MARTHA LUCÍA GÓMEZ
LA PATRIA | MANIZALES
Planificadores visionaron hace unos 15 años que las veredas La Trinidad y El Rosario, del Corregimiento El Remanso, se proyectaban como el Triángulo de Oro en expansión por sus cualidades en vías, topografía, clima y cercanía con la Manizales urbana y con Chinchiná.
El Rosario fue incluida en el Plan de Ordenamiento Territorial del 2017 como área de expansión. La Trinidad no, sigue siendo suelo rural, a pesar de su crecimiento en construcciones y en población con los condominios San Bernardo del Viento, Portal de los Cerezos y más reciente Reserva de los Álamos.
En construcción están los condominios Palosanto y Peñalar, llegó la Fundación Semillas de Amor y hay fincas activas en la vereda y en otras vecinas como La China y La Manuela, después del peaje.
Población en aumento
Se fue generando una dinámica similar a la urbana, con demanda de servicios públicos y mano de obra (empleadas domésticas, jardineros, vigilantes, enfermeras, entre otros oficios) que han resuelto con oferta de Manizales, Villamaría y Chinchiná; pero les falta el transporte.
Todas estas personas, inclusive residentes con vehículos, se ven en dificultades para salir o llegar cuando no cuentan con esa opción particular. Esto aumentó en el 2020. Con la pandemia algunas familias buscaron mejores condiciones ambientales y migraron a La Trinidad, o viviendo allí se llevaron a padres y a abuelos para tenerlos cerca.
Solo cuentan con camperos, servicio que les resulta costoso, unos $60 mil a la semana si hacen dos viajes diarios, y demorado, porque estos carros no tienen frecuencias continuas.
Es tanta la necesidad, que algunos habitantes se unieron y en el 2019 presentaron una acción popular demandando a la entonces Secretaría de Tránsito de Manizales y a Socobuses, proceso en trámite en el Juzgado Octavo Administrativo y que la próxima semana continuará en audiencia de pruebas.
La comunidad espera que este año se haga justicia, pues desde el 2017 trata de resolver el asunto y siempre con la misma respuesta de que no es factible, aunque la dinámica de La Trinidad ya sea otra.
Unos 70 trabajadores recibe a diario el condominio San Bernardo del Viento, cuenta Luz Mary Sossa, habitante y promotora de la acción popular. “Tienen que desplazarse en jeep, en bicicleta, en volqueta o caminando si no pueden venir en moto. En el 2017 entramos a cada finca que está sobre la carretera, no las que están adentro, y contamos 127 personas que necesitaban la ruta de transporte público”.
Ahora estima que solo entre los tres condominios son unas 130 familias y que la cuenta de trabajadores se puede haber triplicado. “Esa lista la entregamos al secretario de Tránsito en el 2017. La sorpresa fue que habían hecho un estudio de factibilidad, encontrando que no era rentable la ruta”.
En el 2018 insistieron con la petición, y la respuesta de Tránsito fue idéntica. Según Sossa, en los últimos meses del 2019 hicieron la acción popular, hubo una audiencia inicial que fue fallida porque Tránsito no aportó el estudio de factibilidad.
En febrero del 2020 hubo otra audiencia. Sossa indica que el primer secretario de Tránsito de esta Administración dijo que habían hecho un estudio y que desde San Peregrino hasta La Trinidad eran 17 kilómetros, muy largo trayecto para una ruta sin suficientes usuarios, que no era rentable.
“Eso no es real porque desde El Tambo, donde retorna la ruta de San Peregrino, hasta San Bernardo del Viento son 5 kilómetros. Además dijo que en San Bernardo no había forma de retornar, lo que tampoco es cierto porque desde el 2018 ofrecimos la posibilidad de que los vehículos entren a la glorieta del condominio y giren de regreso”.
En esa audiencia no se logró conciliar entre las partes y por eso la demanda continúa. Está en etapa de pruebas.
* Sandra Mildred Vallejo es de la vereda La Trinidad, vende almuerzos en los condominios, hasta donde debe ir a pie con unos 12 kilos al hombro, pues afirma que el jeep casi siempre pasa lleno o no la recoge porque prefiere transportar gente para La Rochela o de regreso a Manizales.
“Empezando la vía a Chinchiná están construyendo más condominios, por ahí también se ven muchos obreros a pie, cogidos de la tarde, porque no tienen en qué llegar. Bajan desde El Tambo. Los jeep cobran desde el puente hasta San Bernardo $3 mil. Mi hija trabaja en Manizales y muchas veces llega tarde por falta de transporte”.
* Beatriz Elena Valencia administra el conjunto campestre Reserva de los Álamos, vive en Villamaría y se debe desplazar cada tres o cuatro días a la zona. “A veces me puedo transportar en vehículo particular, pero cuando no puedo me toca buscar un bus, a $10 mil por trayecto. Cobran como si fuera a ir a La Rochela. O sea que por los cuatro días serían $80 mil. Socobuses se nos ha ofrecido para hacer una prueba piloto, pero la Alcaldía se ha mostrado renuente”.
* Angélica Montoya coordina la Fundación Semillas de Amor, entidad de rehabilitación frente a los condominios. Tiene 150 adolescentes internos, que en su tratamiento deben tener visitas semanales de las familias. “Con la pandemia, el aforo en los jeep se redujo y pudimos trabajar virtualmente, pero con el restablecimiento de las visitas volvieron los problemas de transporte. Los jeep solo se mueven a ciertas horas y las visitas son con horario. Se ven los padres en la carretera tratando de conseguir en qué movilizarse. Tenemos 35 empleados que viajan a diario, unos llegan en moto y hay un transporte contratado que moviliza al equipo psicosocial, pero si tienen que hacer alguna diligencia a otras horas no hay cómo hacerlo”.
* Jorge Grajales, líder de guardas de seguridad en San Bernardo del Viento, cuenta que son siete guardas y que la mayoría llega en moto. “El transporte público sería un descanso impresionante. En las motos nos exponemos demasiado. En la noche tenemos horarios de 13 horas y siempre es agotador salir de acá y manejar moto para subir”.
Juan Carlos Alzate, gerente de Socobuses, aclara que la ruta no es decisión de la empresa, sino de la Alcaldía. “Iríamos hasta donde fuera a prestar el servicio. Estamos en condiciones de prestar la ruta como una prueba piloto durante tres meses, levantando información y entregándola al Municipio para que con este insumo la licite y que gane el que sea. No se va a competir con los camperos, los usuarios son diferentes. No es un alargamiento de la ruta de San Peregrino, es una nueva ruta”.
La acción popular, según Mateo Loaiza, secretario de Movilidad de Manizales, es para ampliar la ruta de transporte público colectivo San Peregrino-La Trinidad, a la que presentaron un estudio técnico de viabilidad, elaborado años atrás. Señala que el Índice de Pasajeros por Kilómetro recorrido (IPK) es de 0,44 y la referencia para un servicio de transporte en buseta es de 1,5 para esta zona.
“Es tres veces menor al indicador de referencia. La necesidad de un servicio debe demostrarse en un estudio de análisis, como se hizo en el 2017 con la matriz origen-destino e indicadores de referencia que formaron parte del Plan Maestro de Movilidad. Será lo que falle el juzgado”.
San Bernardo del Viento tiene 53 casas, antes de la pandemia vivían permanentes 32 familias, ahora 50.
Portal de los Cerezos tiene unas 60 viviendas.
Reserva de los Álamos tiene 40 casas, 23 habitadas permanentemente.
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