Andrés Villamizar
LA PATRIA | Manizales
De acuerdo con lo registrado en el Sistema Electrónico de Contratación Pública (Secop), la Dirección Territorial de Salud de Caldas (DTSC) celebró 1.028 contratos durante el 2020, de los cuales 986 fueron de manera directa, un aumento del 62% frente a los 610 del año pasado.
Algo que inquieta, al ser de los indicadores más altos de por lo menos los últimos cinco años.
Por otro lado, los contratos directos adjudicados por prestación de servicios profesionales fueron los que más aumentaron: se firmaron 698 por $9.530 millones. El incremento fue del 75% en relación con el 2019.
Para Camilo Vallejo Giraldo, gerente de la Corporación Cívica de Caldas, la DTSC es la entidad que se ve sometida a mayor riesgo de corrupción y clientelismo en el departamento por el alto número de contratos directos que entrega. Agregó: “hemos invitado una y otra vez a la Territorial para que tenga un plan a corto y mediano plazo y los reduzca, es decir que haya unas estrategias específicas para que esos contratos directos se mermen dentro de la entidad”, planteó.
Giraldo Vallejo explicó que es posible entender que todavía hay dificultades para mermar la contratación directa por prestación de servicios, pero que de ninguna manera hay justificación para que aumente.
Además, advirtió que “esa contratación directa de personal no necesariamente obedece a la emergencia. No es cierto. Los contratos de emergencia, aunque en el 2019 no existían, en principio no tienen que ver con esa contratación de personal que no ha sido registrada”.
¿Contratos “a dedo”?
La abogada Luz Mónica Martínez, experta en contratación pública, dijo que legalmente una entidad pública puede contratar directamente y la Ley la exime de que haga una convocatoria; sin embargo, en la modalidad de prestación de servicios y de apoyo a la gestión, “la persona debe reunir los requisitos, la experiencia y estar capacitada para cumplir la función para la que está siendo contratada”.
Por otro lado, Vallejo Giraldo aseguróa que un contrato “a dedo” se presta para la corrupción y para la devolución de favores políticos por medio de asignaciones contractuales. Comentó que, si bien no puede decirse que este sea el caso, sí puede afirmarse que “se está llevando a la entidad a una situación en la que el contrato a dedo, para devolver favores políticos, es más posible, se facilita más, está la puerta más abierta para que suceda”.
Las explicaciones Ante los cuestionamientos por el aumento en la contratación directa, Carlos Iván Heredia Ferreira, director de la DTSC, respondió que estos cumplen las normas legales, además, gran parte obedecen a la emergencia de la covid-19 y se dieron para contenerla y mitigarla.
Igualmente, sostuvo: “todos los proyectos que ejecutamos para dar cumplimiento al Plan Territorial de Salud se hacen con nuestro recurso humano, la planta de la Territorial es mínima, de 70 funcionarios, y no es suficiente para desarrollar estas actividades”. Por lo tanto, dijo, que “tenemos que contratar un montón de gente que nos permitan cumplirlas”.
Respecto al aumento contractual en la modalidad de prestación de servicios, el funcionario aceptó que son muchos, pero manifestó que solo fueron 378 contratistas, ya que, algunos firmaron hasta cuatro veces durante la vigencia, aunque solo 307 la terminaron. Añadió que no es posible contratarlos por el año completo porque operan según los recursos disponibles.
En cuanto al peligro de que se den contratos “a dedo” para pagar favores políticos, Heredia Ferreira aseguró que la Territorial contrata profesionales con un perfil muy definido para lo que necesitan. “Cualquiera puede traer la hoja de vida y existe la posibilidad de ser aceptado”.
Cabe resaltar que la emergencia sanitaria tuvo una repercusión en la entidad.
Aunque por urgencia manifiesta, que es la causal de contratación por el virus, solo hubo 90 contratos que corresponden al 19,1% del dinero gastado, muy lejos del 35% que se gastó en los de prestación de servicios.
Por otro lado, Camilo Vallejo Giraldo dejó ver su preocupación por los contratos a términos cortos, que llevan a que un profesional sea contratado hasta tres veces por año: “esa situación agrava mucho más el tema de los compromisos políticos porque muchas veces esos plazos los aprovechan los políticos para ejercer presiones electorales sobre esos contratistas. Invitamos a una mejor planeación en esta entidad”, dijo.
¿Qué es un contrato “a dedo”?
La abogada Luz Mónica Martínez, experta en contratación pública, explica que así se denomina coloquialmente a un contrato en el que no se observa la normatividad. “Un ejemplo: si yo como entidad pública, sometida al estatuto general de contratación, hago un acuerdo para una obra pública, pero en lugar de hacer una licitación, que es lo que debería hacer, doy una adjudicación directa, con argumentos y falacias para hacer parecer que solo lo podía hacer con esa persona, pues eso es una contratación “a dedo”. Porque se salta el proceso contractual, es decir, la convocatoria pública con previa anticipación y publicidad, un pliego de condiciones, una evaluación de los posibles oferentes. Todos estos son una cantidad de ingredientes que permiten que todos los actores puedan participar en igualdad de condiciones. Cumplir con estos requisitos Eso es lo que uno llama un proceso transparente”, indicó.
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