EFE | AMER HAMID Y YÁSER YÚNES | IRAK
Los iraquíes participaron ayer en las primeras elecciones legislativas tras la derrota, el pasado diciembre, del grupo terrorista Estado Islámico (EI). Estos comicios darán forma al Parlamento, que se encargará de reconstruir a Irak.
En medio de un amplio dispositivo policial, especialmente en los centros electorales, los iraquíes acudieron a la urnas para ejercer su derecho al voto, aunque las autoridades no han dado cifras sobre la participación, que en 2014 alcanzó el 60 % y cuatro años antes el 62 %. La novedad de este año fue la puesta en marcha de un sistema automático de votación, la Comisión Suprema Electoral es la responsable.
Unos 24 millones de iraquíes estaban habilitados para elegir 329 escaño, por los que compiten 7 mil 367 candidatos de 320 partidos políticos. Al cierre de esta edición se habían registrado seis muertos en atentados durante la jornada electoral.
Participación
En la provincia de Nínive, región castigada por la guerra contra los yihadistas, se multiplicaron las llamadas al boicot. en vísperas de los comicios, por la lentitud con la que las autoridades están reconstruyendo los dañados servicios y por el lento regreso de los desplazados.
Medios de comunicación constataron poca presencia de votantes en algunos centros electorales de Mosúl, capital de Nínive, y sobre todo en el campamento de desplazados de Al Mudarach, donde la baja participación fue palpable.
"Los políticos no han cumplido sus promesas sobre nuestro regreso a Mosúl", aseguró a Hazem, ciudadan cuya casa, que estaba situada en el casco antiguo de la ciudad, quedó totalmente destruida por los encarnizados combates entre las fuerzas de seguridad y los yihadistas, que forzaron la huida de millones de civiles.
En Bagdad, los votantes de un colegio electoral del barrio de Al Maamún dijeron que habían votado por un cambio y por su esperanza de acabar con la corrupción.
Selim Mohamed, de 65 años, comentó que acudió a votar junto con su esposa, a pesar de la lluvia que se registró en la capital hasta el mediodía, para contribuir a un mejor país.
"Tenemos esperanza en que las elecciones actuales cambien la mala situación en la que vivimos y creemos que el cambio esperado no puede ocurrir sin estas elecciones. Serán el comienzo del camino de un nuevo país que soñamos", afirmó Mohamed, que fue a votar a la escuela Maamun, en el oeste de Bagdad.
Medidas
Desde los alminares de numerosas mezquitas de Bagdad se animaba a los 24 millones de electores convocados a ejercer su derecho a voto, unas llamadas repetidas por todos los dirigentes políticos, que depositaron sus papeletas a primera hora.
El primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, que aspira a mantenerse al frente del Gobierno, pidió a los ciudadanos acudir a las urnas, tras votar en un colegio electoral de la capital.
"Insto a todos los iraquíes en estas elecciones importantes que determinarán el futuro próximo a que participen de manera amplia en estas elecciones, y esto es lo que esperamos", resaltó Al Abadi, quien a media jornada ordenó suprimir las medidas excepcionales de seguridad impuestas para evitar ataques terroristas.
De este modo, se levantó el toque de queda al trafico rodado, que impedía el traslado de los ciudadanos, entre otras medidas, después de una jornada de relativa calma en la que murieron cuatro milicianos en una acción terrorista en la provincia de Saladino, y dos supuestos terroristas, que pretendían atacar un colegio electoral, fueron abatidos en la provincia de Diyala.
Espera
A la espera de que en los próximos días se anuncien los resultados, la coalición Al Nasr (La Victoria), liderada por Al Abadi, parte como favorita. Se sitúa por delante de la coalición de Al Fath (La Conquista), encabezada por el también chií Hadi al Ameri, secretario general de la Organización Badr.
Otra de las principales coaliciones, la mayoría de ellas lideradas por fuerzas chiíes, credo mayoritario en Irak, es Daulat al Qanun (Estado de Derecho), liderada por el ex primer ministro Nuri al Maliki, que se presentó en una lista diferente a la de Al Abadi, a pesar de que ambos son miembros del partido Al Dawa (La Predicación).
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