ALEXANDRA SERNA
LA PATRIA | MANIZALES
El Consejo Superior aprobó el pasado lunes una nueva política de vinculación de docentes. Empezará a regir el próximo año, con el aumento de docentes catedráticos y la reducción de los ocasionales. Estos últimos están preocupados por su continuidad. También avalaron el aumento de los docentes de planta, pero falta la financiación. Carlos Emilio García, rector (e), explica los principales cambios. Incertidumbre.
Los docentes ocasionales, que cubren entre 20 y 40 horas semanales, solo se contratarán para remplazar vacantes definitivas, que surgen cuando los profesores de planta se jubilan o renuncian, y para remplazar a los de planta que se van a estudiar o asumen cargos administrativos en la institución o en otras entidades públicas. Actualmente eran contratados por necesidades de servicios o proyectos especiales. "El número crecía sin límites y en algún momento iba a ser insostenible", afirma Carlos Emilio García, rector (e) de la Universidad de Caldas.
Los docentes ocasionales no tienen contrato a término indefinido. "Los ocasionales de hoy que no cumplan con los requisitos no podrán seguir en el cargo, aunque podrían convertirse en catedráticos. Que lleven X número de años en la institución no implica que tengan que permanecer, pues son transitorios". Quienes sigan pasarán de ser contratados por dos períodos de cuatro meses y medio, cada uno, a un solo período de 10 u 11 meses.
Se pasará del 11% de las horas ofrecidas a estudiantes con docentes catedráticos, a máximo 28%. "La media nacional, comparándonos con las otras universidades públicas, está en 42%", justifica el rector (e).
Los docentes ocasionales tendrán menos horas de docencia para dedicarse a proyectos de investigación y extensión, es decir, tendrán prácticamente las mismas responsabilidades de los docentes de planta. Los catedráticos se contratarán principalmente para la docencia.
A ocasionales y catedráticos se les tendrá en cuenta la experiencia y la formación para homologar sus ingresos de acuerdo con el escalafón docente de planta, pero aún no se definen los montos. La propuesta es que, por ejemplo, la hora de un catedrático pase de $20 mil a $35 mil, o que el sueldo de un ocasional incremente de $2 millones 500 mil a $2 millones 800 mil. Esta última modalidad, además, tendrá el 50% de descuento para posgrados en la Universidad.
El Consejo Académico tiene máximo dos meses para reglamentar la reforma y definir cómo se escogerá a los docentes ocasionales y catedráticos, aunque la meta es que los cambios se den desde el próximo semestre.
Un estudio de la Universidad determinó que de aquí al 2018 se requieren 42 nuevas plazas para la nómina de planta, es decir, los docentes de término indefinido. El plan es vincular 21 el año entrante y el resto gradualmente, pero depende de que el Gobierno Nacional aumente las transferencias. Por lo pronto se proveerán esas 21 plazas con ocasionales.
La puesta en marcha de la reforma de contratación de los docentes ocasionales y catedráticos costará $2 mil 700 millones, que ya están garantizados con recursos propios de la Universidad, asegura García.
Catedráticos actuales: 196
Ocasionales: 303
De planta: 407
Liliana Duque, ocasional
Los que llevamos más de 10 años, que no entramos a remplazar a alguien sino por necesidad del servicio, ¿qué pasará con nosotros?, ¿pasaríamos a ser catedráticos? Aunque hay beneficios como el incentivo para estudiar.
Germán Darío Herrera, ocasional
Hay que esperar la reglamentación del Consejo Académico para mirar si realmente se mejorarán las condiciones laborales, pero preocupa la continuidad de muchos docentes. Lo benéfico es que los contratos serán más largos.
Yorlady Medina, ocasional y directora de Trabajo Social
Si bien habrá un buen número de catedráticos, estos no tienen la obligación de asistir a las reuniones, con que se construye la academia. Se afecta la calidad académica. Estoy de acuerdo con que los ocasionales no seamos directores.
Giovanny Herrera, catedrático
La reforma es terrible, pues al catedrático lo seguirán contratando solo para que dé la hora de clase, sin reconocerle las horas de preparación o asesoría. La homologación no compensará nada.
Los representantes profesoral y estudiantil ante el Consejo Superior no apoyaron la reforma. El primero, Juan Carlos Yepes, afirma a través de una carta que el aumento de docentes ocasionales en los últimos años se debe al crecimiento desmedido de la oferta académica y que su disminución, con el consecuente incremento de los catedráticos, afectará la calidad educativa. También sostiene que la necesidad de docentes de planta asciende a 105 nuevos cargos, y no a 42 como dice la administración de la Universidad de Caldas.
El representante estudiantil, Darío Arenas, agrega que cerca de 100 docentes ocasionales tendrán que decidir si se convierten en catedráticos o si renuncian, desconociendo los méritos cosechados por varios años.
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