GERMÁN REYES
EFE | LAPATRIA | Tegucigalpa
La llegada de Xiomara Castro a la presidencia de Honduras evidencia que América Latina continúa desplazándose hacia la izquierda, sumado al efecto que se podría presentar en Colombia y Brasil, con las posibles victorias de Gustavo Petro y Luiz Inácio Lula Da Silva.
Castro, líder del Partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda), se impuso en las elecciones generales del 28 de noviembre con abrumadora mayoría, y además de ser la primera mujer en ganar la presidencia de su país, el 27 de este mes estará poniendo fin a 12 años consecutivos del conservador Partido Nacional en el poder, los últimos ocho con Juan Orlando Hernández como presidente.
Tendencia
La nueva presidenta es esposa del expresidente Manuel Zelaya, quien fue derrocado el 28 de junio de 2009 cuando promovía reformas constitucionales que la ley le impedía.
Ella conoce bien lo que representa la izquierda latinoamericana, a la que su marido llevó a Honduras durante su interrumpido mandato, lo que le reprocharon los opositores políticos conservadores, incluida la empresa privada.
Castro también pondrá fin el 27 de este mes a más de un siglo de un bipartidismo tradicional conservador, marcado por los partidos Nacional y Liberal, este último con la bandera con la que Manuel Zelaya llegó al poder en enero de 2006.
Con el triunfo de Xiomara Castro, Honduras se pondrá en línea con la izquierda latinoamericana, 12 años después de que, tras el golpe de Estado a su marido, su país fuera retirado de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), a la que entró de la mano de Manuel Zelaya en agosto de 2008.
La diferencia es que ahora, Castro, y su esposo, quien es el coordinador general de Libre, mantienen un discurso moderado y las relaciones con Estados Unidos, que le ha ofrecido apoyo a la presidenta, se están estrechando.
Nueva era
El analista hondureño Graco Pérez dijo a EFE que las condiciones actuales en países con gobiernos de izquierda en Latinoamérica no son las mismas que en el pasado, como cuando Luiz Inácio Lula Da Silva gobernó en Brasil, y Hugo Chávez en Venezuela.
Dijo que de Xiomara Castro se espera que haga un gobierno más pragmático, que piense en función del interés nacional. "Yo espero que estos gobiernos de tendencia de izquierda pasen más de esas visiones, porque ya ha sido demostrado que no han funcionado anteriormente", enfatizó Pérez, experto en Derecho Internacional.
Pérez enfatizó que Honduras, con Castro a la cabeza, se puede convertir en un interlocutor válido para el resto de países vecinos, especialmente Nicaragua, El Salvador y Guatemala, con los qué Estados Unidos no tiene buenas relaciones.
El peso de EE.UU
Según analistas, aunque Xiomara Castro puede manejar un discurso orientado a la izquierda, la realidad es totalmente diferente y la evolución histórica no se puede detener.
En todo caso, se espera que si el nuevo gobierno que tendrá Honduras quiere mantenerse en la izquierda, sería una izquierda democrática, un poco más de centro-izquierda que trabajaría en función del bienestar de la mayoría de la población, no basada en afinidades ideológicas partidarias o simpatías de tipo político.
Otro aspecto que destaca el analista hondureño Graco Pérez es que políticamente Honduras seguirá manteniendo relaciones diplomáticas con Taiwán, lo que permitiría detener el avance de China en Centroamérica, incluso de Rusia, particularmente en Nicaragua, dos temas que le preocupan a Estados Unidos.
En la relación con Washington también pesa que Honduras tiene en EE.UU. a su principal socio comercial y en ese país viven más de un millón de inmigrantes hondureños que, solo en 2021, enviaron alrededor de 7 mil millones de dólares en remesas familiares.
Las remesas de los inmigrantes hondureños en 2021 representaron alrededor del 25% del Producto Interno Bruto del empobrecido país centroamericano, según fuentes oficiales.
Primeras disputas
Miles de hondureños continuaron ayer en las afueras del Parlamento en Tegucigalpa, a cuyos predios llegaron desde el sábado para participar en una vigilia, a la que convocó la presidenta electa Xiomara Castro.
La presencia en las afueras del Parlamento se convierte en una voz de apoyo a la presidenta, ante la crisis desatada el viernes derivada de la elección de la junta directiva provisional del poder Legislativo.
La crisis surgió porque 20 de los 50 diputados que obtuvo Libre en las elecciones del 28 de noviembre, no apoyaron al candidato para presidir el Parlamento, Luis Redondo, del Partido Salvador de Honduras (PSH), propuesto por el presidente de este instituto político, Salvador Nasralla. Esto, como parte de una alianza de hecho, en octubre de 2021, suscrita con Xiomara Castro y Libre.
La junta directiva provisional del Parlamento electa el viernes la preside Jorge Cálix, uno de los 20 disidentes de Libre, aunque dos de ellos cambiaron de opinión y después le reiteraron su apoyo a Castro. Los 18 diputados restantes fueron expulsados de Libre, lo que fue anunciado por Xiomara Castro en un comunicado el mismo viernes.
Ayer, hubo nuevas disputas ante en la elección de dos juntas directivas en propiedad en el Parlamento, una en la sede del legislativo, y otra en las afueras de Tegucigalpa, a cuatro días de que la nueva presidenta electa del país, Xiomara Castro, asuma el poder.
El júbilo que vivía Honduras desde el 28 de noviembre por el triunfo arrollador de Xiomara Castro, líder del Partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda), con 1,7 millones de votos, se ha convertido en un descontento, repudio e incertidumbre y el asomo de brotes de violencia.
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