Mario Villar
Efe | LA PATRIA | Naciones Unidas
La situación en Siria sigue empeorando, según denunció Naciones Unidas, que alertó de que el número de personas en áreas bajo sitio se acerca ya a un millón, de que muchos pasan hambre y de que los ataques contra civiles no hacen más que endurecerse.
El jefe humanitario de la ONU, Stephen O'Brien, dijo que los ataques aéreos y los bombardeos matan e hieren a más y más civiles (...). “Los asedios aumentan, la gente tiene hambre. Escuelas y hospitales son bombardeados. La ONU es obstruida cada vez más para llevar ayuda a los más necesitados", señaló.
Según los últimos datos de Naciones Unidas, el número de personas que viven bajo sitio se ha doblado en los últimos seis meses y alcanza ya los 974 mil 80.
Hace un año, esa cifra era de 393 mil 700, según recordó O'Brien, que denunció un "aumento masivo" en el uso de los asedios, una "táctica cruel deliberada" y de cuyo uso acusó principalmente al Gobierno de Siria.
Alepo, sitiada
O'Brien se centro en la situación en Alepo, donde las fuerzas gubernamentales tienen rodeada la zona este de la ciudad, bajo control rebelde, y donde en la última semana lanzaron de nuevo una gran ofensiva tras una tregua de casi un mes.
Según explicó, esos nuevos ataques fueron devastadores para los civiles y los bombardeos no se detienen desde el pasado martes.
Cientos de civiles murieron o resultaron heridos en los ataques en esa zona, mientras que el área occidental de Alepo, bajo control del Gobierno, fue objetivo de fuego de mortero y proyectiles, que dejaron cerca de 60 muertos desde el comienzo del mes.
Como consecuencia, 25 mil personas escaparon de sus hogares en las últimas semanas, dijo O'Brien.
"Esto no es lo habitual. Lo que se ha descargado esta última semana contra los civiles es un nuevo punto bajo de una violencia inhumana implacable", apuntó.
Una vez más, el jefe humanitario de la ONU llamó a las partes del conflicto y a aquellos que tienen influencia sobre ellas a poner fin a la masacre y a dar las garantías necesarias para que se pueda llevar ayuda a la población.
Las raciones de comida distribuidas por Naciones Unidas en Alepo oriental se terminaron y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en esa parte de la ciudad no hay ningún hospital operativo tras los últimos bombardeos.
Rusia y Occidente intercambiaron una vez más acusaciones en la reunión del Consejo de Seguridad, en la que la embajadora estadounidense, Samantha Power, leyó una lista con una decena de generales, coroneles y otros altos cargos que, según EE.UU., han sido desde el 2011 responsables de "matar y herir a civiles con ataques aéreos y terrestres contra ciudades, áreas residenciales e infraestructuras civiles" o que han estado al mando de cárceles donde se tortura a los prisioneros.
Rusia, mientras, cusó a EE.UU. de ni siquiera respetar sus propios principios sobre la presunción de inocencia.
Además, insistió en su defensa del régimen de Bachar al Asad y acusó a las potencias occidentales y a otros países de tratar de derrocarlo y de generar más caos en la región.
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