LUIS FELIPE MOLINA R.

LA PATRIA | MANIZALES

Largas procesiones, parroquias abarrotadas, apetitosas preparaciones de pescados, penitencias, ayunos, silencios y reflexión son las palabras comunes que hacen referencia a las experiencias de Semana Santa. Poco queda ya de la Manizales clásica que solía escuchar cantos gregorianos por la radio y vestir elegantes paños. Estas actividades suelen asociarse a las generaciones mayores por una apatía juvenil a los eventos religiosos. Sin embargo, solo se trata de percepciones.

Este tiempo de recogimiento cambió para muchos adolescentes desde que conocieron el verdadero significado de la religión y el servicio desinteresado a las comunidades necesitadas. Para ellos, esta semana, generalmente libre de actividades académicas, es ventana propicia para vivir los principios de pasión que se celebran con la llegada de Cristo a Jerusalén.

Es el caso de OFEL, comunidad católica de jóvenes decididos por un cambio y que han optado por un estilo de vida diferente basado en la ayuda y el amor a su prójimo.

En esta comunidad participan 65 jóvenes pertenecientes a la parroquia de La Niña María en los barrios Laureles y La Rambla de Manizales, aunque están abiertos a todos los interesados. Allí no hay líderes de nombre; se hacen llamar hermanos mayores. 20 personas están a cargo de la coordinación del movimiento y así han logrado llevar la palabra de Jesús a otras veredas de Manizales y La Merced (Caldas).

Este año visitan nueve veredas de Filadelfia (Caldas), donde permanecen desde el domingo pasado hasta el 5 de abril.

Liderazgo y planeación

Cristian Duque es uno de los hermanos mayores de OFEL y se encarga en parte de la logística para la llegada a Filadelfia. "Buscamos compartir el tiempo de reflexión y conversión, donde el sacerdote no puede llegar por alguna razón", indicó Duque. Añadió que son jóvenes que prefieren servir en lugar de descansar.

Lograr que una misión tenga éxito demanda tiempo y recursos económicos, por lo que el dinero que recogieron para llegar hasta estas veredas salió de la venta dominical de empanadas después de la celebración comunitaria y, en parte, de sus propios bolsillos. Hace tres semanas hicieron un festival gastronómico a las afueras de la parroquia y con esos recursos se aproximaron al presupuesto, que prefieren mantener reservado.

Su asesor espiritual es el párroco Fabio Mejía Restrepo, presbítero que ha tomado reconocimiento por su labor con los jóvenes.

Una vez en las veredas, duermen en las escuelas y quizás en algunas casas. Las comodidades serán un recuerdo, pues deben ajustarse al estilo de vida local. "La idea es que haya una experiencia de sacrificio para servir a sus hermanos", comentó Cristian Duque. Enfatiza en que poco se lograría sin el apoyo de Dios y del sacerdote Mejía.

Juventud misionera

FOTO | Cortesía | LA PATRIA

Miembros de Juventud y Familia Misionera en un yip antes de partir a una misión en octubre del 2014.

En el 2009, Angie Valencia estaba en noveno. Consideraba que no era una persona religiosa. Durante una clase recibió la visita promocional de Juventud y Familia Misionera. Para ella ir de misiones era más un paseo bajo la idea "caprichosa" -dice en Manizales-, donde ya este movimiento cumple 10 años.

No distan de la misión de OFEL u otros grupos de la ciudad. Este año visitan la parroquia de Río Claro, de Villamaría. Son 60 jóvenes que partieron desde el sábado pasado a seis veredas diferentes. Estarán acompañados del párroco de Río Claro, legionarias y religiosas. Culminarán su misión el domingo.

Este año prefirieron dejar sus esfuerzos en Caldas, luego de dos visitas a Antioquia. Eligieron la zona desde octubre del 2014, pero solo seleccionaron las veredas hasta finalizado enero. Incluso, hacen misiones durante el receso escolar de octubre.

El pasado jueves en la noche tuvieron la misa de envío y ahora comparten el evangelio y sus experiencias de vida con los habitantes de las veredas.

"La motivación está en el voz a voz y en las invitaciones para que los jóvenes conozcan lo que se hace en estas veredas y eso cómo cambia la vida", dijo Valencia.

Como OFEL, Juventud y Familia Misionera tiene el objetivo de cumplir un plan de nueva evangelización en lugares donde no hay fácil acceso a parroquias o las comunidades religiosas son inexistentes.

Antes de viajar realizan actividades para respaldar sus enseñanzas de fe y los principios de la vida católica. Durante las mañanas de la misión hablan del evangelio y en las tardes realizan actividades lúdicas, sin olvidar los principales eventos de la Semana Santa.

Para Valencia, estudiante de Ingeniería Industrial de la Universidad Nacional, es un tema de vocación el sacrificio de estar fuera de las comodidades de casa. "Dormimos en el piso, comemos lo que la gente nos brinde sin ningún pero. Además, uno descubre que sí hay jóvenes en búsqueda de Dios para su formación", explicó. Agregó que le impacta ver jóvenes buscando flores y materiales para decorar un Santísimo o planear las actividades de la Semana Santa.

La misión desinteresada de la juventud se plasma en la convivencia y en el entendimiento con aquellos con recursos limitados.

¿Por qué OFEL?

Su nombre se deriva de la colina Ofel (Ophel), una pequeña loma sureña de Jerusalén, cercana a la Ciudad de David, donde se edificaría en principio la ciudad santa y el mismo David levantaría su reino 1004 años a.C. Por la magnitud de su historia y su nombre, es un atractivo de la Jerusalén actual, lugar también de peregrinaje para quienes buscan revivir apartes de la historia bíblica.

Dato:

OFEL visita las veredas Aguadita, La Florida, Piedras Blancas, La Ceiba, La Mediación, La Palma, Barcinal, Alto Maibá y La Paila de Filadelfia

OFEL nació en el 2010 y su misión principal es la evangelización, mediante el servicio. Para ingresar solo es necesario tener iniciativa y ánimos de ayudar.

Juventud y Familia Misionera comenzó sus misiones en Colombia en 1996.