EFE | LA PATRIA | BRUSELAS
Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona (el Eurogrupo) aseguraron ayer que actuarán para asegurar la estabilidad de la eurozona en un entorno de subidas de tipos de interés, después de que ayer el Banco Central Europeo (BCE) anunciara medidas para rebajar las primas de riesgo disparadas en algunos países del euro.
"Todos los miembros del Eurogrupo reafirmaron su compromiso de dar las decisiones políticas necesarias para seguir asegurando la resiliencia de la eurozona", dijo el presidente de este foro, Paschal Donohoe, al término de una reunión en la que los ministros debatieron con la presidenta del BCE, Christine Lagarde, la situación económica y las decisiones de Fráncfort.
Los 19 , añadió, están "unidos" en la opinión de que la eurozona se mantendrá robusta pese a los cambios en el mercado de deuda soberana, donde en los últimos días se habían disparado los rendimientos de los bonos de países de la periferia tras el anuncio, la semana pasada, de que subirá los tipos de interés en julio por primera vez en 11 años.
Esto hizo escalar las primas de riesgo de países como Italia, España, Grecia o Portugal a niveles no vistos desde la primavera del 2020 y el miedo a una crisis de deuda como la de hace una década.
El comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, expresó que "con una combinación de políticas coherente, estoy seguro de que la eurozona navegará estás aguas problemáticas sin necesariamente ir a una recesión", dijo en la rueda de prensa posterior al encuentro.
Tanto instituciones como ministros insistieron en que la economía europea tiene fundamentos sólidos, instituciones reforzadas tras la crisis financiera y nuevas herramientas que ayudarán a capear la tormenta económica, como el fondo de recuperación europeo.
El ministro de Economía alemán, Christian Lindner, aseguró que "no hay necesidad de ninguna preocupación" por el aumento de las primas de riesgo puesto que estas no están al nivel de hace unos años y la eurozona es "estable" y "robusta". No obstante, puntualizó que, si bien el BCE tiene la "responsabilidad de luchar contra la inflación", la de los gobiernos europeos es "reducir los déficit presupuestarios y volver a una senda fiable de reducción de deuda" para "salvaguardar la confianza de los mercados y la estabilidad fiscal".
Su homólogo austríaco, Magnus Brunner, quien llamó a los países endeudados a "poner sus cuentas en orden". "El BCE solo puede tener posibilidades si los presupuestos de todos los Estados miembros están en buena forma", insistió.
En Estados Unidos
Wall Street cerró ayer en rojo y el Nasdaq, donde cotizan las principales tecnológicas, cayó un 4,08 % en una jornada en la que los inversores temían una posible recesión y digerían el anuncio de que la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) hará una subida del tipo de interés oficial de 0,75 puntos, el mayor aumento en 28 años, para luchar contra la inflación.
Al cierre de las operaciones en la Bolsa de Nueva York, el Dow Jones perdió 2,42% o 741,46 puntos y cayó por debajo de 30.000 por primera vez desde enero del 2021, hasta 29,921,07; mientras que el selectivo S&P 500 retrocedió un 3,25 % o 123,22 enteros, hasta 3.666,77.
El índice compuesto del mercado Nasdaq fue el que cayó con más fuerza y perdió 453,06 unidades, hasta 10.646,10, su nivel más bajo desde septiembre del 2020.
“Ayer, la Fed cumplió lo que la gente preveía. Combatía los datos del índice de precios al consumidor que era mucho más alto de lo que la gente esperaba, lo que generó preocupaciones sobre la inflación tan agresiva. Los inversores ahora recuerdan que la reacción a esto es una desaceleración de la economía”, dijo Susan Schmidt, trabajadora de Aviva Investors, a CNBC.
Todos los sectores cerraron en rojo y las mayores pérdidas fueron para el energético (-5,58 %), los bienes no esenciales (-4,74 %) y los tecnológicos (-4,11 %). Las mayores pérdidas fueron para American Express (-5,96 %), Nike (-5,57 %), Caterpillar (-5,44 %) Chevron (-5,35 %) y Salesforce (5,16 %).
En otros mercados, el petróleo de Texas bajó a 117,58 dólares el barril y al término de la sesión bursátil el oro subía a 1.857 dólares por onza y el dólar perdió terreno frente al euro, con un cambio de 1,0546.
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