Respaldo y apoyo suenan por estos días a canto de ángeles para quienes quieren ver su nombre en un tarjetón en las elecciones del 25 de octubre de este año.
Ese visto bueno lo dan los partidos políticos, pero detrás están personas clave que después de un proceso legal son quienes dan la última palabra para que el aspirante reciba el anhelado aval.
Diego Cediel, analista político y profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana en Bogotá, explica que un aval es un reconocimiento que les dan los partidos a los candidatos para que hagan política bajo sus banderas, con sus principios, con su nombre, con su gente.
“Es el reconocimiento que se le otorga al candidato, y este, en contrapartida, tiene que actuar en función de los principios, las normas, los reglamentos y la filosofía de los partidos”.
Sostiene que aunque los partidos entre sus estructuras administrativas deben tener una comisión de asuntos éticos para revisar la probidad y la rectitud de los candidatos, y nutrirse de las mejores personas, siempre hay omisiones. Hay quienes aceptan candidatos con investigaciones precluidas en un organismo de control, porque ya se aclaró el problema, pero queda el antecedente que tuvo una investigación, pero no significa que hubiese salido culpable.
“Otra cosa es que acepte candidatos condenados. Ahí sí tendría un manto de duda, porque no reuniría los mínimos para solicitar un aval y ocupar un cargo de elección popular”.
Agrega que en las lógicas de los partidos, a veces las cabezas visibles o quienes arrastran más votos son quienes tienen el poder decisorio, pero hay detrás todo un equipo que no siempre se tiene que asociar con malos manejos o malas conductas electorales sino que son personas que hacen parte de la maquinaria.
“Se ha satanizado esta palabra. Maquinaria es tener un partido organizado, a cada líder enfilado, un esquema de inversores o de financiadores que pueden ser leales, y eso en política no está mal. Está mal es cuando se hace de manera ilegal”.
Los aspirantes pasan por inscripción en la plataforma web del Partido y revisión de antecedentes penales, fiscales y disciplinarios.
Nadie con condena o pena privativa de la libertad puede ser candidato por esta colectividad; tampoco los que tengan sanciones vigentes de algún órgano de control del Estado o quienes hayan sido condenados o tengan imputación por abuso sexual. De 17 mil inscritos en el país, quedaron por fuera 700 por estas causas.
Los avales los otorgan proporcional al número de votos de los congresistas, según las líneas: la del representante por Caldas a la Cámara Mario Castaño, presidente del Comité Departamental; la del senador antioqueño Luis Fernando Duque, vicepresidente de dicho Comité; la de la exrepresentante Adriana Franco y la de los liberales independientes; pero terminan acogiendo las directrices del Comité Departamental.
Para Concejo de Manizales se estima que la línea de Castaño tendrá 6 candidatos, la de Adriana Franco 4, la de los independientes 3, la de Duque 1, la de Magdalena Builes 1 y la de Lina Cardona 1. En la lista estarían también tres candidatos por derecho propio, por ser concejales.
Para la Asamblea irían con una lista de 12: 4 candidatos de Castaño, 1 de Franco, 1 de Duque, 2 por derecho propio al ser diputados y 4 mujeres.
Los directorios municipales y departamentales presentan las listas, que van a revisión de antecedentes por ventanilla única nacional; después, el Partido mira si la persona es militante, si no ha tenido conflictos internos. Respetan las listas a corporaciones públicas que mandan los departamentos. Si no existen impugnaciones y demandas por temas políticos, el directorio estudia la solicitud y la somete a votación conservando la ley de cuotas según votación de los congresistas. Para los cargos uninominales los directorios municipales y departamentales postulan candidatos y mandan los nombres a la Dirección Nacional, si no hay impugnación ni problemas jurídicos les dan el aval.
Si hay problemas políticos, como ocurre en Caldas con tres matices: senador Luis Emilio Sierra, representante a la Cámara Arturo Yepes y exsenador Ómar Yepes, se solucionan en sesión especial del Directorio Nacional, de esta instancia hacen parte 22 miembros, pero por Caldas está Ómar Yepes, que finalmente es quien tiene voz y voto.
Después de hacer visitas y recolectar nombres por los municipios, la Dirección Departamental del Partido define. Esta instancia la preside el excontralor de Manizales Luis Guillermo Trujillo; vicepresidente, Héctor Giraldo, de Salamina, y secretario ejecutivo, Jairo Antonio Mejía. Además está Agustín Moreno, designado por las directivas nacionales para hacerles entrevistas a los candidatos y coordinar las postulaciones de avales para Asamblea, alcaldías, concejos y ediles.
La Dirección Nacional es la que aprueba los avales para alcaldía de Manizales y Gobernación.
El congresista con más alto porcentaje en las votaciones posee el mayor número de curules en asamblea y concejos y el derecho a dar avales para alcaldías municipales y gobernación, esto es el senador Mauricio Lizcano Arango, y en menor proporción los representantes a la Cámara Hernán Penagos Giraldo y Luz Adriana Moreno Marmolejo. Concejales y diputados que busquen continuar, tienen aval por derecho propio.
Los nuevos aspirantes llenaron unos requisitos legales y la Dirección Nacional de la U en Bogotá definió a quiénes aprobaba. Someten a sorteo el número de cabeza de lista; por ejemplo, a Lizcano le toca en Asamblea el número uno en el tarjetón, y para Concejo de Manizales al candidato de Penagos.
Quienes aspiraron enviaron sus datos autenticados (formato de unas 11 hojas) a la sede municipal y luego a la Dirección Nacional en Bogotá, en cabeza de Óscar Iván Zuluaga para verificar antecedentes, militancia, entre otros puntos.
Las cabezas de lista las definen la Dirección Municipal y la Dirección Departamental, de acuerdo con las hojas de vida. Aunque dicen que es algo democrático y que las listas se definieron por votación en la consulta interna del Partido, tienen una alta injerencia el senador Carlos Felipe Mejía, el representante a la Cámara Hugo Hernán González y la hoy candidata a la Alcaldía de Manizales Adriana Gutiérrez Jaramillo.
Abrieron una plataforma virtual para postularse. Los aspirantes debían cumplir con el Sello Verde, que son los criterios para ponderar si la persona cumple los requisitos de antigüedad, activista social y ambiental, persona que lucha por las diversidades sexuales y culturales, potencial electoral y reconocimiento social.
La Dirección Departamental, en donde tienen asiento 33 personas, califican de 1 a 10 para seleccionar a los de mejor puntaje. Lo mismo hacen en cada municipio. Sin embargo los codirectores del Partido, Alexánder Rodríguez y Fabio Andrés Palomino, de Chinchiná, tienen la responsabilidad política de dar sus conceptos para decidir.
27 personas aspiran a integrar la lista al Concejo de Manizales, pero irán con 19. Para Asamblea, tendrán una lista de por lo menos 11 personas. También participarán con listas a concejos de 16 municipios y candidatos propios en 5 alcaldías.
Cada comité municipal define sus candidatos y los presenta al Comité Departamental, cuyo Comité Ejecutivo solicita los avales a la Dirección Nacional en Bogotá, que aprueba o hace objeciones.
Aunque cada municipio resuelve a quién inscribe, el presidente del Comité Municipal es Juan Ahumada, y el presidente del Comité Departamental es Óscar Gutiérrez Reyes, sobre quienes recaen las decisiones de este tipo. En la Dirección Nacional del Polo se encuentra Gutiérrez Reyes. Tendrán unos 150 candidatos en Caldas.
Recepcionan inscripciones a través de los comités Jurídico y Político que evalúan las hojas de vida y luego, por ventanilla única nacional verifican los antecedentes de los postulados. Pasan a un comité de evaluación nacional, en cabeza de Carlos Alberto Baena López, director nacional del Partido, quien da la última palabra.
Tienen una escuela de gobierno en la que forman los líderes para que sean candidatos, ahí hay un tamiz. No van a participar con candidatos a cargos uninominales, hacen acuerdos políticos para alcaldías y gobernación. Para las JAL de Manizales tienen 74 candidatos, 19 al Concejo Municipal, 11 a la Asamblea.
El mecanismo arranca en la ventanilla única nacional para revisar antecedentes penales y fiscales, luego viene la inscripción. Con los delegados de cada municipio y los dos delegados departamentales, Rafael Betancur Arias y Orley Trujillo Echeverri, se reúnen y deciden.
Los delegados departamentales presentan al Comité Ejecutivo Nacional las listas para que el presidente o el secretario de relaciones políticas firme los avales.
Participarán con candidaturas a las alcaldías de La Dorada, Villamaría, Chinchiná, Palestina, Aguadas, Marmato y Pensilvania. Para la Gobernación impulsan la candidatura de Jorge Eduardo Arbeláez Hoyos. Irán con listas a concejos de estos municipios, más los de Manizales, Viterbo y Victoria. En Riosucio y Supía van con listas del Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS).
En asamblea municipal, de la que participaron miembros del Partido Comunista y Reiniciar UP Caldas, definieron aspirantes para que la Dirección Nacional presidida por Aída Avella, el Comité Ejecutivo Nacional y la Comisión Electoral firmen los avales. Los documentos exigidos los envían a Bogotá, donde deciden. Por Caldas forma parte de la Dirección Nacional José Henry Ocampo, secretario de asuntos sindicales, con voz y voto.
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