LA PATRIA | MANIZALES
El pulso por los cambios necesarios que se harán a la Policía Nacional tiene como elemento inicial las diferencias en abordaje del tema en el legislativo, mientras que en las calles el tema en discusión es sí con una ley que la transforme se puede frenar la escalada de violencia actual.
Para la oposición al gobierno la institución debe volver, luego de varias décadas al Ministerio del interior, para recuperar su espíritu civil, pero el gobierno ni siquiera lo considera como opción.
Este medio conoció una cartilla de trabajo recién publicada que sintetiza los aspectos fundamentales de la denominada Transformación integral y que hace ya parte de los planes de estudio para cursos de ascenso que se iniciaron y de la formación a nuevos policías (ver recuadro Transformación integral).
La publicación está en consonancia con las propuestas esgrimidas recientemente por los ministerios de Defensa y del Interior, y la Dirección General de la Policía. Aunque se intentó dialogar con los articuladores del plan, no hubo respuesta al cierre de esta edición (viernes en la tarde).
La cura para el mal
Mauricio Orozco Vallejo, coordinador del Observatorio de Violencia y Paz de Manizales, señala que hay un uso desproporcionado de la fuerza por el Esmad, con patrones sistemáticos como agresiones sexuales, homicidios, mutilaciones de ojos y otros.
“Un poco de lo que venimos planteando es que es necesaria una reforma, no para que desaparezca. Todo lo contrario, sino en el marco de la defensa de los derechos humanos”.
En un encuentro académico reciente convocado por la Universidad Nacional se abordó como cura para el mal la esperada reforma, bajo ciertos parámetros.
Susana Gil, politóloga de la misma universidad recordó que en la época de Rojas Pinilla se afectaron las funciones de la Policía al quedar adscrita al Ministerio Guerra (hoy Mindefensa) “porque las fuerzas militares tienen la función de defender la soberanía, pero la Policía –en términos constitucionales– tiene la función de garantizar los derechos y libertades de las personas”.
Yanilda González, docente asistente en política pública en la Universidad de Harvard y líder de estudios en temas policiales y violencia de Estado, coincide con Orozco Vallejo en que “no se trata de abolicionismo, sino de que cumplan con sus funciones de cuerpo civil”.
Además, advirtió que “el problema sigue siendo que no hay ningún mecanismo de rendición de cuentas a ningún actor externo civil, entonces la Policía Nacional de Colombia se encuadra perfectamente dentro del marco de autoritarismo policial”.
Frente a todo este panorama Orozco reconoce que en algún momento de la historia a la Policía le tocó desarrollar estrategias militares. “Se tuvo una idea del enemigo interno, que era la guerrilla, pero hoy pareciera que son los jóvenes”, concluyó.
Foto | Tomada de www.policia.gov.co | LA PATRIA
Mejoras tecnológicas se incluyen en lo que se propone el gobierno.
Transformación integral
Los proyectos de ley que se anuncian desde el Gobierno Nacional en ningún momento contemplan el cambio de dependencia de la cartera de Defensa a la del Interior, sino de acciones e inversiones para mejorar el servicio.
*$34 mil millones para imagen institucional y otras acciones.
*Nuevos cuadrantes de vecindario.
*Nuevos uniformes y patrullas para la seguridad ciudadana.
*Dotaciones nuevas en cuadrantes de reacción para atender situaciones de orden público.
*Incorporación de drones.
*Bodycam en los uniformes.
*Profesionalización de los patrulleros y oficiales para el desarrollo de sus carreras y derechos humanos.
*Competencias en el uso de la fuerza.
*Régimen disciplinario para cerrar procesos más rápidos.
*Crear un área de derechos humanos adscrita a la Dirección General.
Desde la oposición al gobierno
Las bancadas de oposición al gobierno en el Congreso radicaron su propia iniciativa partiendo de que la Policía ya no dependa del Mindefensa sino del Mininterior.
*Pese al carácter civil persiste la militarización de este cuerpo de seguridad.
*Situaciones cotidianas como los conflictos entre vecinos, el uso del espacio público por jóvenes y actos de protestas son tratados desde una órbita militar.
*La instrucción es guiada por la doctrina del enemigo interno.
*Pérdida de confianza.
*Se deben prohibir prácticas y procedimientos arbitrarios e irregulares.
*Creación de mecanismos externos de control.
*Violaciones a los derechos humanos y al Derecho Internacional Humanitario deben ser juzgados por la justicia ordinaria y no por la Penal Militar.
*Conformar una Comisión Nacional de Participación Ciudadana.
En 1953, durante la dictadura del general Gustavo Rojas Pinilla, la Policía pasó de tener unos cuerpos municipales y adscritos al Ministerio de Gobierno, para ser una institución de carácter militar, centralizada y dependiente del entonces Ministerio de Guerra, hoy Ministerio de Defensa.
Coinciden oposición y gobierno en reforzar la formación en Derechos Humanos.
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