LA PATRIA | Madrid (España)
La feria más importante del mundo taurino sigue su marcha y, a pesar de que fue catalogada por gran parte de la crítica especializada como la peor de los últimos años por la importante ausencia de figuras, lo cierto es que los toros están embistiendo y los toreros triunfado. Sobre todo, los jóvenes, los llamados a ser el recambio del escalafón y, entre ellos, hay uno que merece capítulo aparte: Andrés Roca Rey, torero que Colombia conoce bien, pues desde que tomó la alternativa se ha ganado un sitio de privilegio entre los mejores y que se erigió como el pilar más importante sobre el que se edificó la feria.
Sobre esta responsabilidad Roca Rey habló con LA PATRIA: “Personalmente, más que generarme presión, este San Isidro es para mí muy motivante y bonito. Y eso es algo que me gusta, porque los grandes retos son los que me entusiasman. Madrid es una plaza de máxima repercusión, la de más para los toreros”.
Además, el hecho de haberse anunciado, gracias al sorteo de ganaderías, con los toros de Adolfo Martín, le ha convertido en el centro de todos los focos, pues no es usual que las figuras de la actualidad hagan un gesto y lidien toros de un encaste diferente al de Domecq.
Acerca de su compromiso con los toros de Albaserrada, dijo: “No me gusta poner las cosas en perspectiva y pensar en una tarde antes que en otras, por eso, desde que estaba anunciado en las tres tardes de esta feria, las afronté todas con el máximo respeto y motivación, sin anteponer una a las demás. Sé que había mucha expectación para la corrida de Adolfo Martín, pero también la hubo para la de Parladé y la habrá para la de Victoriano del Río. Todas las personas que van a la plaza quieren verte en tu mejor versión, con toda la disposición y entrega de siempre, sin diferencia. Por eso, para mí, todas son muy importantes”.
Y sí que lo han sido, pues si el peruano abrió la Puerta Grande de forma apabullante la tarde del 22 de mayo con la corrida de Parladé, volvió a dar la mayúscula dimensión de su toreo ocho días después, el jueves 30, con la esperada corrida de Adolfo Martín, en la que actuó con los puntos de la herida sufrida en su primer compromiso todavía puestos su muslo derecho. Andrés desplegó, con el sexto toro de la corrida, un toreo templado y poderoso por abajo, enganchando las embestidas adelante y ralentizando los viajes hasta detrás de la cadera. Su único fallo fue con la espada, pero aún así, la petición de la oreja fue mayoritaria y solo el errático palco le arrebató el trofeo que certificaba que, en la actualidad, el peruano es el número uno. Algo que él no está dispuesto a asumir personalmente, pues “no me corresponde decir eso a mí. Yo sólo intento mejorar cada día y dar lo mejor de mí”.
La corrida del jueves Adolfo tuvo más argumentos, pues no sólo cayó gravemente herido Manuel Escribano, sino que, también, destacó otro joven, uno que Manizales conoce bien, pues Román dio buena muestra de su evolución y, además de la sinceridad y la entrega de la que siempre hace gala, mostró un toreo sobrio y clásico, muy templado y de mucha exposición, tanto con el peligroso segundo de la tarde, que le hirió levemente en el glúteo, como con el buen quinto, al que le cortó una oreja de Ley.
La otra gran sorpresa de la feria es David de Miranda, un torero que, en agosto del 2017, en Toro (Zamora) sufrió una grave lesión medular que a punto estuvo de dejarle en silla de ruedas de firma permanente. Llegó a Madrid con muy pocos festejos toreados y la tarde de su confirmación de Alternativa, delante de El Juli, brilló con luz propia al desorejar un gran toro de Juan Pedro Domecq. Hablamos con David y esto nos dijo: “después de lo que he vivido, que ya es pasado, y también por el lanzamiento de mi carrera, era muy necesario un triunfo así. Estoy feliz porque no es fácil que se reúnan todas las cosas que se tienen que conjugar para que algo como lo del viernes 24 se dé. Afortunadamente, la suerte me pilló con los deberes hechos y pude estar a la altura de un compromiso tan importante. Por eso no pude evitar las lágrimas, porque era el premio a tanta lucha, tanto sacrificio. Oye, y no soy el único, todos aquí nos dejamos la vida por vivir algo así, por tanto, es algo normal. Los percances nos llegan a todos tarde o temprano, pero, personalmente, he vivido dos años muy duros, de estar en una silla y poder quedar así para siempre, a poder salir a hombros de Madrid… es que me vuelvo a emocionar. ¿Sabes qué sentí? Sentí paz, tranquilidad”.
Su sorprendente irrupción ya tiene consecuencias, pues el propio empresario Simón Casas le ha ofrecido entrar en el cartel del 8 de junio en Nîmes, pues hay que abrir espacio a los nuevos valores que vienen con fuerza. Sin embargo, David es prudente. “He escuchado algo de esa oferta, pero todavía no me ha dicho nada mi apoderado. Ojalá y sea así, porque entonces significa que las cosas empiezan a cambiar para mí. Creo que este San Isidro ha sido una apuesta por la renovación y así está saliendo, hay una camada buena de toreros con personalidad, con calidad y con ambición, que lo único que necesitamos es que nos den un poco de sitio. Evidentemente, nos lo tenemos que ganar, pero estaría bien empezar a meter la cabeza en estas ferias”. Lo dicho, los jóvenes se van abriendo paso.
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