LA PATRIA | MANIZALES
Se desvanecieron las esperanzas de vida para Matías Gómez Núñez, de 21 años, el motociclista arrollado por un docente, el 24 de mayo pasado, en una calle del barrio Palermo. El joven murió esta madrugada.
Soportó siete cirugías, lo sacaron de la Unidad de Cuidados Intensivos y el martes lo trasladaron a una habitación para los tratamientos paliativos. Había sufrido muerte cerebral irreversible, afectación de hígado, pulmones y tórax.
Así las cosas, cambiarán las condiciones del proceso penal que se sigue contra el profesor José Grey Bejarano Segura. Ya le habían imputado la semana pasada el delito de tentativa de homicidio agravado, donde el Ministerio Público se opuso a que le dieran medida de aseguramiento. Pasará a ser homicidio agravado, según contó Aristides Betancur Ciuffetelli, abogado de Matías.
Todo indica que ambos conductores discutieron y luego de eso el señalado persiguió al motociclista entre el Parque de Las Garzas y la calle 69 con carrera 28 (restaurante La Clave del Mar), del barrio Palermo, “donde le tiró el carro”, como lo señalaron testigos.
Preparado
El señalado, según funcionpublica.gov.co, es licenciado en matemáticas y física, y actual profesor del Instituto Universitario. Su hoja de vida indica que es de San Juan de Arama (Meta), doctorado en educación de la Universidad de Baja California, con maestría de la U. de Caldas, ha dirigido varios trabajos de investigación, de grado, de maestría o especialidad clínica y ha sido jurado en comités de evaluación, entre otras cosas.
Sobre el proceso
El motociclista viajaba en una moto Honda, modelo 2021. El docente, de 44 años, en un Ford Fiesta, 2017. Su prueba de embriaguez fue negativa.
Ese día, Matías salió a las 9:56 de la mañana del Mini Market La Camelia, ubicado en la carrera 23B N° 70A-71, del que hacia domicilios hace siete meses, con destino al edificio Robles, para entregar una leche.
Según Bejarano Segura, Matías le quebró el vidrio panorámico trasero con una piedra, mientras esperaba el cambio a verde del semáforo de la Paralela, y por eso lo persiguió. Vendedores del Parque de Las Garzas indicaron que no supieron de altercado alguno ese día.
El carro, el día de los hechos, tenía una perforación en el vidrio trasero de unos 15 centímetros, quedó al borde de una escaleras peatonales y, debajo de él, el casco del motociclista. La moto terminó en una zona vegetal.
En el peritaje al carro encontraron una piedra de tamaño medio en el piso trasero.
El vehículo fue devuelto de manera provisional al docente, pero no lo puede vender ni enajenar mientras se surte el proceso judicial.
En un video aportado al proceso por la familia de la víctima se ve a Matías en su moto, a gran velocidad, y detrás, muy cerca, el Ford Fiesta. El motociclista trata de llegar a casa de su madre, mira para el apartamento, como buscando ayuda, y luego hacia atrás. Fue un persecución de 285 metros.
No fue posible obtener el registro fílmico de dos edificios cercanos, pues solo guardan lo grabado por dos y tres días respectivamente (ya no existían cuando se pidieron). En las cámaras de la Policía no quedó evidenciado el hecho.
Testigos afirman que el motociclista intentó entrar al edificio Refugio, de Palermo, donde vive la mamá, pero al ver el carro tan pegado siguió de frente, redujo la velocidad, fue arrollado y ambos se fueron derecho por las escalas. Al parecer, Matías le dijo a la mamá que el señor del carro lo había confundido y lo persiguió. El de automotor habría afirmado que se fue detrás porque le tiró una piedra por el Parque de Las Garzas.
Este proceso no quiere decir que el docente sea culpable. Será un juez de la República quien determine si es o no responsable del delito que le imputaron.
Mejor no conduzca si...
1. Empieza a insultar dentro del carro.
2. Expresa su frustración o rabia por algo golpeando el volante.
3. Empieza a usar, casi que de manera exagerada, el pito o la bocina del carro.
4. Si no mantiene la distancia de seguridad recomendada o maneja muy cerca de los otros vehículos.
5. Si abusa del freno y del acelerador en la ciudad.
6. Si acostumbra a cambiar de manera frecuente de carril; o pasa el semáforo en rojo o amarillo.
7. Cuando considera que violar las normas del Código de Tránsito “no es ningún problema”.
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