Chukri Bel Aid, OPOSITOR EN TÚNEZ
Miguel Albarracín
EFE | LA PATRIA | Túnez
El asesinato ayer del líder opositor de izquierda Chukri Bel Aid ha desatado la indignación de la oposición política tunecina y de los ciudadanos, que han protagonizado protestas multitudinarias en todo el país para pedir la dimisión del Gobierno.
En Túnez capital, y en otras ciudades como Gafsa, Sfax, Susa, Monastir, Siliana, El Kef , Sidi Busid, Kebili y Medenin, miles de manifestantes se concentraron de manera espontánea para condenar el asesinato a tiros de Bel Aid, dirigente del Partido de los Patriotas Demócratas Unificados (PPDU), que había comenzado su carrera política en la clandestinidad.
En la capital, la Policía disolvió con contundencia a los varios miles de ciudadanos que confluyeron en la céntrica avenida Habib Burguiba, frente al Ministerio del Interior, al grito de "Ali Laridi (Ministro de Interior), vete, y "Gobierno, vete".
Paralelamente, los principales partidos de la oposición, reunidos en torno a la alianza liderada por la formación del exprimer ministro tunecino Beyi caid Essebsi, "Nidá Tunis", y a la plataforma de izquierda "Frente Popular por los Objetivos de la Revolución", en la que estaba integrado el partido de Bel Aid, anunciaron su retirada temporal de la Asamblea Nacional Constituyente.
Al mismo tiempo pidieron la dimisión del Gobierno, del primer ministro y de los presidentes del país y del Parlamento.
Convocan a huelga
En una rueda de prensa encabezada por Hama Hamami, líder del Partido de los Obreros Comunistas de Túnez (POCT), principal agrupación del Frente Popular, la oposición llamó también a una huelga general coincidiendo con la celebración del funeral de Bel Aid.
La oposición responsabiliza al Gobierno y a Rachid Ganuchi, máximo líder de Al Nahda, principal partido de la alianza gubernamental, del asesinato tras varios meses de intermitentes oleadas de violencia contra líderes políticos y sindicales así como artistas y algunos periodistas.
En unas declaraciones a Efe, Hamami responsabilizó al Gobierno del asesinato de Bel Aid por no haber "querido escuchar las advertencias lanzadas por la oposición desde hace un mes".
Los líderes de la oposición culpan a las Ligas de Protección de la Revolución (LPR), compuesta por salafistas y simpatizantes de Al Nahda, de estar detrás de estos ataques que comenzaron poco después del triunfo del levantamiento que el 14 de enero de 2011 derrocó al dictador Zin el Abidín Ben Ali.
Tras el asesinato de Bel Aid, el partido Al Nahda condenó enérgicamente el ataque y llamó a la calma y a la unidad de todas las fuerzas políticas.
"Hay que llamar a la calma y a la unidad nacional para detener la violencia política y a favor del interés general", dijo a Efe el portavoz de este partido de corriente islámica, Faisal Naser.
En un comunicado, Al Nahda declaró, además, que el ataque fue perpetrado contra "la seguridad y la estabilidad del país".
En una nota, el partido gubernamental responsabilizó de lo ocurrido a "grupos conspiradores", que no citó, y llamó a los cuerpos de seguridad a "emplearse a fondo para detener a los responsables y presentarlos ante la justicia".
Asimismo, instó a todos los partidos, activistas y ciudadanos "a la solidaridad y a la unión, a no bajar la guardia y a no dar oportunidades a aquellos que quieren golpear la paz social, la convivencia pacífica entre los tunecinos y empujar al país hacia la violencia".
Profunda crisis
El asesinato de este líder político que contaba con grandes simpatías en las zonas obreras del país, coincide con un momento de profunda crisis entre las formaciones de la alianza gubernamental, constituida por Al Nahda, el Congreso por la República (CPR) y el Takatul.
Hace sólo tres días, el CPR, del presidente interino tunecino, Monsef Marzuki, amenazó con abandonar el Gobierno tripartito de coalición si no se satisfacían una serie de demandas políticas, entre ellas la dimisión de los ministros de Justicia y Exteriores.
El partido de Marzuki dio un plazo de una semana a Al Nahda, partido mayoritario de la alianza, para que respondiera a su solicitud.
El ultimátum del CPR se sumaba a las protestas del tercer partido del tripartito, el Takatol, liderado por Mustafa Ben Yafaar, presidente de la Asamblea Legislativa, que hace una semana también amenazó con romper la alianza si no se producía un relevo a la cabeza de ambos ministerios.
Primer asesinato político de la transición
El asesinato del dirigente opositor de izquierdas Chukri Bel Aid, el primero de la transición política en Túnez, desencadenó ayer una oleada de protestas populares y políticas en todo el país que han forzado al primer ministro, Hamdi Yabali, a anunciar la formación de un nuevo Gobierno de tecnócratas.
Bel Aid, abogado de profesión y líder del Partido de los Patriotas Demócratas Unificado, nació el 26 de noviembre de 1964 en el barrio de Yabal Yulud ( La montaña de las pieles) en la capital tunecina.
Sus primeros pasos en la política los dio en el sindicato estudiantil Unión General de los Estudiantes Tunecinos (UGET), donde se despertó su militancia política y su activismo en defensa de los derechos humanos.
A finales de la década de los años 80, cuando todavía estudiaba derecho, su activismo contra el recién estrenado en el poder, Zin el Abidin Ben Ali, lo llevó un año a la cárcel de Rayín Maatugm, en el Sahara tunecino.
En 2008, destacó como uno de los líderes de la izquierda que más se implicó en las revueltas sociales de la cuenca minera de Gafsa, que fueron seguidas de una dura represión y de la detención y encarcelamiento de cientos de desempleados, a los que Bel Aid defendió desde la acción clandestina de su partido.
Tras la caída del régimen de Ben Ali, el 14 de enero del 2011, Bel Aid fue designado miembro de la Alta Instancia para la Realización de los Objetivos de la Revolución, que posibilitó el inicio de la transición democrática.
El pasado agosto, se convirtió en fundador de la coalición de partidos de izquierda "Frente Popular por los Objetivos de la Revolución", en la que ocupaba el cargo de coordinador general desde su fundación el 12 de agosto de 2012.
Esta plataforma, compuesta por 12 agrupaciones, está considerada la segunda fuerza de la oposición tras la alianza dirigida por el partido "Nidá Tunis", del exprimer ministro Beyi Caid Essebsi.
Desde hacía varios meses Bel Aid se había convertido en una de las voces que más se elevaron para denunciar las actividades de las "Ligas de Protección de la Revolución", compuestas por salafistas y simpatizantes y seguidores del partido islamista gubernamental Al Nahda, y a las que se considera responsables de la violencia contra numerosos líderes políticos y sindicales, artistas y periodistas.
En un programa de televisión de una cadena nacional volvió a denunciar la violencia y a criticar la pasividad del Ejecutivo.
Ayer, cuando salía de su casa, un desconocido le disparó en cuatro ocasiones, dos balas impactaron en su cuerpo y poco después fallecía en una clínica del barrio Naser de la capital.
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