LAURA SÁNCHEZ
LA PATRIA | MANIZALES
Ingresar al Bosque Popular es cambiar de ambiente, dar un empujón a los pulmones y recargar energía en troncos de árboles. Aunque la mañana sea fría, como la de ayer.
Las actividades deportivas de los manizaleños en el Bosque se reiniciaron ayer a la par con la ciclovía de la Avenida Santander.
En la primera zona en la entrada, grupos de futbolistas aficionados jugaban banquitas sobre el pasto. En las bases de los árboles había pícnics, otros caminaban por senderos y las mascotas corrían de lado a lado. El frío no disminuyó.
Descendiendo están los juegos infantiles, completamente atiborrados de gritería y diversión. Hasta el árbol de pomarrosa talado. Un árbol menos que da refugio en el Bosque, que se suma a los seis más que talaron en septiembre pasado para construir el parqueadero.
Más abajo está la piscina recreativa, que con una temperatura mínima de 14° centígrados, cielo nublado y lluvias en algunos sectores de la ciudad, se mantuvo con usuarios.
Detrás de la caseta estaba Martín Bolívar y unas 15 niñas de Villahermosa, Comuneros, Solferino y Sinaí, haciendo piruetas. El grupo Winner Start madrugó a entrenar, para las competencias nacionales en noviembre en Santa Marta.
El grupo existe hace 13 años para darles opciones a las niñas. Se reúnen los martes, miércoles y sábados. "Es lo que nos gusta. Hemos progresado, nos hemos caído mucho, pero nunca lesionado", comenta Manuela Valencia, que junto a su gemela Mariana integran desde hace un año el equipo.
Sus entrenamientos son en el barrio, pero este año decidieron arrancar en un espacio diferente como el Bosque.
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