Es ingenuo pensar que después de unos meses todo es perfecto, dijo el nuncio apostólico para Colombia

MARTHA LUCÍA GÓMEZ
LA PATRIA | MANIZALES

Cuando el nuncio apostólico en Colombia, Ettore Balestrero, se sentó en el trono del Palacio Arzobispal, que fue el que usó el primer obispo que tuvo Manizales, dijo que se sentía muy extraño en hacerlo, pero accedió a la invitación que le hizo el gobierno arzobispal reunido el pasado sábado.
"Nunca me había sentado en un trono y uno se siente un poco incómodo, pero hay que hacer lo que le preparan", manifestó el nuncio en una entrevista que concedió a LA PATRIA, antes de oficiar una eucaristía en la Catedral Basílica en homenaje a Nuestra Señora del Rosario, patrona de la Arquidiócesis.
Monseñor Balestrero, de 46 años, es un arzobispo católico nacido en Génova (Italia), licenciado en Teología y doctor en Derecho Canónico. En mayo de este año llegó a Colombia, designado nuncio apostólico en Colombia por el papa Benedicto XVI, antes de su renuncia, en reemplazo de monseñor Aldo Cavalli.

Servicio
- ¿Con la llegada del papa Francisco, es hoy una iglesia renovada y distinta?
Es la misma iglesia, pero siempre tiene que reformarse. La iglesia de hoy es parecida a la de ayer, y la de ayer era como la de hoy. No hay que caer en la equivocación de pensar que la de ayer era mala y después de cinco o seis meses todo es perfecto, eso sería un poco ingenuo. Él es una gran ayuda que Dios nos envía para dar un testimonio de mayor cercanía a la gente, y nos acuerda también que para estar cercanos a la gente tenemos que estar cerca de Dios.

- ¿Considera que las reformas desde el Vaticano están acercando más personas a la iglesia o está generando divisiones?
Los estudios que se están haciendo en la Santa Sede tienen el objetivo de tener una curia, cada vez más, al servicio de la iglesia en todos los sitios, siempre más cercana a la gente. Ese es un desafío contante y siempre hay que actualizarse, no para seguir el espíritu del mundo sino para ser más evangélicos, y de esa manera más cercanos a la gente.

Coherencia
- ¿El llamado del papa Francisco a ser humildes y vivir en austeridad, también debe ser un mensaje para el resto de sacerdotes y católicos?
El espíritu tiene que ser siempre de servicio y nuestra vida tiene que ser un testimonio de que verdaderamente la entregamos para los demás. La gente tiene derecho de ver que lo que predicamos se refleja en como vivimos, pero también tienen el deber de saber que todos somos débiles y así como hay debilidades en las familias y en los feligreses, pueden haber debilidades en los sacerdotes. Hay que mirar con mucha misericordia las debilidades y carencias de los demás, y ser muy responsables con las propias para intentar mejorar y dar un testimonio de fidelidad.

- ¿Esas debilidades son las que muchos le critican a la iglesia católica, cómo se están defendiendo de esas críticas?
El papa está trabajando mucho en este respecto. No son debilidades de la iglesia, son debilidades del hombre, que desde el comienzo del Colegio Apostólico las había. La manera para enfrentarlas es ser más evangélicos. Tener una relación personal profunda con Jesús y ser coherentes.

- ¿Siguiendo los parámetros de humildad que está proponiendo el papa Francisco, el Vaticano ha cambiado mucho en su esquema administrativo y político?
Sí, pero también hay como un mito que no refleja mucho la realidad. Trabajé allá, la gente es sencilla y entregada. Muchos cardenales viven como lo dijo el papa, en una manera bastante pobre.

Llamados
- ¿Hay quienes dicen que los movimientos de nueva evangelización en cierto momento estarían reemplazando a los sacerdotes, qué piensa de ello?
Es una riqueza. Los feligreses laicos dan un gran aporte, y es diferente al de los sacerdotes. No tienen que clericalizarse los laicos, y no tienen que laicizarse los sacerdotes. Los sacerdotes tienen que seguir su misión pastoral, sacerdotal, anunciar el evangelio, celebrar los sacramentos, escuchar las confesiones; cosas que los fieles laicos no pueden hacer. Los feligreses laicos tienen que ser testimonio de Dios en el mundo. De esta manera hay una comunión efectiva de trabajo.

- ¿Los movimientos juveniles en Colombia son fuertes, muchos acudieron al encuentro con el papa Francisco en Brasil, cómo aprovechar y fortalecer la fe entre esta población?
Les digo a los jóvenes que sigan así, que no tengan miedo de Jesús, que Jesús no quita nada sino que da todo. Que se pregunten lo que Dios quiere de ellos, no siempre lo que ellos quieren hacer, y que no teman de hacer elecciones fuertes porque Dios tal vez quiere mucho de la persona, sabe que puede dar y hacer mucho.

Mensajes del nuncio
* "Siempre den espacio a Dios, en todos los ámbitos de la vida personal, y ser sinceros con Dios. Para serlo hay que ser sinceros con la iglesia, porque Dios nos habla por medio de la iglesia".
* "El papa Francisco conoce a Colombia, tiene mucho respeto y aprecio por el país, el mensaje que él da es el de Aparecida: una iglesia que siempre sea más misionera; que salga a anunciar el evangelio sin miedo, con mucha humildad y con coherencia de vida".