Raúl Casado
Efe | LA PATRIA | Madrid
Las negociaciones que se suceden en la cumbre del clima avanzan hacia una mayor ambición climática y deben dar respuesta a las evidencias científicas y a las exigencias en las calles de todo el mundo.
No obstante, ya señalan cuáles serán los asuntos más ásperos de la negociación durante la próxima semana, cuando comience las conversaciones pasen a manos de los ministros responsables de Medio Ambiente.
Entre los asuntos que más separan a las partes está el referido a la regulación de los mercados de carbono (artículo 6 del Acuerdo de París), según informaron fuentes conocedoras de las negociaciones, que insisten en la importancia de disponer de un sistema de contabilidad fuerte y único en todo el mundo.
También reiteran que el Acuerdo de París entrará plenamente en vigor en el 2020, aunque no haya un acuerdo sobre la regulación de esos mercados.
Citado en todos los círculos como el punto más importante y conflictivo de la negociación, muchas de los presentes en la Conferencia de las Partes (COP25) de Madrid consideran que ésta no debe ser la única vara que sirva para medir el éxito o el fracaso de la cumbre, ya que su negociación se pospuso en dos citas anteriores por falta de consenso.
Ambiciones
La Conferencia no tiene que alumbrar nuevos acuerdos políticos o jurídicos que comprometan a cada una de las partes ni conocer las más ambiciosas contribuciones nacionales, algo que sí deberán hacer los países el próximo año antes de la COP26, que se celebrará en la ciudad escocesa de Glasgow.
La directora de la Oficina Española de Cambio Climático, Valvanera Ulargui, señala que durante los primeros días ya se vislumbran cuáles son los aspectos más difíciles de la negociación.
Subraya la importancia de que la cumbre de Madrid dé respuesta "a lo que la ciencia nos está diciendo: que estamos muy lejos de cumplir con el objetivo que nos pusimos en París" y de evitar que la temperatura del planeta suba por encima del 1,5 grados.
"Tenemos que ser capaces de responder también a los jóvenes, que han salido de forma masiva a las calles pidiéndonos que digamos la verdad y nos pongamos a trabajar", concluye Ulargui.
Protección del océano
16 países se sumaron hasta el momento a la High ambition coalition for people and nature, una iniciativa liderada por Costa Rica y Francia y que pretende englobar a naciones ambiciosas climáticamente.
Así lo anunció la viceministra costarricense del océano, Haydee Rodríguez, en el debate ¿Qué nos dice el océano?, donde se abordó el tema que centró ayer la XXV Cumbre de la Convención de Cambio Climático de Naciones Unidas (COP25).
Rodríguez explicó que la iniciativa, conocida como "meta 3030", pretende aunar a países comprometidos con el medioambiente para llegar a la protección del 30% de ecosistemas terrestres y marinos en el 2030.
"Consideramos que la única forma de dar respuesta a la crisis climática y a la pérdida de biodiversidad y dar bienestar a las personas es buscar soluciones que la naturaleza nos da y solo con una coalición de alta ambición se podrá lograr", precisó.
Que hagan su tarea
"El cambio viene os guste o no", dijo ayer a los políticos la activista climática Greta Thuberg, que se dirigió a las 500 mil personas que según la organización secundaron la Marcha por el Clima y a quienes dijo que los líderes del carbono traicionaron a la gente y que no hay que dejar que se salgan con la suya.
En su intervención, con la que se cerró la Marcha por el Clima de Madrid, la adolescente subrayó que los políticos "tienen que hacer su trabajo".
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