LA PATRIA| MANIZALES
22 años convivieron los hermanos Jairo Antonio y Mario González Buitrago, en el barrio Campohermoso. El 23 de marzo del año pasado, cuando el primero cumplía cuatro meses de su retorno de España, donde estuvo de vacaciones, una discusión terminó en tragedia para esta familia.
En el sector de Liborio, Mario, de 71 años, sacó un arma de fuego y le disparó a Jairo Antonio, a quien llevaron de urgencias hacia la clínica Avidanti, donde falleció por la gravedad de las lesiones en el abdomen. Por su parte, el señalado homicida se fue para el Hospital de Caldas, donde creía que estaba recluida su víctima, pero al enterarse de que no permanecía allí pidió prestado el baño del área de consulta externa, tomó el arma de fuego e intentó quitarse la vida.
El señor sobrevivió a la autolesión, permaneció varios días hospitalizado y el pasado miércoles lo llevaron a audiencia para formularle cargos por homicidio y porte ilegal de armas. El hombre se mostraba callado, mientras su defensa pedía la suspensión de la diligencia para recolectar las pruebas con las que quieren demostrar la posible inimputabilidad.
En una audiencia anterior, el Juzgado Cuarto con Función de Control de Garantías ordenó la valoración por psiquiatria forense de Mario para definir dos aspectos: la capacidad que tenía de autodeterminarse en el momento de los hechos y el estado actual de su salud mental.
Sin embargo, aún no se le ha dado trámite a esa solicitud, ni se ha programado siquiera la cita. Se le reiteró a Medicina Legal la urgencia de ese procedimiento. Por ahora se definió fecha de la audiencia preparatoria, donde se espera tener ese resultado.
A las 10:50 de la mañana fue el ataque. Minutos más tarde se reportó el otro caso en el Hospital de Caldas.
Lo que no está claro para las autoridades es si el homicida quería rematar a su hermano en su lecho de enfermo o cuál sería su intención al ingresar al centro hospitalario con un arma de fuego.
Esa situación la vive una persona que no es capaz de comprender el delito que ejecutó, ni sus consecuencias. Por esa razón, en caso ser hallada culpable, es enviada a la clínica San Juan de Dios para un internamiento que no puede ser mayor a 20 años. Si se demuestra su recuperación antes, queda libre.
2021: 14 crímenes entre familia y allegados. En tres casos se ha pedido inimputabilidad. Los otros dos son de madres que habrían matado a los hijos, menores de edad.
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