EFE | LAPATRIA
Ciudad del Vaticano
El papa Francisco saludó ayer personalmente en la basílica de San Pedro a la religiosa colombiana Gloria Cecilia Narváez, secuestrada en Malí, en febrero de 2017. Finalmente fue liberada el sábado.
El saludo se produjo en la misa con la que el pontífice abrió este domingo el Sínodo de Obispos, según confirmó en redes sociales el embajador de Colombia ante la Santa Sede, Jorge Mario Eastman.
La misionera de las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada, de 59 años, había sido secuestrada en febrero de 2017 en Karangasso, en el suroeste de Malí (África), en las zonas fronterizas con Costa de Marfil y Burkina Faso.
La monja se encuentra "afectada pero en buenas condiciones físicas", según publican los medios oficiales del Vaticano.
Confirman libertad
El Gobierno Colombiano confirmó su libertad el sábado y manifestó su alegría por la noticia que dio la Presidencia del país africano.
La Presidencia de Malí, en un comunicado, saludó "el coraje y la valentía de la hermana" y afirmó que su liberación es fruto de cuatro años y ocho meses de esfuerzos conjuntos de varios servicios de inteligencia.
El presidente de ese país, Assimi Goita, quien recibió a la religiosa, después de su liberación, afirmó que "aún se están realizando esfuerzos para liberar a todas las personas, tanto malienses como extranjeras, retenidas en ese territorio.
Celebración
La vicepresidenta y canciller, Marta Lucía Ramírez, aseguró que el Gobierno tuvo múltiples conversaciones y solicitudes de ayuda internacional y que el presidente, Iván Duque, se reunió personalmente con varios líderes africanos buscando su liberación.
Ramírez agradeció especialmente la ayuda de los presidentes de Malí, Senegal y Ghana, y destacó la ayuda que brindó al Gobierno el expresidente Andrés Pastrana (1998-2002).
"Celebramos el regreso a la libertad de la hermana Gloria Cecilia Narváez Argote después de tantos años de cautiverio. Gracias a Dios pronto podrá estar usted junto a sus seres queridos", expresó Pastrana en Twitter.
El secuestro
La religiosa fue secuestrada el 7 de febrero de 2017 en Karangasso, en las zonas fronterizas con Costa de Marfil y Burkina Faso. La monja, de la Congregación Hermanas Franciscanas de María Inmaculada, realizaba su labor humanitaria y de evangelización en el continente africano en Benín y posteriormente en Malí.
En diciembre de 2018 el grupo yihadista Nusrat al Islam wal Muslimin (Grupo de apoyo al islam y a los musulmanes), activo en la región del Sahel y aliado con Al Qaeda, publicó el nombre de cinco rehenes que tenía secuestrados, entre ellos a la monja colombiana.
En Malí actúan distintos grupos yihadistas que tienen entre sus blancos al ejército regular y las fuerzas de la misión de la ONU (Minusma), y que recurren a secuestros para obtener fondos o liberaciones de sus miembros encarcelados.
"Estoy muy emocionado porque liberaron a la hermana, acaban de confirmarme la noticia, la liberaron por fin (…). Gracias a Dios está bien de salud, me enviaron unas fotos y se ve bien", dijo Édgar Narváez a la AFP en una entrevista telefónica.
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