LISET ESPINOZA
LA PATRIA | MANIZALES
A Rafael Andrés Rodríguez y a su familia el conflicto armado los alcanzó en Samaná (Caldas) y les desapareció a su padre, Carlos Alberto Rodríguez Clavijo, un 3 de octubre de 1995.
Rafael tenía 10 meses de edad y su madre debía enfrentarse sola a su cuidado, de sus dos hermanas y del hijo que llevaba en su vientre.
La guerra hizo que conociera a su progenitor por medio de relatos, de historias, pero el arte lo ayudó a acercarse al perdón y a la reconciliación para impregnar de color 43 rostros, incluido el de su padre, de víctimas del conflicto en ese municipio y exhibirlos en la exposición Re/nacer, retratos y relatos.
La inauguración de la exposición fue el lunes y a ella asistieron familiares de Rafael y la alcaldesa de Samaná.
"Es mi trabajo de grado para recibir el título como maestro en Artes Plásticas de la Universidad de Caldas. Quería mostrar esa realidad que la gente no conoce, eso que las familias de las victimas siempre tienen por contar, dignificar el nombre de su familiar que es lo más importante, porque sabemos que los mataron, pero ¿qué hacían?, ¿quiénes eran?, quería rescatar eso, no es solo el retrato, sino el relato", expresó Rafael.
Las obras son hechas en acuarela sobre lienzo y están sobre un retablo negro. Cada una cuenta con una placa en la que se lee el nombre de la víctima, la fecha de nacimiento como la de su asesinato o desaparición, y un pequeño relato narrado en primera persona por esposas, hijos, padres o hermanos en el que cuentan a qué se dedicaban y qué les gustaba hacer.
"Es un trabajo de campo que vengo realizando desde hace dos años con las familias en Samaná. Aunque soy de ese municipio no fue fácil hablar con ellas porque era recordar un capítulo doloroso. Por ello, no se habla del hecho victimizante, sino que se le da un enfoque hacia el perdón, la reconciliación. No podemos olvidar, pero debemos perdonar por el bien de nosotros".
En medio de las pinturas y acompañado de su hijo.
Rafael salió desplazado de Samaná en el 2011 y regresó en el 2015. Al llegar se encontró con la Fundación para el Desarrollo Comunitario de Samaná (Fundecus), que lleva siete años haciendo una labor de memoria con las víctimas. Había fotografías de algunas de ellas y Rafael vio la de su padre. "Fue muy impactante. No sabía que estaba en esa galería y eso me movió a hacer algo. Le propuse a la directora hacer mi pasantía universitaria ahí y me dijo que sí. Resignifiqué esas fotografías a mi estilo, al color que es lo que más trabajo, quería darles vida. Que se viera la vida y no la muerte".
Como víctima le costaba hablar de su padre, pero comenzó un proceso de sanación para entender más del conflicto, cómo llegó a su municipio y empezó la búsqueda de artistas que trabajaban el tema para ayudar a otras personas a superarlo.
"A mí me mueve mi papá. Es ese ser que llevo a todos lados y quería hablar de él con arte. Además, en esta exposición también está mi tío que murió a los dos años de haber muerto mi papá".
La exposición también está en Samaná.
Aparte de los retratos, Rafael cuenta con un documental de 25 minutos que realizó con un celular denominado Retratos y relatos reconstituyente vidas samaneñas. "Cuando empecé a pintar los retratos y hacer los relatos debía tener un registro de lo que hacía para desarrollar el informe del trabajo de grado. Cuando vi el material tenía videos, audios y testimonios. Entonces me asesoré e hice el trabajo", dijo.
Aparecen las familias de las víctimas contando lo que sienten al ver la exposición, cómo se sienten con Rafael, pues con él hicieron talleres de arte enfocados al perdón y a la reconciliación. Asimismo, hay entrevistas con habitantes del municipio, filósofos, licenciados y especialistas que expresan qué aporta la obra a Samaná.
Por ahora Rafael se prepara para graduarse en diciembre y para viajar, entre el 24 y 28 de junio, a Madrid (España) para presentar el performance No más silencio y dos pinturas, una de su padre y otra de Samaná, en dos congresos internacionales sobre memoria y resistencia.
"Esto surgió por una profesora que me hizo un merito especial por mi trabajo. Estar en otro país me pone muy feliz porque acá algunas personas son apáticas al tema del conflicto y creo que debemos contar nuestra historia así haya un acuerdo de paz".
Destacado
Eran campesinos, comerciantes, profesores, estudiantes, que no tenían nada qué ver con el conflicto.
Datos
*Los interesados en ver la exposición pueden hacerlo desde las 6:00 a.m. hasta las 6:00 p.m.
*Los costos para el viaje al exterior corren por cuenta de la Universidad de Caldas, Fundecos y la Alcaldía de Samaná.
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