GEOVANNY MARTÍNEZ
LA PATRIA | MANIZALES
El presidente republicano Donald Trump en su carrera por continuar otros cuatro años en la Casa Blanca metió a Colombia en la campaña política para atacar a su rival, el demócrata Joe Biden, al que califica de socialista. En sus discursos expresa: "Joe Biden recibió apoyo del socialista colombiano Gustavo Petro, fue miembro de la guerrilla M-19, nada bueno, ¿cierto?”, “La anterior administración también negoció el terrible tratado Obama-Biden-Santos con los carteles de droga colombianos, se rindieron ante los narcoterroristas y causaron que la producción de drogas ilícitas incrementara”, ha dicho Trump en sus mítines de campaña en estados del sur, como Florida.
En ese juego entraron senadores del Centro Democrático y hasta el propio Gustavo Petro. Los primeros mostraron su simpatía por Trump, mientras que, el segundo, por Biden, pero ¿por qué Colombia terminó metida en la campaña política estadounidense? La razón, según Juan Carlos Pinzón, exembajador en EE.UU. (2015- 2017), hay colombianos con influencia electoral en cuatro estados, Nueva York, Nueva Jersey, Nuevo Hampshire y Florida. En los primeros tres estados los connacionales votan a favor de los demócratas y por eso no hay ninguna disputa particular, pero en Florida vive el 33% del millón de colombianos residentes en EE.UU., que es un estado que está en disputa y, en particular el distrito sur, el condado de Miami-Dade, donde más connacionales residen, quienes a diferencia de los de Nueva York votan por los republicanos y muchos de ellos son víctimas del terrorismo, de las Farc, y por eso mantienen una posición más enfocada en temas de seguridad. Eso ha llevado a que ambos partidos enfoquen sus campañas en ese estado buscando el favoritismo de los 248.000 colombianos residentes en Florida catalogados como ‘voting targeting’ (votantes objetivo).
"Trump ha tratado de alinearse con las preocupaciones que genera el acuerdo de La Habana que ha generado más narcotráfico y más inseguridad y eso cae muy bien en esa población del sur de Florida. En tanto que Joe Biden fue el que apoyó el Plan Colombia y fue muy fuerte en la lucha contra el narcotráfico: en ese debate los políticos colombianos comenzaron a tomar partido, por un lado los del Centro Democrático que se han expresado a favor de Trump, pero no es menos cierto que hay varios políticos, incluso declarados enemigos de EE.UU. como los senadores de los partidos más de izquierda radical en el país que han expresado favoritismo por Biden, a pesar de que no tienen ninguna relación, ni con Cepeda ni con Petro, pero ellos han tratado de tomar posición ahí".
Aunque el presidente, Iván Duque, guarda silencio, sus contradictores cuestionan su apoyo a Mauricio Claver-Carone, el candidato de Donald Trump al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), postulación que dividió a América Latina al romper la tradición de que el puesto recayera en alguien de la región. Gabriel Silva Luján, exembajador de Colombia en EE.UU. (2010-2012), explica que Duque, desde el comienzo de su Gobierno, le apostó a un alineamiento incondicional con Trump y con su errática política hacia América Latina. "Ese alineamiento ha sido un fracaso. Mire por ejemplo lo que ha pasado con Venezuela. Por creer que Trump se encargaría de tumbar a Maduro, nos quedamos amarrados a una política de hostilidad hacia Venezuela y de una retórica guerrerista en la que ni siquiera el mismo Estados Unidos cree. Mientras nosotros insultábamos a Maduro, Trump negociaba con él, a espaldas del Gobierno de Colombia", agrega.
Pero lo que más cuestiona el exministro de Defensa es ese apoyo "mal disimulado del Gobierno y abierto de Uribe y del Centro Democrático a la reelección de Trump" y añade: "Esa actitud rompió la tradición política en la que Colombia no tomaba partido en las elecciones de Estados Unidos, porque ha logrado el respaldo de ambos partidos a nuestras estrategias e intereses. Ahora nos hemos echado encima al Partido Demócrata e independientemente de si gana Trump ya se hizo un daño severo y es de esperarse una actitud menos generosa y comprensiva hacia el país de Biden y de los demócratas mayoritarios en el Congreso, con todas las consecuencias que eso conlleva para el pueblo colombiano y como si fuera poco, nos fuimos contra los intereses de América Latina apoyando a un gringo fanático de Trump a la Presidencia del BID, quitándole el derecho a la región a presidir una de las instituciones más fundamentales para el desarrollo económico y social. A esa elección se opusieron no solo los demócratas, también los republicanos. Nos estamos quedando sin el pan y sin el queso".
Un exfuncionario de la administración Santos también considera preocupante lo que está ocurriendo. Como anécdota narra que gracias al apoyo bipartidista se logró el Tratado de Libre Comercio (TLC) con EE.UU., aunque los demócratas se opusieron al final del Gobierno de George W. Bush porque sentían que el presidente Álvaro Uribe estaba alineado con los republicanos, había apoyado la invasión a Irak, "en ese momento nos trancaron por dos años la aprobación del TLC, finalmente cuando llegó Obama y Dan Restrepo, hijo de padre colombiano, director para Asuntos del Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional en el Gobierno de Barack Obama, se pudo hacer una reaproximación y volver a tener ese apoyo bipartidista".
Conveniencia
Sobre qué le conviene a Colombia, desde el punto de vista geopolítico, teniendo en cuenta que hay consenso en Norteamérica, Asia y Europa de que con otros cuatro años de presidencia de Trump, la decadencia de EE.UU. será imparable, pero que la victoria de Biden no podrá volver a posicionar al mayor aliado de Colombia en el mundo, ambos exembajadores tienen su propia lectura.
"Cuatro años más de Trump, no lo digo yo si no los analistas más serios, significaría un deterioro económico, político e institucional muy severo en los Estados Unidos. Ese declive no nos favorece para nada ni a Colombia ni al mundo. De ocurrir así, el mundo seguiría adentrándose en niveles de conflictividad aún mayores, por cuanto la ausencia y aislamiento de EE.UU. les dará licencia a estados agresivos, grandes y a chiquitos, para tratar de empujar sus intereses con menos inhibiciones y con las manos desamarradas", argumenta Silva Luján y agrega que el modelo democrático -en el que EE.UU. ha sido históricamente un portaestandarte y ejemplo- sufrirá aún un mayor menoscabo.
Y desde su perspectiva considera que Estados Unidos con Trump, otra vez a la cabeza, consolidará un mundo en el que primará la ley de la selva, la fuerza por encima de la diplomacia, y el autoritarismo sobre la libertad.
Pinzón asegura que la sensación de declive de EE.UU. se empezó a sentir después de la crisis financiera del 2008, también por haber entrado en las guerras de Oriente Medio, más que por esta administración, "de hecho a Obama lo criticaron por el acuerdo con Irán y por haber cedido con las Farc y con Cuba, entonces esa realidad ya está en el ambiente en las últimas dos décadas, pero sí es verdad de que el Gobierno de Trump es aislacionista y con menos liderazgo internacional y eso no ha sido muy bueno para Colombia porque tiene una relación estratégica con EE.UU. y en la medida de que ese país no lidera el beneficio para Colombia es menor si se quiere en esa incidencia internacional", analiza el exembajador y exministro de Defensa y remata diciendo que siendo justos Trump sí le ha ayudado a Colombia en lo que tiene que ver con el régimen de Maduro, más que ningún otro presidente, pero Biden hizo por Colombia lo que nadie más ha hecho, promover el Plan Colombia, "entonces yo construirá en cualquiera de los dos escenarios la idea de que hay que tener al presidente de EE.UU. como un aliado, gane el que gane".
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