EFE | LA PATRIA | TEGUCIGALPA
Los líos judiciales de la senadora electa Piedad Córdoba, de la coalición colombiana Pacto Histórico, vuelven a empantanar la campaña de Gustavo Petro, tras ser retenida el miércoles en Honduras con casi 68.000 dólares que no declaró en el Aeropuerto Internacional de Palmerola.
Ayer el Instituto Nacional de Migración de Honduras (INM) informó mediante un comunicado que “después de las investigaciones y la documentación presentada al Ministerio Público, (Córdoba) ya no se encuentra en retención administrativa”.
La senadora electa colombiana, de 67 años, “no posee ninguna restricción de movilidad, por lo que está en total libertad de permanecer o abandonar el país conforme ella lo decida”, añadió el INM.
Las leyes hondureñas permiten hasta 10.000 dólares como cantidad máxima de dinero que puede llevar una persona, siempre y cuando compruebe su procedencia.
La viceministra hondureña de Seguridad, Julissa Villanueva, visitó ayer a Córdoba que se encontraba bajo custodia policial.
“Evalúe la condición médica y lugar donde se encuentra la exsenadora Piedad Córdoba, quien permanece en custodia por la @PoliciaHonduras, de acuerdo con los procedimientos de ley. El respeto de los derechos humanos es irrestricto para todos en Honduras”, según un mensaje de Villanueva en Twitter, que acompañó con una fotografía de la política colombiana.
En un comunicado, la sede del Ejecutivo en Tegucigalpa señaló que Córdoba solicitó el martes una audiencia con la presidenta hondureña, Xiomara Castro, “con el objetivo de saludarla y fue recibida como amiga y líder política”.
Añadió que Córdoba fue “retenida provisionalmente en el aeropuerto por portar dólares que, según su propia versión, eran propiedad de un empresario colombiano que ella misma identificó en Tegucigalpa” y que la información del caso fue trasladada al Ministerio Público.
Escándalos
Córdoba, que ya había sido senadora entre 1994 y 2010, ha estado en el ojo del huracán luego de que en febrero se conociera, en una investigación de Noticias Caracol, una declaración ante la Fiscalía de Andrés Vásquez, exasesor de la congresista electa.
En ella, el hombre aseguró que hace unos 15 años la política “habría capitalizado políticamente la entrega de secuestrados hasta el punto de conseguir que las liberaciones de Íngrid Betancourt y de los tres contratistas estadounidenses se retrasaran”.
La senadora también ha sido acusada de tener vínculos con el supuesto testaferro del presidente venezolano, Nicolás Maduro, Álex Saab, quien está detenido en EE.UU. y con el que ella habría viajado y hecho negocios, como algunos sectores políticos denuncian.
En febrero, Álvaro Fredy Córdoba Ruiz, hermano de la senadora, fue capturado en Medellín ya que es pedido por las autoridades de Estados Unidos en extradición. Córdoba es señalado de tener nexos con narcotraficantes, entre ellos el disidente Gentil Duarte, quien fue asesinado en Venezuela en un combate con excombatientes de las antiguas Farc.
Álvaro Fredy Córdoba, por ahora detenido en Colombia, deberá responder ante la justicia norteamericana por los delitos de tráfico de drogas, armas de fuego y conspiración.
Ante lo ocurrido con Piedad Córdoba, los contendientes de Petro lo critican por recibir apoyos polémicos como los de la congresista electa que vuelve al legislativo gracias a que logró un escaño por pertenecer a la lista cerrada del Pacto Histórico.
Posición de Petro
Gustavo Petro, quien participó ayer en un debate, afirmó que los problemas judiciales de Piedad Córdoba los debe resolver en los tribunales. “Ella está separada de la campaña. Sus problemas de tipo judicial debe resolverlos en la justicia, que es la que nos dirá qué es lo que hay ahí”, afirmó el candidato que es favorito en las encuentas.
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