Las cosas no salieron como las planearon Luisa Fernanda Valencia, de 16 años, y su novio Luis David Carmona. El hijo que esperaban falleció el pasado lunes en el vientre de esta madre adolescente, mientras era atendida en el Hospital de Caldas SES. Familiares de la pareja aseguran que fue por negligencia médica.
María Lucidia Loaiza, tía de Luis David, contó que Luisa cumplió los nueve meses de embarazo el pasado 2 de mayo, pero que en el Hospital le dijeron que le faltaban 15 días de gestación y que se podía ir para la casa.
Ella comenzó a sentirse mal y el sábado pasado la llevaron a Assbasalud de San Cayetano, adonde le habían hecho los controles prenatales. Al día siguiente, al ver que no tenía dolores de parto, la remitieron al Hospital, según la familia, con una orden de cesárea.
"Esperábamos que ese día le hicieran la cesárea, pero nada. El lunes le aplicaron medicamentos para inducirle el parto, pero no le daban dolores", contó María Lucidia.
Alto riesgo
Jhoana Arcila, tía de Luisa Fernanda, indicó que a las 2:00 de la tarde le hicieron un monitoreo cardíaco al bebé y tenía latidos. Luego pusieron a caminar a su sobrina y después la subieron "al burro". Media hora después le volvieron a hacer un monitoreo, pero el corazón del bebé ya no latía.
"Después de muchos maltratos, nos fuimos para la Fiscalía. Allá nos informaron que no les habían reportado la muerte de ningún bebé. Nos dijeron que reclamáramos la historia clínica, pero no nos la quisieron entregar", relató Jhoana.
Según los reportes, Luisa tuvo un embarazo de alto riesgo porque le dio toxoplasmosis y el ADN del papá no era compatible con el de ella. Además tuvo una infección urinaria.
Familiares aseguraron que a Luisa la dejaron desgarrar y que a pesar de que era paciente de alto riesgo no le prestaron la atención suficiente. Señalan que el bebé era sano, que pesó tres mil 500 gramos y midió 54 centímetros. "No tuvo porque morir", dicen.
Conceptos médicos
Luis Edilberto Herrera, ginecobstetra del Hospital de Caldas SES, asegura que, en la historia clínica se registró que en ningún momento hubo inoperancia ni desatención. Que la joven no llegó con orden para cesárea, y un grupo de médicos manejó a la paciente.
"Siguiendo los protocolos, y ante la angustia de las gestantes que pasan las 40 semanas, se indujo el trabajo de parto en dos oportunidades. No hay justificación con la primera inducción fallida para llevarla a una cesárea. En la segunda oportunidad tuvo un trabajo de parto con evolución normal. Infortunadamente, en el expulsivo, sin que antes haya ninguna manifestación de compromiso del bienestar fetal, se encontró un cese abrupto de latidos cardíacos. Esto nos indicó que había muerte fetal. Pero antes no hubo indicación para llevar a la paciente a cesárea".
Agregó que muchas pacientes pueden llegar evaluadas por el médico general que les recomiendan cesárea, tal vez sin criterio y conocimiento suficiente, y que es el grupo de médicos del centro asistencial el que determina si la requiere.
En cuanto a presuntos malos tratos, dijo que él no estuvo todo el tiempo y que fueron muchos ginecobstetras los que trataron a Luisa, por lo que desconoce la situación.
Édinson Rafael Pitre, auditor médico de Assbasalud, explicó que a la paciente le hicieron seguimiento sin complicaciones, con bienestar materno y fetal. "Los signos vitales estaban dentro de los límites normales. Necesitaba intervención del especialista para que naciera el bebé", explicó el auditor.
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