Jesús García
EFE |LA PATRIA | Madrid
Felipe VI fue proclamado ayer nuevo rey de España y se ofreció a renovar la monarquía, a ser garante de la estabilidad institucional y a potenciar el papel internacional de un país que, dijo, puede mantener la unidad territorial dentro de su diversidad.
El Congreso de los Diputados acogió ayer el juramento de Felipe VI de la Constitución y su proclamación como rey, en presencia de su esposa, Letizia, y sus dos hijas, la nueva princesa de Asturias y heredera de la Corona, Leonor, y la infanta Sofía.
El discurso que pronunció a continuación era muy esperado y con él dio pistas de cómo afronta algunos temas que preocupan a los españoles.
En primer lugar la crisis económica y, aunque diferentes indicadores señalan que lo peor quedó atrás, Felipe VI quiso mostrarse próximo a quienes no tienen trabajo y malas perspectivas.
A trabajar
"Quiero transmitir mi solidaridad a todos aquellos a los que la crisis económica ha golpeado duramente hasta verse heridos en su dignidad como personas. Tenemos el deber de trabajar para revertir esta situación y ofrecer protección a las personas y a las familias más vulnerables", dijo el monarca, quien pidió que la creación de empleo sea una prioridad.
En un Estado en el que el encaje de sus territorios es un tema que suscita fuerte debate y donde en la actualidad los nacionalistas vascos y catalanes impulsan el objetivo de decidir sobre su territorio, el nuevo rey tuvo el gesto de dar las gracias en las cuatro lenguas oficiales: castellano, catalán, vasco y gallego.
Pero también aprovechó para subrayar que España es "unida y diversa" y que "en la solidaridad entre sus pueblos y en el respeto a la ley, cabemos todos; caben todos los sentimientos y sensibilidades, caben las distintas formas de sentirse español".
Otro de los asuntos que preocupan a los ciudadanos es la corrupción y el creciente alejamiento respecto a los políticos y sus instituciones.
Ello incluye también la propia Monarquía, sobre la que algunas fuerzas minoritarias pidieron en estas últimas semanas un referéndum para decidir si el pueblo quiere mantenerla o instaurar una república.
Esta corriente se ha visto impulsada por casos como la investigación al marido de la infanta Cristina - ausente ayer en la ceremonia - por un supuesto caso de corrupción o el hecho de que el propio Juan Carlos I tuviera que pedir disculpas públicamente cuando trascendió que estaba de cacería en Botswana, en el peor momento de la crisis económica.
"La Monarquía Parlamentaria puede y debe seguir prestando un servicio fundamental a España", proclamó ayer Felipe VI, que goza de apoyo popular, según las encuestas, y que destacó como valores "la independencia de la Corona, su neutralidad política y su vocación integradora ante las diferentes opciones ideológicas", con el objetivo de contribuir a la estabilidad política.
Pero las exigencias de la Corona no se agotan en el cumplimiento de sus funciones constitucionales, admitió el nuevo rey, consciente de que "ha de buscar la cercanía con los ciudadanos, saber ganarse continuamente su aprecio, su respeto y su confianza; y para ello, velar por la dignidad de la institución".
Política exterior
En política exterior, el rey Felipe se mostró partidario de una presencia "cada vez más potente y activa en la promoción de nuestros intereses", con una mención especial a los vínculos culturales y económicos "crecientes" con Iberoamérica, pero también al deber de impulsar la construcción europea y de cuidar las tradicionales buenas relaciones con los países árabes.
Y, sabedor de que la Monarquía es un sistema que se basa en la continuidad, tuvo palabras de elogio para el "impecable" trabajo desarrollado por los reyes Juan Carlos y Sofía durante casi 39 años.
Todo ello para, a sus 46 años, presentarse como titular de "una Monarquía renovada para un tiempo nuevo", y afrontar su tarea "con energía, ilusión y el espíritu abierto y renovador que inspira a los hombres y mujeres de mi generación".
Madrid. Austeridad y renovación son las principales sensaciones entre los periodistas extranjeros consultados por Efe, que siguieron la proclamación de Felipe VI desde el centro de prensa habilitado en el Senado, que tramitó cerca de 2.000 acreditaciones de profesionales de 30 países.
El interés informativo de esta cita histórica en España alcanzó a todos los continentes, menos Oceanía, aunque abundaron los medios europeos y de países de Latinoamérica, explicaron fuentes de la secretaria de Estado de Comunicación.
Pero además, hubo periodistas del continente africano, principalmente de Sudáfrica, y asiático, de países como China y Japón.
Corresponsales internacionales que han hecho gran parte del seguimiento informativo en el Senado, muy próximo al Palacio Real, destacaron a Efe la austeridad de la proclamación y los mensajes cercanos y de renovación de Felipe VI.
"Ha dado una sensación de que tiene que ganarse a la gente, de que es un tiempo nuevo", afirmó Martín Rodríguez, del periódico argentino La Nación, como demuestra el hecho de haber presentado el "acto de forma sencilla y sin excesos".
El corresponsal argentino cree que "hay una expectativa entre la gente de que puede haber un cambio grande" y de que "el nuevo Rey pueda tener un papel importante en el conflicto en Cataluña".
"Me ha sorprendido, como análisis político la proclamación después de la crisis y de los casos de corrupción", opinó Katharina Peters, de la revista alemana Spiegel Online, quien añadió que desde Alemania se piensa que "los españoles esperan que Felipe haga cambios, después de que muchos políticos han hablado de más transparencia".
Para Valérie Demon, de la Radio Televisión Suiza y corresponsal del Diario Francés La Croix, es "un acontecimiento importante ver cuál es el papel de la monarquía ahora, cuando se ha puesto en cuestión, y comprobar cómo Felipe VI va a hacer el relevo y también cómo puede solucionar los problemas territoriales".
*El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, felicitó a Felipe VI y le manifestó su deseo de "trabajar estrechamente" para "continuar fortaleciendo" el vínculo entre los dos países.
*El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, subrayó en un mensaje que la proclamación del rey Felipe VI "llega en un momento de importantes retos para España y para la Unión Europea, retos que el nuevo rey, por su personalidad y su preparación, sabrá sin duda afrontar".
*El presidente ruso, Vladímir Putin, manifestó su esperanza de que las relaciones entre Rusia y España continúen un desarrollo fructífero durante el reinado de Felipe VI a tenor de "la amistad y el respeto mutuo generados durante el de Juan Carlos I", según una nota de la administración presidencial rusa.
*El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, felicitó a Felipe VI tras su proclamación como rey de España y se mostró "encantado" con sus planes de viajar a Nueva York en septiembre para asistir a la Asamblea General de la ONU.
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