DANIELA BRIK
EFE | LA PATRIA | QUITO
El casco colonial de Quito fue escenario ayer de violentos choques y cargas policiales para dispersar a miles de manifestantes del sector indígena, jóvenes y obreros que secundaron una movilización nacional contra el presidente, Lenín Moreno, y las medidas económicas de su Gobierno.
Al grito de "¡fuera Moreno fuera!" y "el pueblo unido jamás será vencido", la multitud indígena inició una marcha poco antes del mediodía en el parque de El Arbolito y se sumó a otra de sindicatos en la Avenida 10 de Agosto, que confluyeron en una marea humana hacia la ciudad vieja de la capital.
El objetivo de los manifestantes era a toda costa acceder a la Plaza Grande y el aledaño Palacio de Carondelet, sede del Gobierno, pero el trazado colonial estaba reforzado por cordones de seguridad, y en cada esquina había presencia policial detrás de vallas, que en algunos casos, eran reforzadas con alambrado de espinas.
Las órdenes de las fuerzas de seguridad eran impedir el acceso de los movilizados al emblemático edificio de la Presidencia ecuatoriana, pero a medida que los concentrados se iban acercando se producían forcejeos con los efectivos policiales.
La marcha la encabezaban movimientos indígenas, aunque a ella se sumaron grupos sociales, que intentaban romper el cerco en su avance, en general de manera pacífica, según habían pedido sus dirigentes, y en algunos puntos lo lograron mientras los uniformados observaban transcurrir la procesión que aplaudía.
Con las manos en alto, haciendo sonar bocinas y ondeando banderas tricolores de Ecuador, los manifestantes se aproximaban a las vallas, y las fuerzas del orden les decían, a través de altavoces, que desistieran de acercarse y de provocaciones.
En algunos puntos hubo intensas cargas policiales como en la Plaza del Teatro, situada a medio kilómetro de Carondelet, o en la de Santo Domingo, a menor distancia, que se convirtieron en escenario del disparo masivo de gases lacrimógenos y pimienta, que hacían retroceder a los movilizados, que volvían a la carga.
En la primera algunos participantes arrojaron piedras y palos a las fuerzas de seguridad, lo que desembocó en disturbios que convirtieron las callejuelas en escenario de una batalla campal.
En la calle Guayaquil, aledaña a la Plaza de Santo Domingo, la acción policial se produjo sin que mediara provocación previa.
En las marchas de indígenas por el centro histórico se podían leer pancartas que rezaban "Sin justicia social no hay paz. Fuera el FMI" o "Ecuador libre de minería", y muchos portaban banderas multicolores de los pueblos ancestrales, mientras otros aprovechaban para vender mascarillas sanitarias por 25 centavos de dólar.
Los manifestantes abandonaron el centro de la ciudad a media tarde y se replegaron al lugar donde comenzaron la marcha por la mañana, en el parque de El Arbolito, donde hubo nueva carga policial con granadas de gas lacrimógeno.
Ecuador vivió ayer una jornada de protesta nacional por la retirada del subsidio a las gasolinas y el anuncio del envío al Parlamento de reformas económicas y laborales, lo que provocó el estallido de manifestaciones que, desde el jueves, dejan 766 detenidos.
El presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, celebró ayer el inicio de un proceso de diálogo con el movimiento indígena que protesta contra el aumento del precio de las gasolinas, y dijo que cree que la convulsión social en el país pasará pronto.
Moreno, que trasladó la sede del Gobierno a la ciudad costera de Guayaquil, lejos del asedio de las protestas en Quito, dijo que decidió regresar a la capital para extender la mano a los manifestantes indígenas.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015