CARLOS MARIO VALLEJO
LA PATRIA | Manizales
Me sentí como en mi último viaje en Transmilenio, desde la Avenida Chile hasta la calle 170, en Bogotá. Aunque esta vez no estuve al borde de la asfixia y con la cara y cuerpo pegados al vidrio de la puerta, debí esperar desde El Cable hasta Cristo Rey para tener un mínimo margen de movimiento: tres personas por metro cuadrado.
Adalberto Galvis, conductor de Sideral hace un año, ordenó que circuláramos registradora adentro para dar espacio a los pasajeros que acababan de subirse. Él reconoció la incomodidad, pero se excusó en la frecuencia. "Sí, este es el horario con más pasajeros. De las 5:00 p.m. en adelante y entre 6:00 y 7:30 a.m. es muy duro. Por eso hay un servicio cada cinco minutos", explicó. ¿Y los guardas no los parten con todo este sobrecupo? "Como esta es tarifa básica, no ponen mucho problema".
Al estudiante Andrés Mejía y la oficinista Lina Betancur les ha tocado presenciar otra situación que genera el exagerado sobrecupo. Andrés vio cómo el ladrón aprovechó el tumulto, alargó los dedos y se llevó la billetera. Y Lina ayudó a armar alboroto cuando una mano investigó el bolso de una señora. "¡Le tocó salir corriendo porque lo pillamos!".
Pero ese no es el único problema de la ruta, coincidieron Betancur y otros pasajeros. En la recta que comunica el paradero de El Guamal con el Terminal de Transportes, el trancón en horas pico es monumental, a lo que se suma la coyuntura de los trabajos que se adelantan a la entrada de Villamaría. Lina, residente del municipio, debe levantarse con dos horas de antelación para llegar a tiempo a su trabajo en Home Center. Y no siempre alcanza. "Esta semana perdí cuatro buses porque estaban llenos. Me tocó coger cable hasta el Centro y de allí buseta hasta el trabajo", contó.
Retrasos
Agregó que cuando juega el Once todo es un caos, aunque la última que le tocó le causó gracia. Un barrista local que abordó el bus y se entretenía soplando una botella de solución, hizo un escándalo pidiendo aire, pues no le tocó ventanilla. "A los gritos pedía que abrieran la puerta, pero el conductor nada. Antes le decía 'para que mete de eso aquí'. Al fin una muchacha se la cedió".
Desde el puesto de adelante, doña Deyanira para oreja y empieza a meter baza en la entrevista con Lina. "Es verdad. Ayer mi sobrina tenía una cita odontológica, salió dos horas antes y la perdió. No encontró espacio en el bus y además le tocó el trancón". Y ya en confianza, a ambas les ocurre la misma visión: "Deberían también poner un cable hasta El Cable". Y luego miran a lo alto a través del vidrio, proyectando el trayecto imaginario.
El secretario de Tránsito, Juan Felipe Álvarez, aterriza el ilusión. "La administración no tiene recursos para esto. Cualquier propuesta de extensión del cable tendría que venir de una asociación público-privada". Y acerca del sobrecupo: "Hay que revisar la frecuencia para evitar el sobrecupo ilegal. El señor tiene razón en que puede ir gente de pie por ser básico, pero no pueden ir parados todos los que quepan", aseveró.
El gerente de Expreso Sideral, Eduardo Robayo, declaró: "La situación se va a mejorar cuando se arreglen las obras a la entrada de Villamaría. Sería un ahorro de 20 a 30 minutos. En cuanto al sobrecupo, hay que ver que si se aumenta la frecuencia, se va a crear más trancón, aunque es una opción posible".
Opinan
Andrés Mejía
Chinchiná
Me toca levantarme dos horas antes, porque llego desde Chinchiná y voy hasta la Universidad Católica. Mucho sobrecupo.
Sergio Cardona
Villamaría
A toda hora esta buseta está llena. Deberían poner más buses.
Raúl Ramírez
Villamaría
Lo más duro es el trancón. Insoportable.
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