Osvaldo Hernández
LA PATRIA I Manizales
El silencio es ahora el deporte oficial en el coliseo mejor Ramón Marín Vargas de la Unidad Deportiva Palogrande.
Es el común denominador en todos sus rincones. Ya no están los gritos de los técnicos, las exclamaciones de los deportistas y el colorido que le dan vida a las canchas. La soledad y la oscuridad se campean por esta mole de cemento que vio nacer, crecer y brillar a cientos de deportistas caldenses y colombianos desde hace 86 años.
El Coliseo Menor fue desocupado. Será remodelado para los Juegos Nacionales del 2023, que tienen como sede a Manizales, Pereira y Armenia. Se envejeció con el paso del tiempo y perdió garantías para certámenes nacionales con la evolución del deporte.
Nació como cancha múltiple para los Juegos Atléticos de 1936 y fue construido como Coliseo para los Juegos Nacionales de 1988. Lleva el nombre de Ramón Marín Vargas, un líder caldense, nacido en Palestina y fue gobernador entre 1964 y 1965, pero también político, periodista, abogado, humanista, escritor, orador y educador.
Si bien fue desocupado para la remodelación, hay nostalgia por su cierre. Lo expresan luchadores, yudocas, voleibolistas, karatecas, patinadores artísticos, más los practicantes del microfútbol y del fútbol sala que lo tuvieron como su segundo hogar (ver recuadro Lo valoran).
Uno de ellos es Mauricio Jaramillo Peláez, quien llegó allí cuando tenía 8 años de edad. Lo hizo de la mano de Carlos Ariel y Luz Estella, sus padres. Iba por Luz Adriana, su hermana, que había empezado a practicar en patinaje artístico.
"Por acompañar y ver a mi hermana, terminé también patinando; ese fue mi comienzo en el Coliseo. Lo demás fue crecimiento, triunfos para Caldas y participaciones con Colombia", cuenta hoy el hoy técnico de la modalidad de artístico que tiene 42 años de edad.
Sus entrenamientos en el Coliseo le permitieron ir a 9 campeonatos del mundo con la selección Colombia: Colombia 1995, Argentina 1996, España 1997, Colombia 1998, Juegos Panamericanos Winnipeg (Canadá 1999), Springfield (Estados Unidos 2000), Florencia (Italia 2001), Buenos Aires (Argentina 2003), los Juegos Panamericanos Santo Domingo 2003 y Fresno (Estados Unidos 2004).
"He visto la transformación del Coliseo. Se siente nostalgia, saber que tenemos que salir, pero también se entiende que es para mejorar", agrega el orientador.
Ahora el anhelo de Mauricio y toda la comunidad deportiva es que el viejo Coliseo Menor tenga las refacciones para que siga siendo el segundo hogar en el cientos de deportistas nacen, crecer y brillan.
Lo valoran
Juan Francisco Ramírez (técnico de voleibol)
El Coliseo Menor ha sido un jardín educativo por el que muchos deportistas pasaron y muchos más seguirán formándose, no solo en lo deportivo, sino en lo personal. Los deportistas nunca se quejaron por el mal estado y no dudaron en recoger dinero para comprar, por ejemplo, una lámpara.
Édison Ospina (deportista y técnico de karate)
El Coliseo Menor ha visto nacer y crecer parte del deporte de Caldas. En el caso del karate, son varias generaciones. Estos espacios son íconos para el deporte departamental. Allí hemos podido entrenar y aprender, como atletas, pero también como personas. Lo valoramos mucho.
Andrés Felipe Rendón (karateca)
El Coliseo es para la historia. Llegué allí por primera vez, siendo niño, como espectador de los Juegos Nacionales de 1988. Vi sus reformas, sus mejoras. Uno se va encariñando como los escenario y lo valoramos. Ahora se cierra para mejorarlo, para los Juegos Nacionales.
Juan de Dios Parra (Lucha olímpica)
Empecé a practicar lucha olímpica en 1987, cuando el escenario nuestro estaba en el estadio Fernando Londoño. Posteriormente, nos trasladamos para el Coliseo Menor, donde fui deportista hasta el 2004. El coliseo ha sido mi segunda casa, ya que he pasado mucho tiempo de mi vida en dicho escenario. Esperemos que quede a la altura de los mejores.
Milton Henrández (Microfútbol)
El Coliseo Menor fue mi casa desde 1994. Digo mi casa porque allí, hasta hoy, pasé el mayor tiempo de estos 28 años llenos de alegrías y tristezas, pero sobre todo, de un sinnúmero de enseñanzas de grandes personas que me dieron las pautas para crecer como persona y profesional en esta gran familia del deporte caldense.
Coliseo Menor
Obra a realizar: Adecuación y mejoramiento del escenario.
Costo: $8.544.986.839
Origen de los recursos: alcaldía de Manizales.
Ejecutor: Biotecnología Colombia SAS.
Tiempo de ejecución: 8 meses.
Estado actual: Esta semana deben empezar las obras.
Nació en 1936
El Coliseo Mayor, aunque sin las dimensiones que tiene desde 1988, nació en Manizales para los Juegos Atléticos de 1936: "Para cumplirles a los deportistas, la capital de Caldas había adelantado una serie de obras destinadas a esas competencias, en un lugar quebrado, pequeño y en las afueras de la ciudad, en donde se levantaron el estadio, la piscina y la cancha para usos múltiples", cuenta el libro Memorias de Juegos, de Alberto Galvis.
El mismo documento, en la reseña de los Juegos Nacionales de 1988, explica que: "En Manizales las refacciones se adelantaron en la Unidad Deportiva Palogrande, que había sido escenario de los Juegos de 1936. Allí fue construido un coliseo (el Mayor), y mejorados el Menor, el patinódromo, las canchas auxiliares y el estadio Fernando Londoño y Londoño".
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