Pesebre al cuidado de la naturaleza en el Bajo Tablazo

LAURA SÁNCHEZ

LA PATRIA | MANIZALES

Muchas cubetas de huevos se transformaron en piezas muy pequeñas en el pesebre coordinado por Martha Lucy Ceballos en el Bajo Tablazo (Manizales). Fueron seis meses en el que niños y niñas crearon un pesebre que tiene búhos, vacas y plantaciones miniaturas de suculentas, y otras figuras más.

"Lo hacemos dejando el cartón triturado en agua por tres días, lo licuamos, le echamos colbón y podemos hacer lo que queramos. Dejamos secar por cuatro días. Es difícil al comienzo, pero uno se acostumbra", expresa Juan Pablo García, 11 años.

Mientras él explica, entre ellos mismos se reparten cascabeles naturales, unas pequeñas semillas envueltas en un caparazón que suenan y suenan. Juan Pablo recibe y aprovecha para continuar: "Nos gustan las actividades y los juegos, hacemos figuras en cartón y pintamos. Lo hacemos un día a la semana, de 2:00 p.m. a 5:00 p.m. Invitamos a mamá y nos dijeron que el pesebre estaba hermoso".

Se refiere a las actividades que realiza con la profesora Martha Lucy Ceballos, que tiene una trayectoria deportiva en el atletismo y el tenis. En el Bajo Tablazo, ella encontró que en la enseñanza a niños y jóvenes había una posibilidad para ocupar el tiempo libre y aprender.

"En pandemia aprendí que hay tanta gente que me necesita, porque en los niños hay hambre, tristeza, situaciones complejas. Situaciones que parten el alma. Descubrí lo que soy con ellos, dejándonos ser. Me conocí yo, compartiendo con ellos", concluye Martha Lucy, quien también es educadora física, egresada de la Universidad de Caldas.

Foco natural

El proyecto de Martha Lucy se llama Viviendo la naturaleza. Es sencillo: el contacto con el ambiente natural, tocar, oler y ver les permite a sus pupilos conectarse con el medioambiente para proteger y preservar, eso incluye avistamiento de aves. El reciclaje también es parte vital de este aprendizaje.

En tarritos reciclados hicieron maracas nuevas, lavaron, pintaron y llenaron de piedras. Cada nuevo instrumento está marcado con el nombre de cada uno, porque cada uno tiene su estilo y su sonido particular.

Valentina Herrera, mamá de dos niñas, expresa que las clases con Martha Lucy son espacios para estar en contacto con la naturaleza. "Aprenden muchas cosas e interactúan con otros niños. Hay pocas iniciativas por acá. Llevan tres meses asistiendo a las clases", indica.

La oferta de educación extra para los niños de esta zona es poca o no abarca los intereses de todos. Por eso, algunos después de la escuela apoyan las labores del hogar o no ocupan su tiempo. La alternativa de Viviendo la naturaleza es una actividad agendada y esperada por los niños.

Martha Lucy empezó a enseñarles en el 2017 en un kiosko. En ese entonces la acompañaba su hija Estefanía, entre las dos enseñaban de manualidades, de naturaleza y reciclaje. Le echó mano a La Patria Chica, un suplemento dominical del periódico LA PATRIA, que colecciona en tomos.

Disfrutan

Karina Mallungo, 7 años

Me gusta venir para aprender a sembrar porque los árboles son muy bonitos.

Jeilyn Dayana Sánchez, 10 años

Me gustan mucho las actividades y el comportamiento de la profe, es muy divertida.

María Fernanda Agudelo, 11 años

Me gusta mucho venir a conocer la naturaleza, porque se pasa muy rico.

Samir Andrés Gonzalez, 11 años

Me gusta venir porque me divierto y vengo a aprender.

Un detalle de las figuras elaboradas por niños y niñas.

--P

Los niños recibieron natilla hecha en lecha y regalos.