Cerró celebración con la pedagogía del papa Francisco

LUISA MARÍA HURTADO

LA PATRIA | MANIZALES

Guillermo León Escobar, fue el invitado especial para concluir, con una conferencia, la celebración de los 60 años de la Universidad Católica. Es quindiano y durante nueve años fue Embajador Plenipotenciario de Colombia ante la Santa Sede.

El pasado viernes estuvo en el Teatro Los Fundadores con su exposición sobre Las nuevas líneas de la pedagogía en el mundo globalizado. Arqueología de los valores. Por los caminos del papa Francisco. El sociólogo y especializado en ciencias políticas habló con LA PATRIA sobre algunos temas.

¿Cuál fue su experiencia en el Vaticano?

Fueron nueve años extraordinarios, pero lamentablemente no tuve el tiempo suficiente para hacer lo que quería. Normalmente la gente se pregunta qué es lo que hace un embajador y la mayoría no sabe. Yo estaba metido en la rutina de la embajada, pero hacía parte del Pontificio consejo para la familia con todos esos temas de la vida, del aborto y todas estas reflexiones que ocupan al mundo contemporáneo y cuando uno está en eso, tiene que leer, pensar, escribir y hablar, y no tuve la oportunidad de hacerlo al mismo tiempo.

¿Y a qué se dedica ahora?

Después de ser embajador, fui hasta la semana pasada, porque ya se me venció el quinquenio, consultor y perito pontificio. Hoy estoy dirigiendo una fundación que se llama Fe y Paz, encargada del posconflicto y acaba de ser establecida en Bogotá. Está vinculada al obispado castrense porque las Fuerzas Armadas son parte del conflicto y si se va a hablar hacia un lado, el otro lado, y la sociedad civil, hay que hacerlo con el mismo lenguaje y con los mismos valores. 

¿Qué piensa sobre las propuestas del Papa Francisco?

Con una anécdota le respondo mejor. Estaba en una clínica en Alemania, después de haberse establecido el pontificado de Francisco y entonces me visitó un pastor protestante, amigo mío, y me preguntó si ya había leído las 10 encíclicas del papa Francisco. Le dije: no ha tenido tiempo ni siquiera de escribir la primera y me contestó: esta vez usted está equivocado.

Los protestantes hemos encontrado que la tarea del papa Francisco es ponerle gestos a las palabras que ustedes dicen. La gente habla de pobreza, él vino a ser pobre; hablan de misericordia, él vino a ser misericordioso; hablan del imperio de la verdad, él vino a decir la verdad; hablan de la moralidad y él vino a imponerla. De manera que las líneas básicas no son de otro orden, sino la aplicación total y al pie de la letra del evangelio, que es algo muy difícil.

¿Entonces no se hacía bien el trabajo?

No se hacía lo suficientemente bien. Hay una frase del evangelio que dice "por sus frutos los conoceréis" y cuando uno entra y ve que el café tiene broca o roya, quiere decir que no se ha cuidado bien. El café estaba plantado, pero llegó alguien a corregir las formas de cultivo y de presentación y creo que así, gusta más lo que la iglesia produce, es decir, el papa Francisco vino a limpiar, a construir y a poner en evidencia que el que dice amar a Dios, a quien no ve, y no cuida del prójimo, al que sí ve, es un mentiroso.

Valores

¿A qué se refiere cuando habla de Arqueología de los valores?

Cuando usted ve a un arqueólogo, es un señor que va con un rastrillo limpiando y limpiando algún objeto, hasta que descubre una señal que le indica, por ejemplo, que ese pueblo es más antiguo de lo que se creía. Los valores en nuestra sociedad han desaparecido tanto, que se necesita limpiar para saber si realmente el no mentir es un valor.

¿Y por qué han desaparecido?

Porque la rutina genera olvido, aún de los afectos, por ejemplo, cuando usted se mecaniza en su vida afectiva, desaparecen los detalles. Eso mismo pasa con la filosofía y otros ámbitos, es el caso de aquel profesor inteligente que dejó de leer y desaparecieron sus conocimientos, entonces hay que buscarlos con ese rastrillo para encontrar lo que alguna vez supo.

Sobre el aborto ¿qué puede decir?

Es una gran discusión donde la Iglesia no va a dar ningún brazo a torcer porque el principio general es la defensa por la vida. Una vez se acepte ese principio, todo lo demás se vuelve problemático porque todavía no se ha encontrado el equilibrio de una filosofía de pensamiento masculino y de pensamiento femenino. Es ahí donde tiene que encontrarse un equilibrio, desde el punto de vista social, para elaborar una nueva ética que no puede ser contra la vida.

¿Y sobre la educación?

La instrucción pública es muy buena, la capacitación es excelente. Los colegios y la mayoría de universidades son buenas en términos de instrucción; el Sena y escuelas de artes u oficios son buenas en términos de capacitación. Lo que veo es que en educación estamos mal, hemos olvidado para dónde vamos y de dónde venimos. Ese fue el propósito de mi conferencia.

¿Qué piensa sobre la religión y la política?

A mí no me molesta que se tomen opciones políticas de un lado u otro. Lo grave es que esas opciones se tomen solamente de un lado, porque la democracia trae consigo la posibilidad y la exigencia de pensar según la realidad que uno está viviendo. Hay personas, por ejemplo, que viven cerca a los menesterosos, que no pueden pensar como piensan las que están cercanas a los bienhabientes, entonces las ideologías son múltiples y deben permanecer. Pero hay una cuestión, hay curas que no tienen una ideología sino una doctrina que los unifica y los obliga a amar tanto a los bienhabientes, que los haga solidarios con los que nada poseen, y amar tanto a los que nada poseen, que lleguen a adquirir algunos elementos que le permitan vivir una vida más humana.

¿Pero entonces sí es buena la relación entre política y religión?

Debe haber un diálogo entre política y religión inevitablemente, pero lo que no debe haber es la religión dominada por la política ni la política dominada por la religión.