LA PATRIA | MANIZALES *
Cerca de 200 personas se congregaron ayer afuera del Palacio de Justicia Fanny González Franco, en Manizales, para prender velas en memoria de los líderes sociales asesinados y rechazar los crímenes.
La manifestación hizo parte de una jornada nacional denominada Velatón que consistió en encender velas para honrar las vidas de los líderes. "Somos defensores de derechos humanos y no queremos ser amenazados o asesinados", declaraba la cartelera de una asistente. Otra decía: "Si la sangre siguiera siendo sangre después de derramada, mi país sería rojo".
Organizaciones sindicales de la ciudad organizaron la concentración. Óscar Arturo Orozco, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia seccional Caldas, dijo que las muertes buscan silenciar a un sector de la sociedad que hace oposición al Gobierno: "Buscan bajar el perfil a un movimiento social inconforme, en aras de que esto no se consolide. Es lo que buscan quienes han mantenido el poder en el país y cierto sector al que le conviene que continúe la guerra".
La Velatón se replicó en ciudades como Bogotá, Medellín, Cali, Pereira o Cartagena de Indias, entre muchas otras, e incluso en capitales del mundo como Berlín, París y Madrid, donde los colombianos sentaron una voz de protesta por la persecución que sufren los líderes sociales del país, según la Fiscalía, 30 defensores han sido asesinados este año y 178 desde 2016.
Sin embargo, el balance más preocupante es el de la Defensoría del Pueblo, según el cual entre el 1 de enero del 2016 y el 30 de junio del 2018 fueron asesinados 311.
Siete de esos asesinatos fueron perpetrados solo esta semana en diferentes localidades del país, lo que encendió las alarmas de las autoridades y la sociedad.
La mayor concentración anoche tuvo lugar en la Plaza de Bolívar, centro del poder político nacional, a donde acudieron, junto a miles de ciudadanos anónimos, el enviado especial de la Unión Europea (UE) para la paz de Colombia, Eamon Gilmore, y la embajadora del bloque comunitario, Patricia Llombart.
Igualmente se pudo ver entre la multitud al líder del partido político Farc, Rodrigo Londoño, que firmó la paz con el Gobierno en noviembre del 2016, junto con otros miembros de la antigua guerrilla.
Lucía Sotomayor, una inspectora de derechos humanos que estudia casos de crímenes de lesa humanidad cometidos por la Policía y el Ejército, dijo que están asesinando a los líderes y "el Estado colombiano no hace absolutamente nada" para evitarlo.
"Estamos en completa vulneración de nuestros derechos como seres humanos", dijo Sotomayor, quien delante de un micrófono gritó: "Por nuestros líderes sociales, no más, no más, no más", frase que fue replicada por los asistentes.
La investigadora agregó que la situación que enfrentan los líderes sociales en Colombia es "grave", lo que cree no es una sorpresa en una sociedad que no denuncia estos que llamó "crímenes de lesa humanidad".
Los manifestantes, algunos de los cuales llevaban siluetas que representaban a miembros del partido de izquierdas Unión Patriótica, que fue exterminado en la década de los ochenta con el asesinato de unos 4 mil de sus militantes, clamaron al unísono el que se ha convertido en su grito de alerta: "Que la paz no nos cueste la vida".
"Créame que toda esta gente, todos estos líderes sociales que están allá asesinados le dijeron a la UNP (Unidad Nacional de Protección) y al presidente (Juan Manuel Santos), 'nos van a matar' y no les pusieron cuidado", relató Armando Vergara, quien dice luchar por los derechos laborales de los policías.
Según Vergara "en Colombia no se puede hablar y al que habla lo callan", porque, añadió, en el país "los líderes sociales reciben la respuesta de que no tienen derecho" y la Unidad Nacional de Protección se ha dedicado "a cuidar a otras personas".
También llegaron a la manifestación miembros de grupos indígenas, quienes recordaron que muchos de sus líderes fueron asesinados en el conflicto armado y lo siguen siendo hoy.
Este grupo se situó en el centro de la plaza, al lado de la estatua del Libertador Simón Bolívar, para encender una fogata mientras repetían el mantra "agua mi sangre, aire mi aliento y fuego mi espíritu".
En Chinchiná
Que pare
Alexánder Álvarez
Son homicidios sistemáticos. El Gobierno Nacional debe garantizar una convivencia de distintas posturas sin que la vida esté en riesgo.
Alejandro Ramírez
Hay un silencio respecto a estos asesinatos. No podemos permitir que esta indolencia se extienda.
Luis Carlos Ávila
Estos homicidios no tienen cabida en los medios de comunicación, por eso hay que visibilizarlos con estos actos.
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