Elizabeth R. Rojas
LA PATRIA | Manizales
El uso del tapabocas en ambientes escolares dejó de ser obligatorio desde ayer y si bien ello representa nuevas posibilidades en lo académico, también deja retos a las instituciones de la ciudad en lo que tiene que ver con seguir cuidando a alumnos, docentes y directivos.
Manizales es una de las seis localidades de Caldas que le dice adiós a este elemento de protección (salvo excepciones), pues cumple con el 70% de su población con esquemas completos de vacunación contra la covid-19 y el 40% de refuerzos. Así lo habilitó, en días pasados, el Gobierno nacional a través del Ministerio de Salud.
El asunto es que la derogación de la medida expone a la comunidad académica a las gripas comunes, a la influenza y a neumonías. Ese filtro de microorganismos ya será de uso opcional. También a otitis, bronquitis, amigdalitis y más.
Álvaro Augusto Zuluaga, especialista en rehabilitación cardiopulmonar, definió al tapabocas como un método de defensa: "Nuestro cuerpo está desacostumbrado a luchar contra lo que normalmente lo ataca, porque llevamos mucho tiempo con este elemento. Nuestro sistema inmune ha cambiado".
El profesional precisó que se van a ver niños enfermos con más frecuencia, por lo que los padres tendrán que poner mucho cuidado en la alimentación que se les brinde, eso para estimular las defensas.
"Hay que aumentar la ingesta de todo lo rico en vitamina C, llámese naranja, mandarina, limón, maracuyá, lulo, guayaba, papaya, etc, esto para ayudarles a sacar radicales libres y toxinas del organismo. Eviten darles azúcares refinados, pues estos los exponen -de forma fácil- a diferentes agentes patógenos", recomendó Zuluaga.
El médico sugirió a los progenitores o cuidadores no mandar a niños y adolescentes a la academia, si tienen sintomatología respiratoria (flujos nasales, estornudos, ojos llorosos, congestión, etc). Pidió que tampoco se les lleve a donde puedan contagiar a otras personas, así sean adultas, pues así se evita que una condición se disemine.
"La idea es que se continúe con las demás medidas de asepsia, siendo el lavado de manos, crucial. Eso se convierte ahora en una herramienta, junto a la vacunación, para repeler el coronavirus y otras condiciones", subrayó Zuluaga.
De la vacunación
Victoria Eugenia Pareja, enfermera jefe del programa de Vacunación Covid-19 de la Dirección Territorial de Salud de Caldas (DTSC), instó a los adultos a llevar a los más chicos y a los adolescentes a los puestos de vacunación, esto para iniciar, continuar o completar los esquemas de inmunización contra el coronavirus.
La profesional felicitó a los municipios que hoy pueden avanzar con la eliminación del elemento, pero llamó a que no se deje de lado el seguir apostándole a la inmunización, sea con Sinovac o Pfizer, según corresponda.
LA PATRIA conoció que hoy son susceptibles de vacunación en Caldas, entre los 3 y los 11 años, 37 mil 677 menores para primeras dosis; mientras que 55 mil 850 aguardan por completar el esquema. Esto teniendo en cuenta que hay 118 mil 732 pequeños en este rango de edad residiendo en el departamento.
De los 12 a los 19 años, las cifras son otras. A 41 mil 752 les falta la primera, a 53 mil 27 están por completar el esquema y 62 mil 65 son susceptibles de refuerzo. Esto frente a una población de 123 mil 424 de este rango.
"Esta última población presenta unas demoras importantes en el departamento, frente a la vacunación covid-19", comentó Pareja; mientras insistía en la disponibilidad de los biológicos para ellos.
Se supo que hay almacenadas en Caldas, para ellos, dosis de Sinovac (63 mil) que es para los de 3 a 11 años. Y que de Pfizer, cuentan con más de 60 mil, las que ya están distribuidas en los municipios.
"Las vacunas están avaladas por la Asociación Colombiana de Pediatría. Si los pediatras de los que tenemos hijos avalan la vacuna, por qué los padres no están llevando a inmunizar a sus hijos. Se les están facilitando los medios, solo que no quieren hacerlo", cuestionó.
Desde lo educativo
Ángela María Velásquez García, directora general Aspaen Preescolar Urapanes
Nuestra prioridad es la seguridad de toda la comunidad educativa. Procederemos tal como lo indica la normatividad del Decreto 655, con el retiro del tapabocas en los espacios abiertos y cerrados. Adicionalmente, dentro de nuestra política y las directrices que tenemos en seguridad y salud en el trabajo, conservaremos algunas medidas preventivas, como la desinfección de manos. Esto se seguirá haciendo antes de iniciar actividades y antes y después de las comidas. Es una rutina de aseo que tenemos muy interiorizada. Seguiremos con el diligenciamiento de la encuesta diaria de salud, que nos permite -entre otras cosas- saber cómo está la salud de los estudiantes. El tapabocas se continuará usando en el transporte escolar.
Marcela Robledo Londoño, directora general Aspaen Cerezos
Nosotros hemos estado siempre empeñados en acogernos a la normativa nacional y local. El retiro del tapabocas nos ayudará muchísimo en la labor formativa, sobre todo, porque permitirá vernos las caras e identificar mejor las voces y las emociones, elementos fundamentales para el aprendizaje. El tapabocas se mantendrá en el transporte escolar y tenemos previsto usarlo en espacios donde haya aforos superiores de los habituales, como eventos con padres de familia. Seguiremos las pautas y recomendaciones de nuestros especialistas en seguridad y salud en el trabajo y los epidemiólogos, que nos han acompañado durante todo este tiempo de pandemia. Esta medida la vemos con alegría, pero también con prudencia y precaución. Este es un momento oportuno para seguir vigilantes, para aprovechar los aprendizajes y para crear estrategias permanentes para el cuidado de la salud física y mental de la comunidad educativa.
Sor Aurora Morales, rectora del Colegio Santa Inés
El colegio se acoge al decreto nacional. Hasta el momento se han mantenido los protocolos de bioseguridad. Esto ha hecho que en la comunidad educativa se genere conciencia de autocuidado, la seguirán manteniendo en la nueva dinámica de convivencia. Considero que esta normativa ha sido bien recibida y acogida con gusto. Puede funcionar, ya que existe una cultura de cuidarse a sí mismo y a los demás. Todo lo que trajo la pandemia permitió reflexionar sobre la importancia de la interacción y las relaciones interpersonales. Observar la gestualidad permite construir una convivencia asertiva, por esta razón esta nueva medida seguramente funcionará con agrado, dentro de nuestra comunidad educativa.
Aleyda Quintero Valencia, rectora de la Escuela Normal Superior de Caldas
Aquí en el colegio hemos tomado la decisión de no retirar el tapabocas dentro de las aulas escolares, esto por seguridad y porque quedarían expuestos a otras infecciones como las gripas tradicionales. Esto debió ser más gradual, lenta, no tan acelerada.
Norma Esperanza Agudelo Ospina, rectora del Liceo Isabel La Católica
Nos acogemos como institución a la directriz que nos exhorta a que ese uso del tapabocas se de en lugares con ventilación deficiente. Y va a seguir siendo obligatorio para funcionarios, docentes y alumnos con sintomatología gripal y en aquellos que no se quieran vacunar. No se nos puede olvidar el distanciamiento, lo del lavado permanente de las manos.
Cristóbal Trujillo, rector del Instituto Universitario de Caldas
Esto lo recibimos como una gran noticia, pues creemos en las autoridades públicas en salud. Si tomaron la determinación, es porque la situación es muy segura y hay un nivel de confianza importante. Aquí hemos hecho cinco brigadas de vacunación, las que han sido muy exitosas. Tenemos buena parte de nuestra comunidad vacunada, estamos por encima de los promedios. Estamos tranquilos con eso. Seguiremos en la insistencia del lavado de manos, eso con o sin pandemia. Recomendaremos que lo lleven puesto, cuando hayan síntomas gripales.
Habilitadas
Manizales, Chinchiná, Pácora, San José, Palestina y Marulanda, las seis localidades que en Caldas se despidieron del uso obligatorio del tapabocas en espacios cerrados y en lo académico.
Permanece
El tapabocas tendrá que seguirse usando, así se cumplan los porcentajes (70% de esquemas completos y 40% de refuerzos), en instituciones de salud, hogares geriátricos y transporte público. Desde febrero, este elemento ya no era obligatorio en espacios abiertos.
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