LA PATRIA | MANIZALES
17 años y dos meses de prisión es la pena que recibió, del Juzgado Penal del Circuito de Riosucio, Julián Alzate Velásquez, por homicidio agravado en concurso con porte ilegal de armas de fuego de defensa personal.
El 7 de agosto del 2020, siendo las 9:00 de la noche, en la carretera Panamericana, jurisdicción de Marmato, trayecto Manizales-Medellín, mataron a Jhónatan Antonio Galvis Alzate.
Esta persona permanecía en el sitio conocido como El Reporte y de la nada aparecieron cuatro sujetos que se desplazaban en dos motocicletas. Dos se le acercaron y tras sacar sendas armas de fuego, las accionaron en su contra en repetidas ocasiones, causándole la muerte de manera instantánea.
Se fugaron con rumbo a La Pintada. Algunos testigos presenciales del hecho identificaron a Alzate Velásquez como uno de los sicarios. Se ordenó su captura y fue judicializado.
En audiencia celebrada el 2 de diciembre pasado, ante el Juzgado Promiscuo Municipal de Marmato en Función de Control de Garantías, se expidió orden de captura, materializada para febrero 21 del 2021.
El mismo despacho, al otro día, presidió nueva audiencia preliminar donde se legalizó la aprehensión, se le comunicaron cargos –que no aceptó– y se le afectó con medida de aseguramiento de detención preventiva intramural.
El 23 de abril, el fiscal delegado presentó escrito de acusación con preacuerdo, consistente en la aceptación libre de los cargos previamente comunicados.
Inicialmente la pena se tasó en 412 meses, pero con el arreglo se le otorgó la rebaja máxima permitida, que es del 50%, quedando en definitiva en 206 meses.
Alzate Velásquez, de 26 años, nació en Medellín, era trabajador independiente, soltero y vivía en la capital antioqueña.
Un testigo narró que tras el asesinato los comentarios en el lugar de los hechos son que lo habían ultimado porque le gustaban las mujeres comprometidas y otros anotaron que todo se debió por problemas de droga y platas.
Uno más contó que los sicarios se les acercaron y les dijeron: “Una requisa, ¿quién es el que vende la droga?”. Pensó que era Policía Judicial y les contestó: “No mi comando, no tengo conocimiento. Uno me respondió que no los encubriéramos. Ahí empezó el ataque”. Una mujer aseguró que a esa zona sube mucho un combo de La Pintada a preguntar por los que venden vicio.
Una allegada al occiso expresó que él le contó que a la casa subieron dos manes de La Pintada y le preguntaron si iba a trabajar con ellos. “No me dijo nombres, les respondió que no trabajaba con nadie, que solo lo de él. Se tuvo que ir a dormir a La Felisa 15 días por miedo a esos tipos. Oí rumores que quienes lo mataron son del combo de Yan (ver recuadro Banda)”.
Julián Alzate Velásquez, el hoy condenado, contó que conoció a alias Yan, quien le ofreció bajar a trabajar a La Pintada.
El juez compulsó copias para que se investigue la existencia de una empresa criminal dedicada al comercio de droga en esa jurisdicción.
A mediados de junio pasado, la Sijín y el CTI detuvieron a seis personas con orden judicial e indicaron que esclarecieron la muerte violenta de Jhónatan Antonio Galvis Zapata, de 29 años.
Estos sujetos tendrían nexos con la Oficina de Envigado.
Tras 11 meses de análisis, de recolectar pruebas, la Fiscalía 1 Seccional de Riosucio solicitó 3 órdenes de registro y 6 de captura por este homicidio.
En un operativo con el apoyo de las unidades del Distrito 3 de Policía de Riosucio y unidades del Grupo de Operaciones Especiales atraparon a los señalados en Santa Bárbara, La Pintada, Marmato y Supía.
El cabecilla era alias Yan, de 24 años, quien al parecer ordenó la muerte de Galvis Zapata.
“Primero lo mandó a comercializar estupefacientes para el grupo delincuencial en el sector de La Garrucha de Marmato, pero un campanero de la banda le contó a Yan que el hoy occiso vendía droga por aparte, para su propio lucro y no le daba dinero al jefe. Por eso determinó su deceso”.
En los allanamientos se logró la captura de sus colaboradores conocidos como el Rati, Bola Ocho, Pancho, el Saino y el Gato, de 41, 21, 24, 48 y 20 años.
Su accionar delincuencial se enfatizaba en el tráfico de estupefacientes en menores cantidades mediante la venta a domicilio y en puntos fijos de entrega para diversos municipios.
En los operativos les incautaron 6 equipos celulares y $12 millones, al parecer, producto de la venta de los estupefacientes.
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