El huracán "Isaac" estrecha el cerco sobre Nueva Orleans

Mar Gonzalo

EFE | LA PATRIA | Miami

"Isaac", que ayer se transformó en un huracán categoría 1, estrecha el cerco sobre Nueva Orleans en la víspera del séptimo aniversario del devastador "Katrina", aunque expertos y autoridades insisten en que este frente, que puede tocar tierra, no es tan fuerte y la ciudad está mejor preparada.

"Lo que nos preocupa es lo lentamente que está avanzando", reconoció ayer el alcalde de Nueva Orleans, Mitch Landrieu, que confía en el nivel de preparación de la ciudad, pero pide a la población que no se relaje ni corra riesgos innecesarios.

En su faceta como tormenta tropical, "Isaac" dejó 5 muertos y 20.000 desplazados en República Dominicana, 24 fallecidos y 3 desaparecidos en Haití, y 25.000 evacuados en el noreste de Cuba, antes de pasar por el sur de los cayos de Florida y adentrarse en las cálidas aguas del golfo de México, donde redujo bastante su velocidad.

Desde el lunes ha estado recorriendo lentamente ese golfo de norte a sur hasta acercarse a la costa de Luisiana y Misisipi. En su boletín, el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de EE.UU. lo situaba a 85 kilómetros al sur-sureste de la desembocadura del río Misisipi y a 220 kilómetros al sureste de Nueva Orleans.

En ese lento recorrido le ha dado tiempo a ganar fuerza, gracias a las altas temperaturas del agua, hasta alcanzar los 120 kilómetros por hora, y ha obligado a la evacuación de más de la mitad de las plataformas petrolíferas del golfo, lo que puede afectar al precio del combustible.

Esto agravaría el encarecimiento que medios locales están empezando a reportar en las áreas bajo alerta, donde todo el mundo quiere tener llenos los depósitos de sus vehículos y generadores antes de que llegue "Isaac".

Fuertes vientos

Todo hace prever que en algún momento tocará tierra en el este de la costa de Luisiana, donde está Nueva Orleans, aunque sus vientos se extienden a unos 300 kilómetros del centro, por lo que ya se están registrando fuertes vientos en la desembocadura del río Misisipi, según el CNH.

Por ello, se han activado todos los planes de emergencia y las autoridades no paran de repetir a la población que, aunque "Isaac" no es tan fuerte como "Katrina", no deja de ser un huracán y hay que tomar todas la precauciones.

El propio presidente estadounidense, Barack Obama, pidió desde la Casa Blanca a la población del área que sigan las instrucciones de los funcionarios, evacuando si es necesario: "Estamos tratando con una gran y peligrosa tormenta, no es momento de tentar al destino", dijo.

Las autoridades de Nueva Orleans confían en sus reforzado sistema eléctrico y de diques, aunque temen por quienes no viven bajo la protección de este tipo de barreras, que ayer fueron reforzadas por grandes cantidades de arena.

"Ahora tenemos una inversión de 10.000 millones de dólares en un sistema de diques para un huracán de categoría 3", explicó Landrieu. "Esta tormenta no está cerca de eso, así que en este momento estamos muy confiados en nuestra capacidad de reacción".

Landrieu reconoció que su segunda mayor preocupación son los cortes eléctricos, aunque igualmente dijo haber trabajado mucho en ello desde las lecciones aprendidas con "Katrina" y otros huracanes.

"Confiamos en que hemos hecho todo lo que podíamos hacer en los últimos años para asegurarnos de que somos capaces de lidiar con este tipo de tormentas", dijo el alcalde, quien en las últimas horas ha ofrecido también múltiples entrevistas con medios locales insistiendo en que "estamos preparados para lo peor".

Dos días de lluvias

Richard Knabb, director del CNH, dijo ayer que "se trata de un gran sistema tormentoso que unido a su lenta velocidad de desplazamiento supone una grave amenaza de fuertes lluvias e inundaciones".

"Se espera que toque tierra en algún lugar del sureste de Luisiana, y en algunos lugares serán dos días de fuertes lluvias debido al enorme sistema al que nos enfrentamos. Será una tormenta de larga duración", agregó Knabb sobre el que previsiblemente será el primer huracán que afecte a la costa estadounidense del golfo de México desde 2008.

Aquel año, los huracanes "Ike" y "Gustav" causaron daños que aún hoy son visibles por muchas áreas de la costa.

Los puertos y aeropuertos de la zona en máxima alerta permanecen cerrados, se han cancelado las clases para mañana, cuando los edificios oficiales estará cerrados, y se han suspendido los transportes públicos.