HELMER GONZÁLEZ
LA PATRIA | MANIZALES
Daniel Antonio Betancourth y su esposa Ana Felicia Herrera son hijos de fundadores de El Congal, de Samaná, allí se conocieron, se casaron y levantaron 14 hijos. Hoy, en el mismo lugar que abandonaron por la fuerza del conflicto armado, hace 19 años, vuelven a sonreír con su descendencia, pero sin olvidar lo que sucedió.
Un monumento quedó para constancia. En relieve y pintado con imágenes que evocan la fundación, la tragedia del desplazamiento y el renacer de El Congal, cuyo nombre se debe a la abundancia de mata de congo en la zona.
En la actualidad trabajan de nuevo en sus parcelas, viven en casas nuevas, algunos negocios abrieron sus puertas, como la carnicería de un hijo de Daniel. Además, hay en marcha varios proyectos productivos.
El viernes se formalizó el cumplimiento de una orden judicial, que obligaba a entidades nacionales y departamentales a devolver a 17 familias lo que perdieron, de 35 que han retornado. En total fueron 54 las desplazadas.
Se resume lo ejecutado hasta ahora en que hay viviendas, vía, agua, servicio de salud, escuela, proyectos productivos y memoria.
En la escuela se dan los últimos toques a un mural, pintado por soldados del Batallón Ayacucho, de Manizales.
Titulación de predios
17 personas recibieron los títulos de propiedad sobre bienes que ya tenían. Faltaban las escrituras públicas y eso fue lo que cumplió la Agencia Nacional de Tierras (ANT), luego de un largo proceso adelantado por la Unidad de Restitución de Tierras (URT).
José Raúl Echeverri López, fue uno de los 17 beneficiarios. Señala que fue el que más perdió tras el desplazamiento. “Perdí mi finca, perdí mi ganado y mis dos viviendas, me fui de Fresno (Tolima), luego a Chinchiná, sin ninguna estabilidad”.
Contó que luego estuvo 10 años en Medellín. “Nunca me olvidé de tierra, siempre la recordé, nunca tuve un día que estuviera fuera de este territorio sin que viera algo similar a mi vereda. Gente que se me parecía a mis vecinos de aquí, lugares y productos”.
Se mantuvo informado hasta que finalmente se vinculó como víctima a la demanda de restitución que falló a su favor el Juzgado de Restitución, en el 2016. En el 2018 se puso en marcha el cumplimiento de la misma.
Unos 25 estudiantes tiene la sede El Congal de la Institución dades que había perdido. Educativa El Bosque.
Falta
Eliécer Londoño, presidente de la Junta de Acción Comunal de El Congal, indicó que la sentencia está cumplida en un 90 por ciento. Sin embargo, aún falta más que lo consignado en la orden judicial para ver la vereda reconstruida.
Indicó que hay nuevas demandas en proceso para las titulaciones de tierras restantes. Además, se requiere pavimentar calles, contención de taludes y la construcción de un parque, que tendrá como principal atractivo el monumento.
Los habitantes de El Congal volvieron a hablar de su territorio. En los encuentros de amigos poco se habla de lo que pasó. Tampoco son las mismas casas que les quemó el grupo armado, pero sí la misma gente que abandonó la vereda en enero del 2002.
José Raúl Echeverri López recibió las escrituras de las propiedades que había perdido.
Tres momentos
1. 2002 cerca de 280 personas huyeron de El Congal tras ser incendiada la vereda por un grupo armado.
2. 2016 un juzgado de restitución de tierras le ordena a entidades del orden local, departamental y nacional ejecutar lo necesario para la reconstrucción de la vereda.
3. 2021: 17 familias son las primeras en recibir las escrituras públicas de sus propiedades.
Desminado
59 mil 739 metros de territorio ha despejado el Batallón de Desminado en El Congal 95 artefactos desactivados entre munición sin explotar. Esta tarea la realiza el Batallón de Desminado No. 3, con la seguridad que proporciona el Batallón Ayacucho.
El proceso de restitución
Andrés Castro Forero, director de la URT, indicó que el proceso, como los de su naturaleza, es complejo, “hace intervenir a la Unidad para instruirlo, luego pasa a conocimiento de los jueces, pero hasta ahí hemos hecho gestión, no hemos restituido”.
Recordó que la restitución es un derecho fundamental establecido por el legislador como un reconocimiento que hace el Estado a aquellas personas que fueron despojadas o que debieron abandonar sus predios, por causas del conflicto.
“En esta caso lo que uno encuentra es que estas personas se desplazaron del territorio por la violencia y quería recuperar y volver a sus predios”. Para el 2018 la justicia ya había llamado la atención sobre el desacato al fallo. Lo que se hizo fue una articulación entre instituciones para dar cumplimiento.
Se asegura que el modelo de intervención en El Congal es un ejemplo para mostrar. En ese sentido Castro Forero precisó que si bien hay zonas donde el avance es mayor en hectáreas y beneficiarios de proyectos “en esta articulación del nivel local, departamental y nacional para lograr esto no lo había visto. Entonces sí es un modelo y es lo que hay que replicar en el resto del país”.
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