Maureen Fleming conquistó anoche al público manizaleño con sutiles movimientos. La coreógrafa estadounidense logró transportar a los asistentes a su obra, Aguas de la Inmortalidad, a un mundo fantástico, en el que predominó la oscuridad, la desnudez y la danza hecha poesía.
Fleming en las dos funciones que ofreció anoche en el Teatro Los Fundadores, salió al escenario envuelta en una tela roja, que por momentos dejó ver su cuerpo desnudo, el mismo que empleó para mostrar su flexibilidad.
Bruce Bubaker en el piano, interpretando música de Philip Glass; el arte visual y la iluminación, a cargo de Christopher Odón, reforzaron el concepto de la obra, que finalizó con sorprendentes giros y brincos que Fleming ejecutó empleando unas telas blancas como si tuviera alas.

María García, Estados Unidos
Excelente, un relax, un descanso en este mundo tan convulsionado.
Ángela Gonźalez, Riosucio
Hermosa la composición de colores y movimientos, fue espectacular.
Patricia López, Manizales
Muy linda, un juego de luces y sombras espectacular.

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