MIGUEL O. ALGUERO Y JUAN C. LAYTON
LA PATRIA | MANIZALES
Álvaro Wilmar Rodríguez es cliente de La 14 desde hace 20 años. Ayer llegó al supermercado a comprar unos medicamentos. En medio de la nostalgia, por el anuncio de la liquidación de esta empresa, dijo en la puerta: “Se sorprende uno con la cantidad de trabajos que se perderán locales y nacionales, tanto directos como indirectos”.
LA PATRIA constató que en la actualidad hay 25 empleados trabajando en La 14 de Manizales, de 150 que había, es decir solo el 17%. Muchos de ellos renunciaron y algunos consiguieron trabajo.
Entre ellos está un supervisor que trabajó por 19 años en la cadena de supermercados. “Hay que esperar a ver qué pasa, no sabemos la fecha de cierre, y toca comenzar a buscar un nuevo empleo. Manizales es dura para el trabajo, pero uno no se puede echar a morir tampoco, hay que seguir la vida”, sostuvo.
Este medio intentó hablar con varios empleados, pero por directrices gerenciales de La 14 no pueden dar declaraciones. En el supermercado ya se veían algunas góndolas medio vacías y pocos clientes en los pasillos.
Recuerdos
Según cuentas de Álvaro, La 14 está en la ciudad hace 27 años. “Aunque dicen que se creó en el Valle del Cauca, sus raíces son caldenses. La familia Cardona, de Aguadas, empezó con una cacharrería en una esquina y luego terminó en una cadena de supermercados, todo lo que se tejió alrededor de esa empresa local fue gracias al empuje paisa”.
Álvaro se considera un cliente fiel, debido a su satisfacción por la calidad de los artículos que vendían. “Suelo comprar medicamentos porque son de buena calidad”. Recordó que La 14 tuvo varios locales en Manizales. “Cuando estaba en el edificio de cristal del Parque Caldas, luego se ubicó en el primer piso del centro comercial Parque Caldas y ahora acá, sobre la carrera 20 al frente del puente de la 20. Da gran tristeza cómo terminó este negocio”, lamentó.
Pasivos superan los $1,2 billones
En el último reporte entregado por la Superintendencia de Sociedades se decretó la terminación del proceso de reorganización, al que había sido admitida desde el 21 de enero de este año. Esto junto con la sociedad Calima Desarrollos Inmobiliarios, empresa de los mismos socios, que había sido admitida en el proceso, el 11 de febrero del 2021. Con esta terminación, también se abre la etapa de liquidación judicial de las dos compañías.
Según el reporte, los activos de La 14 ascendían a $1 billón 882 mil 317 millones. Sin embargo, sus pasivos eran igual de altos, por el orden de $1 billón 232 mil 324 millones.
Esto afectó el proceso de una empresa que cuando fue admitida, en enero en el proceso, contaba con 3 mil 295 trabajadores directos, de ellos unos 150 en Manizales, más unos 3 mil indirectos en todo el país. En el caso de la firma Calima Desarrollos Inmobiliarios, el valor de sus activos sumaban $997 mil 485 millones 829 mil, contra unos pasivos por 418 mil 3 millones 508 mil.
Según la Súper, un proceso de liquidación puede demorar uno o dos años, pero depende de la dificultad, relacionada con el endeudamiento y la capacidad de pagos de la empresa, que a su vez depende de la liquidez y de sus activos.
¿Por qué es inviable?
En el auto del 16 de septiembre se concluye que la situación de La 14 genera una inviabilidad insuperable en términos razonables. El representante legal advirtió algunos hechos que han afectado la situación de la caja de la compañía:
* Los proveedores más representativos solicitan el pago anticipado para despachar mercancía.
* La reducción constante del inventario, lo que genera menos ingresos por ventas.
* La afectación por las restricciones para contener la pandemia, agravada por la situación de orden público.
* Las solicitudes de reducción de arrendamientos no aceptadas.
* Retrasos en los pagos de las nóminas. El total de gasto de nómina es de $4 mil 200 millones.
* Mora en el pago de servicios públicos por unos $3 mil 800 millones, en arrendamientos y gastos de administración por $1.400 millones y la suspensión del contrato de vigilancia privada por incumplimiento en $373 millones.
* Incumplimiento en pagos de servicios públicos, impuestos a la DIAN y obligaciones contractuales, entre otros.
¿Cómo funciona una liquidación?
1. El liquidador deberá realizar un inventario de los bienes y un proyecto para reconocer los créditos y los derechos de voto de los acreedores afectados. Esto se inicia en en un plazo de dos meses, contados a partir de que quede en firme la calificación y graduación de créditos y el inventario de bienes del deudor.
2. El liquidador procederá a enajenar los activos inventariados por un valor no inferior al avalúo, en forma directa o acudiendo al sistema de subasta privada.
3. Se definen todos los activos y pasivos, y se revisa cómo se pueden emplear para empezar a pagar, según su prelación. En su orden: empleados, entidades públicas, entidades financieras, acreedores internos y finalmente externos.
Opinan
Jorge Alberto García, profesional de Estudios Económicos de la Cámara de Comercio de Manizales
"Es triste porque era un almacén icónico. Sin embargo, el impacto de la pandemia y el paro aumentaron sus problemas económicos. El efecto para los proveedores y empresas pequeñas que dependían de esta cadena es más complicado".
Juan Felipe Jaramillo, secretario de las TIC y Competitividad
"Cualquier proceso de liquidación de estas empresas de tradición es triste para la ciudad ante la fuerte competencia que enfrentan. Esperamos que en medio de este proceso, podamos generar nuevas oportunidades de negocios y empleos".
Felipe Mejía Moreno, administrador del Parque Caldas
"Me solidarizo con las voces de pésame frente a la situación que vive una empresa que fue insignia en el país, con la generación de por lo menos 5 mil empleos. Hasta hoy no conocemos su proceso de liquidación".
Historia
Hace cinco años, a los 82 años, un infarto acabó con la vida de Jaime Cardona, el empresario detrás de Almacenes La 14. Su muerte, luego de 50 años al mando de la empresa, generó incertidumbre en la compañía, que abarcaba el 30% de la demanda del Valle del Cauca y era el cuarto jugador en ventas minoristas del país. Dice la historia que Abel Cardona Franco salió de Aguadas (Caldas) hacia Cali en los años 50. Se asoció con Antonio Villegas y compraron un pequeño negocio: La gran Cacharrería. 10 años después terminó en manos de Abel. Anexó un local en la Calle 14 y rebautizó el negocio como Cacharrería La 14. Jaime, el mayor de los Cardona, se volvió su sombra y asumió el liderazgo en 1983 y empezó la expansión. A 2018 lograron tener 30 puntos de ventas entre el Valle, Eje Cafetero, Neiva y Bogotá.
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