LUIS LÓPEZ CARMONA
LA PATRIA | MANIZALES
Un hombre de avanzada edad ordeñando cabras en la carrera 23; vendedores informales ofreciendo verduras; gente promocionando mercancía con megáfonos y altoparlantes; conductores infringiendo las normas de tránsito; basuras en la calle; andenes intransitables, e invasión del espacio público hacen parte del panorama de esa vía entre calles 14 y 32.
Alberto Hoyos, procurador Regional de Caldas realizó ayer una mesa de trabajo para discutir los problemas que han llevado al deterioro y suciedad de la carrera 23, que él denomina como "la puerta de Manizales". La idea era escuchar propuestas de asistentes de diferentes sectores para definir acciones rápidas y concretas para recuperar el sector.
Representantes de la sociedad civil, dirigentes públicos y privados compartieron su preocupación, tristeza e indignación al hablar de la que, en poco menos de una década, era un orgullo de Manizales. Muchos coincidieron en que el problema también es la poca apropiación de lo público, y la falta de conciencia ciudadana.
Inseguridad
"Después de las 6:00 de la tarde es un peligro caminar por esta vía", dijo Hoyos. La delincuencia se incrementó porque hay poca vigilancia en el sector y las cámaras de seguridad están malas. "La gente teme transitar por la 23 porque hay hurtos, fleteos y cosquilleos", agregó.
Luis Gonzaga Serna, presidente de la Asociación de Consumidores de Manizales, reclamó que la Alcaldía y la Policía deben hacer mayor vigilancia porque "entre los módulos hay delincuentes, y a los propietarios de estos les da miedo denunciar o hacer algo para evitar robos porque no tienen ni respaldo de policías, ni protección contra los ladrones, entonces les toca agachar la cabeza y quedarse callados".
En el encuentro se trataron otros aspectos como la invasión del espacio público, la contaminación ambiental y el abandono de las edificaciones (ver recuadros). La principal conclusión fue que se formó un comité de vigilancia entre gremios, academia y otros actores para hacerle seguimiento a las medidas que ejecutará la Alcaldía, mientras se adelanta la revisión del Plan de Ordenamiento Territorial, que incluirá una reglamentación específica para el espacio público.
Invasión del espacio público
El Concejo de Manizales aprobó en 1999 que los vendedores ambulantes ocuparan legalmente la carrera 23 por el mecanismo de módulos. No obstante, esa ocupación se excedió.
Gabriel Restrepo, representante de esos vendedores, indicó que llevan más de 40 años hablando de la recuperación de la 23 y nunca realizan acciones que cambien la situación. "Nosotros no somos los únicos invasores, aunque la proliferación es reiterativa porque ha aumentado el desempleo".
Juan David Giraldo, propietario de un establecimiento comercial, expresó que a través de la informalidad se llega a la ilegalidad, porque según él, defender el derecho a trabajar no significa vulnerar el de otros. "Los vendedores ambulantes que se apropian del espacio público también están vulnerando la igualdad al trabajo".
Luis Gonzaga Serna, presidente de la Asociación de Consumidores de Manizales, coincide en que los principales problemas son el desempleo y la invasión de los vendedores ambulantes. "Si los informales acatan las normas se podría superar el caos, ya que es imposible erradicar todos los focos de ventas informales".
Lina María Ramírez, presidente de la Cámara de Comercio de Manizales, expuso que recibe constantemente quejas de vendedores formales sobre gente que llega a competir y sin pagar impuestos. "No podemos ser simplistas con lo que pasa en la 23, como por ejemplo decir que la invasión es producto del desempleo y decidir tomarnos el Centro, descuidando lo público e incumpliendo las normas".
Contaminación ambiental
El ruido en la carrera 23 por algunos tramos es ensordecedor. Los pitos de automóviles, el uso de altoparlantes en algunos establecimientos comerciales y vehículos llenos de mercancía que utilizan megáfonos para promocionar la mercancía exceden los 60 decibeles permitidos, indicó Alberto Hoyos, procurador Regional de Caldas.
María Úrsula Botero, directora de la Asociación Cívica Centro Histórico de Manizales, aseguró que como habitante del sector ve que "la carrera 23 es un mugrero, por los desechos en la calle a cualquier hora del día". A pesar de la recolección repetitiva que hace Emas, los peatones tienen que esquivar basuras para transitar.
José Fernando Olarte, secretario municipal de Planeación, dijo que se tiene que institucionalizar la recuperación de esa vía para que haya resultados positivos. "Las basuras son un asunto de cultura ciudadana, creemos que la empresa de aseo debe recoger los desechos en el lugar donde los queramos arrojar".
Abandono de las edificaciones
Algunas edificaciones también son invadidas por vendedores ambulantes. El abandono se ve reflejado en sus fachadas, y las casas republicanas sucias y despedazadas hace que algunos peatones y turistas las confundan con casa viejas abandonadas.
Para Lina María Ramírez, presidente de la Cámara de Comercio, se está desaprovechando una oportunidad económica con el deterioro del Centro Histórico y el desconocimiento del patrimonio cultural de Manizales.
María Úrsula Botero, directora de la Asociación Cívica Centro Histórico, manifestó que se había llegado a un punto muy bajo, porque en la ciudad se habla del problema de la 23, surgen muchas ideas y no se concreta nada. "Este tema nos toca a todos y los dolientes somos los ciudadanos. No podemos esperar a que cabezas altas hagan las cosas por nosotros, debe haber inclusión ciudadana porque hay que recuperar lo que hemos perdido".
De a pie
Vendedores y peatones de la carrera 23 hablaron de los principales problemas que ellos ven el sector.
Jairo Corrales, La Carola
Hay inseguridad debido a la venta y consumo de bazuco, además la invasión del espacio público es una evidencia de que la Alcaldía no pone orden.
Érika Sánchez, El Bosque
Que haya tanta gente y sea tan estrecha para caminar.
Daniel Franco, San Jorge
Los vendedores ambulantes, porque invaden el espacio público que es donde transita la gente.
Carlos Gutiérrez, 20 de julio
Hay mucha indigencia y todos los días aparecen habitantes de la calle nuevos.
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