MARTHA LUCÍA GÓMEZ
LA PATRIA | MANIZALES
A Beatriz Aristizábal le tocó hacer trasteo a pie en un día, hasta la casa de su hermana a cuadra y media. Así, a la carrera, por el deslizamiento de tierra del pasado lunes en el barrio Las Colinas, que obligó a desocupar cuatro casas.
Está desempleada, vive con un hijo de 12 años, y pagaba $280 mil de arrendamiento en un segundo piso. Por la emergencia, la Alcaldía le otorgó un auxilio de arrendamiento por $250 mil, que según ella no le alcanzan para encontrar algo similar. “Por acá los arrendamientos son de $350 mil en adelante, fuera de los servicios. Si me voy para donde un familiar tengo que ayudar con dinero, en ninguna parte lo reciben a uno de cachete”.
Muy caro
De lo mismo se quejan Alexánder Betancur, Hugo Correa y Santiago Sanín, no creen que encontrarán una vivienda para arrendar por ese valor, y eso que en el caso de Betancur recibieron $750 mil porque son tres grupos de una misma familia, 11 miembros en total.
Betancur explica que consiguieron una casa a unos 30 metros de la que estaban desocupando ayer, y que quedó al pie de la corona del derrumbe. “Buscamos lo más cerca para ponerle cuidado a la casa, que tiene 10 habitaciones. Si nos vamos lejos podrían llegar los amigos de lo ajeno”.
El día del derrumbe en la mañana, vecinos les regalaron desayuno y almuerzo, y en la noche les tocó comprar comida en la calle y buscar posada donde familiares.
Correa, arrendatario, cuenta que el lunes en la noche se quedaron donde un familiar en el barrio Altos de Capri, a unos 20 minutos en carro. Únicamente pudieron entrar a la casa, otra de las quedó al pie del deslizamiento, y sacar una muda de ropa. “El resto de cosas se quedaron allá. Con la plata que nos dan es imposible arrendar una casa, toca mirar con tiempito. Estamos en aprietos, llegamos hace 20 días de Bogotá”.
En la primera planta de esta última casa residía otra familia de cuatro miembros, también en arrendamiento, y en la vecina otra familia, pero los vecinos no saben para dónde se fueron.
Sanín vivía con su compañera y otras dos personas en el primer piso de la casa de donde desocupó Beatriz. Aunque agradece que la Alcaldía les haya ayudado, también se siente asustado por los arrendamientos. “Nos tocó pagar $230 mil para guardar parte de las cosas, y el resto nos lo recibieron en la casa de mi compañera. Por fortuna tenemos familiares en cuadras cercanas y nos ubicamos. Por unos bajos nos cobran $550 mil”.
¿Fue el tubo?
Aunque Sanín expresa que en los tres años que lleva viviendo en el barrio nunca había visto nada extraño en el terreno, el lunes en la mañana, antes del derrumbe, una vecina le dijo que había un tubo botando agua. “No presté mucha atención, y luego sentí a toda la gente gritando y aglomerada. Fue cuando se fue todo eso”.
Habla de los por lo menos 800 metros cúbicos de tierra, que equivalen a unos 150 viajes de volquetas llenas, y que se derrumbaron hasta la vía vieja a Villamaría. El hecho sepultó una moto, que socorristas y obreros recuperaron más tarde.
Betancur también asegura que el deslizamiento lo provocó el daño del tubo. “Están diciendo que fue por el invierno, y no. El lunes en la mañana, sobre la vía que se llevó el derrumbe, brotaba agua, cuando menos pensamos se fue todo. Que nos den una razón”.
Investigaciones
Jairo Alfredo López, director de la Unidad de Gestión del Riesgo (UGR) en Manizales, responde a las inquietudes de la comunidad.
- ¿Cuáles fueron las causas del derrumbe?
El tema se lleva un buen tiempo, varias autoridades investigan. En el transcurso de estos días se perfilará el talud para evitar que se sigan presentando desprendimientos de capa vegetal o de tierra, luego vienen unos estudios técnicos que dirán las obras de mitigación que se deben realizar.
- Las familias dicen que los $250 mil del auxilio son muy poco para conseguir otra vivienda.
Este subsidio lo da la Administración para solidarizarse con las personas. El monto lo estipula el Consejo Municipal de Gestión del Riesgo. Un factor que pudo haber incidido para que se presentara el deslizamiento es la mala disposición de las aguas lluvias de dos viviendas que conectaban con la ladera, no tenían bajantes, caían directamente a la ladera. Por eso se pide que en cualquier acontecimiento, por más mínimo que sea, comunicarse con la línea 119 de Bomberos, pero en muchas oportunidades la gente no reacciona sino hasta cuando ya ocurren estos hechos.
- La comunidad asegura que el derrumbe lo ocasionó un tubo de agua, que al parecer estaba roto desde antes.
Ni en la UGR ni en Bomberos habíamos recibido esta información. Lo que pasa es que en el subconsciente de la ciudadanía quedó el tema de Cervantes, y cualquier situación que se presenta en la ciudad, dice que pasó o va a pasar lo mismo. Las investigaciones determinarán las causas del deslizamiento. Adicionalmente, en el municipio la gran mayoría de laderas tienen filtraciones naturales y la gente puede confundir este tipo de acontecimientos con la ruptura del tubo. Cuando llegamos había un tubo de agua roto y otro de gas, producto del deslizamiento.
- ¿Cuánto tiempo estiman que demoren las obras?
El perfilamiento, en cuestión de días; los estudios podrán tardar un mes y medio o dos meses, y se pasaría a buscar los recursos para ejecutar las obras de estabilidad en la ladera. Mientras tanto las casas no pueden ser ocupadas, por eso se otorgó un subsidio de arrendamiento, por un mes a los arrendatarios y tres meses a los propietarios.
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