ELÍAS L. BENARROCH
EFE | LA PATRIA | QUITO
Tres militares ecuatorianos murieron y al menos otros siete resultaron heridos ayer por la detonación de un artefacto explosivo en el sector de Mataje, en la frontera con Colombia, en el que se convierte en el sexto ataque de este tipo desde finales de enero.
El suceso ha causado conmoción en Ecuador por el alto número de víctimas y porque no parece a estas alturas que el fenómeno de los grupos armados delictivos que atacan a las fuerzas ecuatorianas parezca tener fin a corto plazo.
El presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, condenó el ataque registrado y aseguró que son producto de la lucha que su Gobierno ha lanzado contra el crimen organizado y la delincuencia.
El ataque tuvo lugar por la mañana en la provincia de Esmeraldas, la misma donde ocurrieron los otros cinco, en esos casos sin causar víctimas mortales.
"Una patrulla que realizaba operaciones de vigilancia y control de la frontera norte, en el sector de Mataje (...) fue afectada por la detonación de un artefacto explosivo artesanal colocado a un costado de la carretera. Producto del hecho se registra el lamentable deceso de tres miembros de las Fuerzas Armadas", señaló el Ministerio de Defensa en un comunicado.
Los fallecidos han sido identificados por el Ministerio como Luis Alfredo Mosquera, Jairon Estiven Sandoval y Sergio Jordan Cedeño, miembros del Departamento Naval de Esmeraldas, que ya ha sido blanco de otros ataques en el último mes.
En el suceso, que es investigado por la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, resultaron heridas al menos otros siete soldados, tres de ellos de gravedad y que fueron evacuados en helicóptero hasta el Hospital de Especialidades de las FF.AA. en Quito.
La agresión, que según indicaron fuentes militares fue obra de "grupos irregulares", se produce después de que el pasado domingo dos miembros de las Fuerzas Armadas ecuatorianas resultaran heridos en otro ataque en la zona fronteriza.
En los últimos meses se han incrementado las agresiones contra fuerzas ecuatorianas desplegadas en la zona o que patrullan la divisoria, ataques que las autoridades atribuyen principalmente a grupos de narcotraficantes colombianos u organizaciones afines que dan cobijo a esa actividad.
A finales de enero el Ejército ecuatoriano reforzó la seguridad en esa zona, tras una explosión contra una comisaría de Policía en la localidad de San Lorenzo.
Después de ese ataque, Ecuador también pidió a Colombia, en una reunión bilateral de los dos Gobiernos en Pereira, el pasado 15 de febrero, que desplace fuerzas al sur del país, a lo largo de la frontera, para evitar el cruce de grupos armados delictivos.
Ayer, tras conocer el suceso, el presidente Juan Manuel Santos, pidió convocar la Comisión Binacional Fronteriza, en un mensaje por su cuenta de Twitter en el que señaló que la petición se la hizo al ministro colombiano de Defensa, Luis Carlos Villegas.
La Comisión Binacional Fronteriza (Combifron) es el órgano responsable de los asuntos de seguridad y cooperación en las zonas limítrofes entre Colombia y Ecuador.
El mandatario colombiano, que está de visita en Brasil, manifestó su solidaridad "con el pueblo ecuatoriano, sus fuerzas armadas (...) y familiares de víctimas del atentado".
Ecuador y Colombia comparten 500 kilómetros de frontera terrestre que va desde la zona costera, en el océano Pacífico, la sierra andina y la región amazónica.
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