GEOVANNY MARTÍNEZ
LA PATRIA | MANIZALES
La generación que nació en 1990 en Chile, año en que Augusto Pinochet abandonó el poder tras un histórico plebiscito que puso fin a una dictadura de 17 años, tiene la posibilidad, tres décadas después, de sepultar el fantasma de ese régimen. Hoy en ese país se celebrará un referéndum constitucional con el que los chilenos pretenden enterrar su Carta Magna heredada de esa autocracia.
Para Ennio Vivaldi, rector de la Universidad de Chile, dejar atrás la actual Constitución es un cambio que va a alentar la participación en política de los jóvenes, protagonistas desde el 18 de octubre del año pasado del estallido social que tiene su raíz en esa Carta Magna que genera rechazo por su origen y que cedió al Estado un rol subsidiario en la provisión y administración de servicios esenciales.
Los jóvenes llevan desde 2006 en las calles, primero con la Revolución Pingüina a favor de una mejor educación pública y luego con las marchas de 2011. La actual ola de protestas, las más graves desde el fin de la dictadura, la detonaron los bachilleres, pero enseguida se unieron los universitarios.
La chilena Paula Bagioli Coloma, abogada y especialista en Derecho Público, explica qué se juega su país hoy: “Si optamos por un cambio o nos quedamos con lo que tenemos, cuál es el problema de lo que tenemos, si bien nos puede brindar una seguridad jurídica, porque sabemos lo que está y lo que se viene, Chile siente un rechazo sobre nuestra carta fundamental, lo que no es menor si pensamos que es la que establece las bases a las que tienen que ajustarse todas las otras normas. Por más que esta Constitución nos permitió tener paz durante 30 años, hay un rechazo”.
El momento
Los chilenos acudirán a las urnas en medio de una crisis sanitaria, social y económica. El país roza el medio millón de contagios por covid-19 y se acerca a los 14 mil decesos desde marzo que inicio la pandemia. En mayo cuando se ordenó el confinamiento la economía se hundió un 15,3%, mientras que en julio la tasa de desempleo marcó un registro histórico del 13,1%. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estima que este año el número de pobres puede pasar del 9,8% al 13,7%. “Llegamos muy polarizados, muy sensibles, porque hemos tenido actos de violencia en los últimos días, independiente de si los califico como legítimos o ilegítimos, es violencia, llega un Chile con muchas pasiones a hacer esto, me preocupa que los sentimientos pasan y las constituciones quedan. Pero tampoco nos podemos hacer los ciegos de que se necesita un cambio. El 18 de octubre del 2019 si se prendió fuego en Chile, era porque el pasto estaba muy seco”, aclara Bagioli Coloma.
En los tarjetones los chilenos además de encontrar las opciones de "Apruebo" o "Rechazo" tienen que definir quienes redactarían la eventual nueva Carta Magna, si un órgano integrado solo por ciudadanos electos para ese fin (Convención Constitucional) o mixto (compuesto también por parlamentarios). “Este es un cambio incierto y no desde el punto de vista formal, porque las normas sobre cómo vamos a hacer nuestra Constitución está en gran parte ya establecidas, por razones de la misma norma, el reglamento que va a establecer el funcionamiento interno de la convención, ya sea constituyente o mixta, la institucionalidad está clara, pero el contenido es lo que nos falta, sabemos que hay ciertas deudas sociales que se deben pagar y va a haber discusiones supercontrovertidas como el aborto”, reflexiona la abogada y especialista en Derecho Público.
Las organizaciones civiles son las principales impulsoras de cambiar la Constitución para blindar los derechos básicos, mientras que el empresariado los considera innecesario porque los problemas que sufre el país se pueden solucionar con leyes.
“Nuestra Constitución hoy en día nos da certeza, sabemos lo que está, lo que va a estar y lo que ha estado, ha sido la que ha aprendido de las experiencias, no nos podemos olvidar que la historia constitucional de Chile se ha basado en aprendizajes, experiencias, las letras no pasan en vano, pero existe la necesidad de un cambio, Chile va a tener que tener mucha capacidad adaptativa, de diálogo, más unido, una oportunidad de valorar lo que tenemos y de adaptarnos a lo que la sociedad hoy en día nos pide y es saldar las deudas sociales”, concluye Bagioli Coloma, entre esas deudas ya existe la posibilidad de pagar una de ellas y es que Chile tenga su primera Constitución redactada de manera paritaria, es decir, si resulta ganadora la opción de Convención Constitucional deben resultar electos igual número de hombres y mujeres, pero si triunfa la Convención Mixta la paridad sólo está asegurada en los 86 miembros elegidos para este fin (86 parlamentarios y 86 ciudadanos electos).
Destacado
Aunque la pandemia obligó a aplazar el plebiscito, que estaba agendado para abril, éste se mantuvo vivo durante todo el tiempo en el que las protestas hibernaron y persiste como la instancia clave que puede resolver la crisis social.
Favoritismo
Las encuestas dan por ganadora, con mucha diferencia, la opción del "apruebo", pero los expertos alertan de que hay voto oculto y de que la diferencia podría no ser tan grande pues el miedo al contagio puede desalentar el voto.
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