Más de 50.000 personas esperan en el extremo del noreste de Australia que el cielo esté despejado para poder presenciar el miércoles un eclipse total de Sol, un fenómeno que no ocurre en el país desde 2002, informaron hoy medios locales.
El recorrido de este eclipse total de Sol comenzará en Australia al amanecer del miércoles 14 en la zona aborigen de Arnhem Land, después seguirá por el Cabo York, antes de seguir por el Pacífico, aunque el mejor lugar, si el clima lo permite, es la ciudad de Cairns, en el estado de Queensland, según Astronomía Australia.
Allí se podrá ver en su plenitud el eclipse total de Sol, que ocurre cuando el disco del Sol es tapado totalmente por la Luna, por dos minutos y cincos segundos alrededor de las 6.38 hora local (19.38 gmt) a unos 13,5 grados sobre el horizonte, agregó este organismo de investigación astronómica.
Pero la Oficina de Meteorología ha pronosticado lluvias aisladas y la presencia nubes en el cielo, condiciones que pueden impedir la visibilidad del eclipse total de Sol en localidades como Cairns.
"En el culmen del eclipse y en plena mañana, la luz se debilitará a niveles de un crepúsculo. Muchos animales se sentirán confundidos y se comportarán como si fuera un atardecer y se verá el brillo de las estrellas y los planetas", explicó Signe Riemer-Sørensen, físico-matemática de la Universidad de Queensland.
En un artículo publicado hoy en The Conversation, la científica enfatizó que se podrá apreciar en este eclipse la corona o zona superior de la atmósfera del Sol, así como el efecto llamado "anillo de diamante" o el área brillante que aparece al "borde" de la Luna.
Este espectáculo se podrá ver parcialmente en el resto de la costa oriental de Australia, Papúa Nueva Guinea, Nueva Zelanda, el este de Indonesia, así como en el sur de Argentina y Chile.
En Nueva Zelanda, el eclipse coincidirá el miércoles con el 64 cumpleaños del príncipe Carlos de Inglaterra, quien estará en Wellington junto a su esposa Camilla como parte de una gira por el Jubileo de Diamantes de la Reina Isabel II.
El último eclipse de sol que se vio en Australia fue el 4 de diciembre de 2002 cuando la localidad de Ceduna, en el sur del país, se sumergió en tinieblas y este evento no se repetirá en la isla-continente hasta el 2028.
Este fenómeno ya ha sido observado miles de años antes también por los aborígenes de Australia, según un estudio de los astrofísicos Duane Hamacher y Ray Norris sobre la mitología aborigen frente a los fenómenos naturales.
Los aborígenes australianos tenían diversas explicaciones sobre los fenómenos naturales y algunos creían que los elipses eran señales de mal agüero o de magia negra como los Arrernte o los Wardaman que creían que se trataba de un pájaro negro que cubría al sol, pero otros grupos, como la tribu Yolgnu, de Arnhem Land, creían que el eclipse era un acto de copulación entre el sol y la luna.
"Algunos grupos como los Euahlayi, del estado Nueva Gales del Sur, notaron el movimiento en zigzag y el desplazamiento de la luna a través del cielo e interpretaban que la Luna-hombre (Bahloo) evitaba el avance de el Sol-mujer (Yhi)", según Hamacher.
Pero cuando ocurre un eclipse, los aborígenes pensaban que "ella superaba y atacaba a Bahloo", comentó el astrofísico en un artículo publicado el año pasado por la revista Australian Geographic
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