Así se corona La Cumbre en buseta

Foto | LA PATRIA
El color rojo de las busetas caracteriza al barrio La Cumbre.

LA PATRIA | Manizales

Mientras compraba un brownie me dejó el transporte, pero pronto apareció la siguiente buseta. Es un recorrido que se hace lento al principio y a medida que avanza se nota el leve aumento del ritmo.

Un olor a perfume barato se sentía en el vehículo rojo, color que distingue a la Cooperativa Unitrans de Manizales. Su destino: el barrio La Cumbre, desde las empinadas subidas de La Aurora y La Francia.

Un pasajero se sube preguntando si va por El Cable, aún cuando está claro en el aviso de ruta. Un hombre se ve agazapado en el último rincón, pero se baja pronto.

El tránsito por la Avenida Santander es una conjugación de situaciones. Se sube una mujer obesa sosteniendo con encarte una carpeta que parece ser una hoja de vida. Tampoco falta la subida por detrás del vehículo, que se complementa con la recogida de un adulto, quien luce un tapabocas puesto en el cuello.

Dos mujeres adultas hablan en voz baja, hasta que la buseta da un giro. Con mirada acusadora una se despide de su amiga, no sin antes decir que estaba en la ruta equivocada. "Tocó caminar", dice.

Sí hay puesto

Al ritmo de la canción No hay cama pa' tanta gente, en una buseta en la que sobran puestos, una mamá quien carga a su bebé dormida mira, eleva la cabeza, luego la saca por un lado y con dulce voz le dice al conductor: "Por aquí es tan amable".

Él la mira por su espejo panorámico y condescendiente baja lento la velocidad hasta detenerse completamente. La mamá camina a la parte trasera. Los que quedamos en el vehículo la acompañamos con la mirada hasta que están a salvo en el andén.

Sin embargo, queda otro bebé a bordo. El pequeño llora. Ni el tetero lo calma. Su mamá y otra acompañante se turnan para cargarlo. Luego con la cabeza recostada en el hombro de la progenitora introduce el dedo en la nariz. Ya no se queja y pronto se rinde ante el sueño.

Antes de subir a La Cumbre quedan pocos pasajeros. Al llegar a la cancha de Minitas el conductor lanza una acostumbrada pregunta para estos casos: "¿Quién va para Minitas?". Un estudiante confirma que sí. Esta vez no se ahorró la vuelta.

Cerca del final del recorrido el barrio deja entrever su cotidianidad. Una ama de casa sacude una cobija de colores desde una segunda planta. El conductor parquea la buseta y espera su nuevo turno para volver a La Aurora.

Servicio

Cuatro rutas de diferentes sitios de la ciudad llegan a La Cumbre. Provienen de La Aurora, El Tablazo y Veracruz. Una más parte hacia el terminal y se devuelve.