LA PATRIA | MANIZALES
El barrio La Enea está inundado de gota a gota. Eso aseguran lectores que se comunicaron con LA PATRIA para mostrar su preocupación. "Son personas muy violentas, nos ha tocado salir a la defensa de muchos comerciantes que debido a la pandemia utilizaron los servicios de estos señores. Se llama a la Policía y llega con gran celeridad, se los llevan y al día siguiente llegan otros nuevos, aún más bravos".
La queja es de una persona que por seguridad no quiso ser nombrada. Argumentó que durante la pandemia muchas personas se fueron a la quiebra y como la banca no les presta, además de que están reportadas, se valieron de esa opción.
"Cobran intereses exagerados, haciendo casi imposible que el comerciante pueda pagar. Por ejemplo, le prestan $200 mil y debe cancelar $12 mil diarios durante 20 días ($240 mil). Pero si la persona se atrasa en una cuota, ellos de inmediato dicen que 'notifican' esa demora reanudando nuevamente la deuda de $200 mil. El usuario pierde los intereses entregados y a la vez el capital que aportó", narró.
Pero no todo para ahí. Luego se desencadenan las amenazas, entran y le roban productos a la persona, dizque como parte de pago, aseguró el denunciante.
"Hemos visto que llegan 2 motos con 4 individuos, pero son violentando e intimidando. Pese a que las autoridades reaccionan, los gota que arriban al día siguiente obligan a las personas a no denunciarlos. Y no lo hacen por miedo, pese a que estamos en un grupo de seguridad de la Metropolitana, donde a cada rato reportan casos".
¿Cómo terminaron estos comerciantes en ese tipo de préstamos? Otro afectado respondió que reparten tarjetas.
Una alerta temprana de la Defensoría del Pueblo ya tocó este tema. “En Manizales operan, tanto rutas locales en los sectores urbanos y municipios del área metropolitana como Villamaría, Chinchiná, Neira y Palestina, como de redes que laboran internacionalmente para lavado de activos a gran escala”, se lee en ella.
Anotó que Manizales es una sucursal de los administradores o gerentes de esta actividad en el Eje Cafetero, quienes a su vez están subordinados por el jefe mayor de la estructura, que se articula desde Medellín.
“En la ciudad operan varias rutas, de las más visibles abarca desde el barrio Chipre, sector Centro (carrera 23), hasta El Cable, que funciona con préstamos realizados a pequeños establecimientos de comercio y vendedores informales que se encuentran en esta área”, indicó el informe.
Añadió que los créditos se ofrecen de manera pública en volantes que se reparten en varios puntos del Centro, principalmente en La Galería y el Parque Alfonso López.
Desde la Plaza de Mercado, anotó la Defensoría, se ordena y articula el mercado de estupefacientes al menudeo y los préstamos a usura o gota a gota hacia otras áreas de la ciudad, además de la regulación de acciones delincuenciales de alto impacto. La estructura de los gotas funciona con socios, administradores, jefes operativos, supervisores y cobradores.
“En esta jerarquía, comerciantes, políticos y funcionarios públicos se incorporan como socios al invertir dinero y apropiarse de rutas por medio de negociaciones realizadas con el jefe mayor o empresario de Medellín.
“Sobre la estructuración de la red se definen límites territoriales por las competencias de rutas y a partir de estos surgen disputas por el control. En la ciudad esto se conoce como ´remontar rutas´ es decir, cuando un prestamista de otra plaza entra a prestar dinero en uno de los sectores copados por la ruta de otro administrador. De esta dinámica se derivan agresiones por las disputas territoriales entre los mismos cobradores, al igual que amenazas de muerte y ataques físicos contra los deudores que no logran pagar”.
La alerta temprana hizo referencia a un caso de una víctima amenazada con “llevar el cobro a la Galería”, sentencia implícita de una amenaza de muerte. En otros casos, recaen sobre los cobradores (eslabón más débil de la cadena) que no logran recaudar los pagos, lo que a su vez repercute en amenazas contra los deudores.
Manifestó que en razón al incumplimiento en los pagos, estas redes realizan amenazas directas con mensajes de texto e, incluso, los cobros son enviados a la Galería, desde donde los mismos son asumidos por miembros de grupos armados de delincuencia organizada.
El informe de la Defensoría indicó que las amenazas de prestamistas son hechos recurrentes en la ciudad, situaciones que por lo general no son denunciadas por temor.
“Es preciso señalar que estos circuitos de economía ilegal guardan a su vez relación con negocios y establecimientos públicos aparentemente legales, que sirven de fachada para legalizar los dineros de la renta ilegal, así como para la venta de estupefacientes al menudeo. Entre otros, discotecas, locales de venta de celulares y accesorios, chatarrerías, lavaderos de carros y peluquerías. Donde es necesario tener presente el riesgo por la llegada de nuevos grupos con potencial interés de disputa y control de estas redes de economía ilegal, como La Oficina y La Cordillera”.
Según cifras de la encuesta de mercado de crédito informal en Colombia, el crédito informal sigue siendo la forma de financiamiento en las familias de estratos 1, 2 y 3, ya que de los 6,8 millones personas endeudadas entrevistadas, el 83% admitió que adquirió un préstamo por medio de familiares, amigos, vecinos, casas de empeño o gota a gota.
El gota a gota es la modalidad de usura que afecta a quienes acceden a créditos informales con intereses que superan el 120% anual, cuando lo permitido, actualmente, es 27,45% (febrero).
El coronel Luis Fernando Arcos Álvarez, comandante de la Policía Metropolitana de Manizales y Villamaría, respondió lo siguiente.
-¿Cómo combaten la usura en Manizales y el uso de la violencia a la hora de cobrar de los denominados gota a gota?
Inicialmente se requiere que la comunidad denuncie los casos en los que se considere víctima de este delito. En lo que va corrido de este año, en Manizales y Villamaria, la Policía Metropolitana no ha conocido denuncias relacionadas con la ocurrencia de este delito y, mucho menos, la ejecución de violencia.
-¿Cómo lograr que la gente denuncie los abusos de estas personas?
La comunidad debe saber que la usura es un delito. El mensaje es que denuncie.
-¿Qué campañas adelantan contra ese flagelo?
Desde la emisora de la Policía (103.7 FM) he invitado a la ciudadanía para que ponga en conocimiento de las autoridades este tipo de hechos y evite caer en manos de estos delincuentes. El año pasado, el grupo de Prevención y Educación Ciudadana de la Metropolitana lanzó la campaña “Juntos podemos ser más seguros, No al gota a gota”.
-¿Se tiene algún indicio de que estos cobradores tengan de pronto relación con grandes bandas?
En Manizales no se tienen datos que permitan determinar vínculos de personas dedicadas a este tipo de préstamos con grupos de crimen organizado o estructuras criminales. Sin embargo, la experiencia en otras regiones del país ha permitido establecer que estos dineros proceden de actividades ilícitas como el narcotráfico.
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