 339 millones aportados por Aguas (Ver infografía).
Camilo Vallejo, director de la Corporación Cívica de Caldas, ve un riesgo en este resultado: "Si Aguas de Manizales hace un contrato directo con el presupuesto aportado en su mayoría por la Alcaldía de Manizales, el orden de las cosas debería ser que el Municipio licite ese servicio directamente. Si no, indica una alerta de que posiblemente se estén usando esos convenios para burlar la contratación por la Ley 80, a la que sí está obligada la Alcaldía".
En obras urbanísticas
Entre los convenios de obras públicas se destacan tres proyectos:
1. Construcción del Bulevar Cable-Batallón.
2. Diseños del Mirador de Chipre.
3. Parque Lineal de la quebrada Olivares.
Vallejo afirma que este tipo de obras debería licitarlas directamente la Alcaldía. Matiza que Aguas está amparada para realizarlas, pero destaca que el Artículo 4 del estatuto social de la empresa dice que "tiene por objeto principal la prestación de uno o más de los servicios públicos de que tratan las leyes 142 de 1994 y 143 de 1994 o normas que las complementen o modifiquen".
Jorge Hernán Mesa, gerente de Aguas de Manizales entre el 2016 y el 2018, explica cómo se dieron este tipo de obras: "Cuando llegamos a la Administración, las entidades que tenemos que ver con el mejoramiento urbanístico dijimos: continuemos el Bulevar de Milán hasta el Cable. Entonces juntamos dinero. Desde Aguas aprovechamos la oportunidad para cambiar el acueducto y el alcantarillado. Invama las luminarias y Obras Públicas el pavimento", dijo.
El doble del tiempo
De los 22 convenios, 10 terminaron en la fecha pactada en el contrato, los referentes a los subsidios de agua en los servicios públicos y las instalaciones de bebederos. En los 12 contratos restantes hubo prórrogas, y solo uno tuvo un aplazamiento menor, de un mes, un subsidio de servicios públicos. Los otros 11 contratos de obra pública pidieron mínimo el doble del tiempo estipulado al inicio (Ver infografía). Es decir, las obras de saneamiento, de construcción de pozos sépticos y las urbanísticas terminaron dependiendo del tiempo de prórroga para terminar su ejecución. Hubo casos extremos, como el de los estudios técnicos del Parque Lineal quebrada Olivares que tenía como meta tardar 24 días y terminó pidiendo 195 días de adición.
Estas tardanzas también le preocupan a Camilo Vallejo: "En todos lo contratos hay un principio de planeación, si la mayoría ha tenido prórrogas es porque algo no se está haciendo bien cuando se contrata con esta entidad pública". Mesa declaró que hubo inconvenientes por la nacionalización de algunos materiales y por el invierno. Los permisos también generaron retrasos. "Hubo demoras exageradas, no lo discuto. ¿Uno como empresa qué más hace? Darle la oportunidad al contratista", dijo e hizo la salvedad de que, a pesar de las demoras, nunca adicionó presupuesto a los contratistas.
Nueva gerencia
Juan Martín Zuluaga Tobón, gerente de Aguas de Manizales, destaca la utilidad de los CI. Permiten unir las necesidades de varias entidades y ahorrar dinero y tiempo en obras públicas. Pero acepta que "tienen un lado negativo si son usados para aprovecharse de regímenes especiales en la búsqueda de procesos de contratación con menos rigurosidad".
Acepta la polémica que se genera cuando en los convenios la Alcaldía tiene una mayor inversión de presupuesto, su reto, dice, es cómo ejecutar los recursos certificando la pluralidad de oferentes, la obtención de precios racionales y la libre competencia de cada una de las entidades. Sentencia: "no podemos dejar que eso se convierta más en una herramienta para evadir controles".
Destacado
Al comparar con la Administración de Jorge Eduardo Rojas, la Alcaldía de Octavio Cardona aumentó los convenios interadministrativos en un 43% y los costos en un 62%.
Octavio Cardona aseguró que estos aumentos obedecieron a varias coyunturas.
-El convenio para la construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (Ptar), exigido mediante Acción Popular.
-Contratos con Assbasalud para cubrir vacíos presupuestales.
-Convenios con MinHacienda para la construcción de colegios.
-Aumento de precio en contratos con la Chec e Invama.
Aseguró que estos convenios son naturales de la administración. Destaca que su Alcaldía no solo dio, también recibió dinero. Con Aguas de Manizales, hace referencia al Bulevar de Vizcaya. “Hacer la construcción por separado era inmanejable. Se necesitaba unir a Invama, Aguas de Manizales y el Municipio, por dinero y por practicidad”.
Cardona afirmó que la mayoría de los convenios con Aguas de Manizales eran firmados por la Secretaría de Obras Públicas. El entonces secretario, César Alberto Gutiérrez, fue contactado por este medio pero prefirió no referirse al tema.
El riesgo
“Está bien que las entidades de servicios públicos sigan contratando con régimen especial, es una garantía para competir en el mercado privado. La preocupación es que la Alcaldía se aproveche de esa posibilidad”, dice Camilo Vallejo, director de la Corporación Cívica de Caldas.
Explica que la Administración puede licitar contratos de obra pública. Si no lo hace y en su lugar firma un convenio, hay un riesgo de corrupción que aumenta cuando la entidad aliada tiene un régimen especial de contratación. Más, si la entidad se encarga de contratos de obra pública diferentes a su objeto social. Así lo señala Colombia Compra Eficiente en el Concepto 69 del 2019: “Los municipios pueden celebrar convenios interadministrativos siempre que tengan como objeto el cumplimiento de funciones o la prestación conjunta de servicios que se encuentran a su cargo, es decir, que pueden obtener el apoyo técnico especializado necesario para adelantar los procesos de contratación correspondientes y así ejecutar las obras públicas que tengan a su cargo, conforme con sus objetivos misionales”.
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