Todos los días, como sucedió ayer, en la finca Jacaranda, ubicada en la vía que comunica a Santágueda con Palestina (Caldas), se ve este espectáculo por la mañana.
Pajaritos de todos los colores llegan y aceptan el desayuno que les ponen allí: un plátano maduro para todos.
El hecho es un bello acontecer para quienes llegan cada fin de semana a esta lugar, una balcón para apreciar la zona.
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